*Advertencia: trabajar estas habilidades puede tener efectos secundarios no deseados como, por ejemplo, estar de acuerdo con tu pareja cuando estabas tan seguro de tener razón, mejorar tu empatía y aumentar rápidamente la intimidad sexual y emocional*.

¿Cómo te sientes cuando alguien descarta tus pensamientos o ideas sin escucharlos realmente? ¿Te sientes inclinado, en ese momento, a escuchar las suyas? Una de las cosas más difíciles de hacer en cualquier relación es escuchar a tu pareja. ¿Alguna vez esperas a que deje de hablar para poder decir lo que piensas? ¿Qué tal te funciona? Cuando te toca decir algo, ¿cómo lo recibes? Una de las formas más eficaces de demostrar a tu pareja que la valoras y la respetas es validar sus sentimientos. ¿Significa eso que hay que estar de acuerdo con todo lo que dicen? Desde luego que no. PERO... si se toma el tiempo necesario para escuchar de verdad el punto de vista de su pareja, puede ayudarle mucho a salirse con la suya.

¿Cómo puedes hacerlo? Es fácil decir: "Te escucho". Pero escuchar es difícil. Créeme, soy un hablador y he tenido que aprender a dejar de esperar mi turno para hablar. Así que escúchame un momento, y si practicas lo que predico, tú también puedes aprender a callar y escuchar. (Hablando en serio, no siempre practico lo que predico, así que si ves que no te escucho y/o no te valido... ¡dilo!). ¿Cuál es la diferencia entre escuchar y esperar tu turno para hablar? Escuchar implica intentar activamente oír lo que dice otra persona con la intención de comprender desde su perspectiva. Interrumpir, interrumpir y defenderse mientras la otra persona sigue hablando son algunos ejemplos. En lugar de eso, intenta...

1. Concéntrate en lo que te dice tu interlocutor, sin formular una respuesta antes de que haya terminado de decir las palabras.

Esto puede crear un silencio extra cuando terminan de hablar mientras tú asimilas realmente lo que te han dicho y en ese silencio puedes descubrir que continúan. Cuando las personas se sienten escuchadas, se abren a decir más cosas y, a medida que las escuchas, sin juzgarlas ni ponerte a la defensiva, a menudo descubrirás que eso es suficiente para empezar a aliviar parte de su frustración.

2. Recuerda que ahora no se trata de ti.

Intenta comprender la situación desde el punto de vista de tu pareja, no desde el tuyo. No se trata de lo que tú harías en una situación similar, no se trata de cómo te sentirías si fueras tú, y definitivamente no se trata de cómo crees que debería sentirse tu pareja.

3. Pide a tu compañero que te explique por qué se siente así o cómo ha llegado a una conclusión que para ti no tiene sentido.

Ten en cuenta que, aunque para ti no tenga sentido (todavía), lo que sienten es muy real para ellos y descartar dicho sentimiento como falso probablemente no lo disipará. Por ejemplo, si tu pareja te dice: "No te importa nada de lo que tengo que decir", tu instinto puede ser defenderte. Puede que pienses: "Claro que me importa...", mientras te sientes irritado porque no lo saben. Tu primera respuesta puede ser defenderte y tachar de falsos los sentimientos de tu pareja, pero la cuestión es que, aunque no sea "cierto", si tu pareja siente que no te importa nada de lo que tiene que decir, y te lo dice... como ya he dicho, es, sin embargo, real para ella. En lugar de ponerse a la defensiva...intenta determinar cómo han llegado a esa conclusión.

Es posible que, tras una inspección más detallada, descubras que has estado emitiendo señales de las que ni siquiera te habías dado cuenta, y puedes aprovechar esta oportunidad para tranquilizar a tu pareja. O puede que tu pareja esté muy equivocada y haya malinterpretado algo, en cuyo caso puedes aprovechar la oportunidad para rectificar la percepción errónea teniendo en cuenta los sentimientos de tu pareja. En cualquier caso, si no eres capaz de salir de ti mismo para ver lo que tu pareja está viendo, aunque no estés de acuerdo con ello... sólo causará frustración en ambos.

Una vez que hayas escuchado a tu compañero y has intentado comprenderlo desde su punto de vista, se va a sentir validado. Esto no significa necesariamente que estés de acuerdo con ellos, sino que lo que dicen y lo que sienten te importa (como debe ser) y que quieres ser el tipo de compañero que lo demuestre.

por Tia Grace