Nunca pensé que estaría pensando en dejándote.
Pero aquí estoy, pensando en dejarte un día y estar locamente enamorada de ti al siguiente. Y en todo ese lío llamado nuestro amor, no sé cuál es la decisión correcta.
No sé si haré lo correcto yéndome o quedándome. Pero a veces, desearía que estuvieras lejos de mí.
A veces, traes tantas turbulencias a mi vida que camino sobre cáscaras de huevo sólo para no herirte. Me pienso dos veces las cosas que te cuento y, por mucho que me gustaría, no puedo contarte todo sobre mi vida.
No puedo hablarte de otras personas que me hacen sentir segura y feliz. No puedo hacerlo porque te sentirías abandonado. Siempre te pongo a ti primero, y si hago esto ahora por mí, todo se vendrá abajo.
Ya ha empezado, y sólo puedo imaginar lo que pasaría si no hago algún esfuerzo.
Sabes, fuiste mi mejor amigo hace tiempo. Podría haberte contado todo sobre mí, y nunca me habrías juzgado. Pero en algún punto del camino, todo cambió.
Ya no eres la misma persona, y yo también he cambiado contigo.
¿Pero sabes qué es lo peor? Ambos cambiamos para peor.
Vamos en una dirección que no es buena para los dos, pero seguimos negándonos a darnos por vencidos.
Te hice daño y tú me hiciste daño, pero seguimos juntos. Pero realmente no sé si ese es el tipo de amor que quiero para el resto de mi vida.
No sé si puedo vivir en este lío nunca más.Porque por mucho que lo intente, no puedo renunciar a ti.
Y por mucho que te demuestre mi amor, por alguna razón no quieres aceptarlo. Es como si no confiaras en mí cuando te digo que Te quiero.
Es como si pensaras que miento en todo y que quiero engañarte. Pero cariño, eso nunca se me pasó por la cabeza. Te respeto lo suficiente como para dejar nuestra vida privada como está.
Lo que tenemos, no importa si es bueno o malo, quiero dejarlo como algo que sólo nos pertenece a nosotros.
Por eso nunca revelo los secretos que tenemos. Por eso nunca cuento a mis amigos todos los problemas por los que pasamos. Lo guardo todo en mi corazón, lejos de los demás.
No le digo a la gente que me has ofendido y que sufro por tu culpa. No les digo que todo mi mundo se desmorona porque estoy perdiendo al amor de mi vida.
Me callo y sufro en silencio porque si les cuento que nos estamos desmoronando, nada cambiaría realmente.
Todo sería igual. Sólo que me odiarías aún más. Sólo que el final llegaría más rápido.
Quiero que sepas que vivo para los días en que no peleamos. Vivo por el tiempo que pasamos como antes, acurrucados en nuestra cama y ver películas antiguas.
Y entonces siento que todo es como solía ser. Todo parece completamente igual.
Tu mano en la mía, mi cabeza en tu pecho y tu olor que me cautiva por completo.
Estás aquí, diciéndome que me quieres y que no hay lugar en el que prefieras estar más que en mis brazos. Dices que te encanta tenerme entera y que estás celosa de todas esas personas que quieren robarme de ti.
Porque soy el aire de tus pulmones (como te gusta decir). Soy el único punto brillante, y no puedes vivir sin mí.
Y durante un par de días, siento que tomó la decisión correcta en quedarme contigo.
Entonces, en un abrir y cerrar de ojos, cambias. Te transformas en una persona con la que pensé que nunca viviría.
Empiezas a juzgarme por las cosas más insignificantes y no me dejas respirar. Y de nuevo, en esos momentos, siento que debería alejarme de ti. En esos momentos, no veo una salida.
Y que nadie me diga que es una pelea como cualquier otra que ocurre en una relación. Es mucho más que una simple pelea. Es un lavado de cerebro. Es abuso emocional. Es joder la mente.
Y en esos momentos, te odio por en quién te has convertido. Odio que no dejes salir al hombre del que me enamoré. Odio que te hayas convertido en la persona que me dijiste que nunca llegarías a ser.
El que está celoso de mi felicidad, el que quiere que sea su marioneta a la que manipulará, el que me quiere sólo para él y el que decide si seré feliz o no.
No quiero eso porque eso no es amor, y estamos aquí por eso en primer lugar. Si tengo que fingir que soy alguien que no soy solo para gustarte, entonces no te quiero porque es obvio que no estamos destinados a estar juntos.
Quizá idealizamos demasiado el amor. Quizá teníamos unas expectativas enormes y ahora, cuando las cosas no son como imaginábamos, no nos sentimos realizados.
Pero lo peor es que, aunque las cosas no vayan bien, no estás haciendo nada para cambiar esta situación.
Te rendiste demasiado pronto y esperas que las cosas mejoren. Bueno, siento reventar tu burbuja, pero así no funcionan las cosas en el amor.
El amor es una calle de doble sentido, y si tú renunciaste a lo que tenemos, es en vano que yo siga intentándolo.
La verdad es que me cansé de todo y que quiero sentir la paz interior. Quiero volver a ser libre. Quiero amar y ser amada. Y lo que es más importante, quiero volver a ser la de antes.
Y ni siquiera me importa que no te guste. Después de renunciar a mí y a lo que tenemos, no tienes derecho a decir nada.
Deberías haberte esforzadopero, por desgracia, no lo hiciste.
Ahora asume las consecuencias y déjame vivir mi vida como siempre quise.
Déjame vivirlo al máximo.