Cuando pierdes a una persona a la que quieres y a una persona que crees que te quiere, tu mundo se derrumba.
Piensas en todo lo que has perdido junto a esta persona y no ves nada bueno en que esto te ocurra.
Y ahí es donde se equivoca.
Cuando alguien tóxico se va de tu vida, en realidad recibes mucho más de lo que has perdido.
Sé que al principio las cosas no parecen así, pero con el paso del tiempo empezarás a verle el lado positivo.
Empezarás a darte cuenta de por qué esta persona tóxica que se aleja de ti es en realidad lo mejor que podría pasarte.
Esta es la historia de una chica como tú.
Una historia sobre una chica que pensó que su mundo se derrumbaría cuando perdió al hombre que amaba. Pero al final, fue ella quien ganó.
1. Su dignidad
Lo primero que recuperó esta chica después de que el tipo que no la merecía la abandonara fue su dignidad.
La verdad es que siempre permitió que él la rebajara y la humillara de todas las formas posibles. Y no sólo eso: también siguió haciéndoselo a sí misma.
Esta relación le hizo perder su orgullo. Se convirtió en una chica que mendigaba el amor y la atención de alguien.
Se convirtió en una chica desesperada que perseguía a un hombre que se negaba a entregarle su corazón.
Pero ahora las cosas son diferentes.
Ha vuelto a ser la niña que era y ha tomado la decisión de no permitir que nadie más juegue con ella.
2. Su confianza
Además de su dignidad, otra cosa que este hombre tóxico intentó arrebatarle fue su confianza.
Cuando se pone a pensar en ello, él pasó la mayor parte de su relación insultándola y haciéndola sentir insegura y como si ella no fuera suficiente.
Y al principio, ella no le creyó porque sabía que sólo lo hacía para encubrir sus propias inseguridades.
Pero con el tiempo, él llegó a ella. Con el tiempo, disminuyó su confianza hasta el punto de que empezó a dudar de cada movimiento que hacía.
Lo hizo hasta el punto de que ella empezó a dudar de sí misma y de su valía.
Pero cuando por fin se deshizo de ese tipo, recuperó la confianza en sí misma y su autoestima.
Le llevó algún tiempo, pero ahora vuelve a creer en sí misma y no hay nada ni nadie que pueda cambiar eso.
3. Sus amigos
La verdad es que mientras esta chica estuvo en una relación con este chico, él se convirtió en el centro de su mundo.
Se centró por completo en él y dejó de lado a todos los demás en su vida, incluidos sus amigos más cercanos y su familia.
Sí, sabía que era una mala idea y que no debía vivir así.
La verdad es que, al principio, ella quería pasar la mayor parte del tiempo con él. Sólo tenía ojos para él y no creía necesitar a nadie más.
Y con el tiempo, se aburrió de este tipo de relación. Quería salir con sus amigos y sentía la necesidad de tener a otras personas en su vida.
Pero fue entonces cuando se puso posesivamente celoso y cuando le prohibió literalmente salir con alguien que no fuera él.
Le lavó el cerebro para que pensara que ninguno de sus amigos era bueno para ella y que él era el único que merecía un lugar en su vida.
Y tristemente, ella le creyó.
Después de que ambos rompieran, esta chica se sentía demasiado avergonzada para acercarse a sus antiguos amigos, aunque era el momento en que más los necesitaba.
Pero con el tiempo, paso a paso, llegó hasta ellos. Y por suerte para ella, la aceptaron de vuelta como si nada hubiera pasado.
Y esto es algo por lo que siempre estará agradecida.
4. Amor propio
¿Alguna vez has amado tanto a alguien que no te quedaba amor para nadie más, ni siquiera para ti mismo? ¿Alguna vez has amado a alguien que te ha hecho odiarte a ti mismo?
Porque esto es exactamente lo que pasaba con esta chica.
La verdad es que ella no se amaba mientras estaba con este tipo. Porque si lo hubiera hecho, no habría soportado que la tratara así.
Y esto le llevó un tiempo entenderlo.
Pero finalmente lo hizo.
Y finalmente recuperó todo el amor propio la hizo perder.
No me malinterpreten: no se convirtió en una persona egoísta o egocéntrica. Simplemente aprendió a cuidar de sí misma y aprendió a ponerse por fin en primer lugar.