A nadie le gusta oír esto, pero la verdad es que más de uno de tus novios te ha llamado pegajosa en el pasado.
Aunque probablemente te parezca insultante, está claro que tienes un problema de necesidad, y aquí tienes todo lo que necesitas saber al respecto.
1. Luchar y mendigar amor no es lo mismo
La gente te dirá que luches por el amor. En cierto modo es cierto; aunque el amor de verdad surge por sí solo, una relación sana sin duda hay que trabajarla y no se construye sola de la noche a la mañana.
Sin embargo, hay una diferencia crucial entre luchando por el amor y suplicando por él y cuando eres pegajoso, en realidad estás suplicando que alguien se preocupe por ti.
Tendrás que admitir que esto no tiene nada de digno.
No necesitas un hombre al que obligues a estar contigo. No debes querer que no te deje porque sienta lástima por ti o porque piense que no tienes adónde ir.
2. No puedes evitar que un hombre te deje
He aquí una cruda verdad: si su la relación está condenada al fracasono hay absolutamente nada que puedas hacer al respecto.
Si el hombre con el que sales quiere dejarte, no puedes impedirlo, por mucho que lo intentes.
Por lo tanto, la conclusión es que no tiene ningún sentido ser pegajoso. Lo que tiene que suceder sucederá y no hay forma de evitarlo de esta u otra manera.
Así que, en lugar de darle vueltas constantemente y hacer todo lo que esté en tu mano para mantener a un hombre a tu lado, déjalo estar. Además, ¿de verdad quieres que se quede contigo, sabiendo que por lástima no se ha ido?
3. El aferramiento ahuyenta a la gente
Te entiendo; cuando amas a alguien, quieres que esté constantemente cerca de ti.
No tienes necesidad de pasar nada de tu tiempo libre con tus amigos y tu familia y lo único que quieres es mirar la preciosa cara de este chico.
Sin embargo, déjame contarte un secreto. Este tipo de comportamiento no lo acercará a ti. De hecho, lo ahuyentará.
Esto es cierto para todas las personas y especialmente para los hombres. Cuando estás encima de un chico, él no lo verá como una señal de tu enorme afecto por él.
En cambio, lo verá como una bandera roja y una señal alarmante para huir y salvar su vida.
Simplemente se sienten asfixiados y amenazados en este tipo de situaciones y normalmente se consigue el efecto contrario de lo que se quería conseguir inicialmente.
4. Tu felicidad no debería depender de otra persona
La conclusión es que eres pegajoso por miedo a perder a la persona que amas.
Nadie debería juzgarte por ello. Al fin y al cabo, en cuanto te preocupas por alguien, es normal que no quieras estar sin esa persona.
Sin embargo, en tu caso, ese miedo te paraliza y te impide pensar con claridad. Estás convencida de que tu felicidad depende de tu novio, y desde luego no es así.
Recuerda que necesitas ser feliz por ti mismo, con o sin pareja. Sólo entonces tu comportamiento necesitado llegará a su fin.
5. Hay una diferencia entre comportamiento cariñoso y comportamiento necesitado
Aunque debes hacer todo lo posible por no ser pegajoso, ten en cuenta también que en las citas modernas, algunas cosas normales se consideran demasiado necesitadas.
Sin embargo, permítanme decirles que hay una gran diferencia entre comportamiento cariñoso y pegajoso.
Verás, no estás necesitada por querer afecto y atención. No estás necesitada por considerar natural tener noticias de tu novio todos los días o verle un par de veces a la semana.
No eres pegajosa por tener la necesidad de pasar tiempo con él. No eres pegajosa por querer compromiso y dedicación.
6. La persona adecuada no te considerará una persona pegajosa.
Por otro lado, si haces todo lo anterior y sabes que no estás exagerando pero te siguen llamando pegajosa, quizá sea el momento de reconsiderar tu elección de pareja.
Al fin y al cabo, puede que no estés necesitado en absoluto. Cuando encuentres a la persona adecuada, apreciará todo lo que hagas por ella.
Se considerará afortunado por tener una chica que le quiere como tú.