Una relación con un maltratador oculto es como si te dieran un puñetazo una y otra vez pero nunca te dieras cuenta de que estabas en una lucha por tu vida hasta que se acaba.

A veces, nos enamoramos tanto de una persona que no somos capaces de ver lo tóxica que es para nosotros. Tendemos a no darnos cuenta de los lados malos de esa persona, ignoramos todos sus defectos y damos lo mejor de nosotros mismos, esperando que podamos hacer que funcione. Pero con los maltratadores nunca es tan fácil. Nunca conseguimos nuestro final feliz mientras siguen en nuestras vidas. Suelen tener más poder sobre nosotros del que nos damos cuenta y, a veces, ni siquiera nos damos cuenta de qué demonios nos ha pasado hasta que se acaba.

Como no vemos que formamos parte de una relación abusiva, tendemos a parecer cadáveres vivientes al final de la historia. Este tipo de relación siempre agota a la víctima y alimenta al maltratador, y es fácil darse cuenta de qué papel pertenece a quién con una simple mirada.

Recuperarse de un abuso oculto es algo que nunca es fácil porque requiere autoconciencia, y es algo en lo que la mayoría de nosotros fracasamos. Para recuperarte, primero tienes que reconocer que formas parte de una relación abusiva.

1. Reflexiona sobre cómo te sientes

Estar en una relación abusiva significa que alguien a tu lado se está aprovechando de ti. Alguien a tu lado tiene un trastorno de personalidad. Alguien a tu lado es tóxico y es tan bueno siendo tóxico que ni siquiera te das cuenta.

Lo que tienes que hacer para entender cuál es tu posición en la relación es pensar en cómo te hace sentir esa persona. Piensa en lo feliz que eres y en cuándo fue la última vez que tuviste la libertad de hacer algo sólo para ti. Piensa cuándo fue la última vez que te permitieron darte prioridad.

Si tienes que pedirle a alguien que te permita ponerte a ti primero, tu relación no es sana. Si no has sido feliz en mucho tiempo y a tu pareja parece no importarle o le parece bien, algo va mal. Si tu confianza ha disminuido mientras estabas en una relación, si te sientes insegura de ti misma, si tu pareja se alegra de verte desgraciada o te manipula emocionalmente para que hagas algo por él y te hace renunciar a ti misma, siento decírtelo, has formado parte de una relación abusiva durante más tiempo del que te gustaría admitir.

2. Edúcate

Una vez que te hayas preocupado lo suficiente como para cuidar de ti misma y hayas dejado que la realidad de formar parte de una relación abusiva se hunda, vas a necesitar tener toda la información para poder proceder de acuerdo con tu situación.

Hay distintas formas de maltrato, distintas clasificaciones de maltratadores y siempre hay algo que puedes hacer al respecto. Utiliza todos los recursos a tu alcance para averiguar todo lo que puedas sobre lo que te ha ocurrido. Averigua a qué te enfrentas y actúa en consecuencia.

3. Despertar

Una vez que sepas de qué has formado parte, no te engañes pensando que puedes seguir teniendo ese tipo de relación o que todo va a ir bien si le das tiempo. Porque no será así.

Necesitas despertar y, por una vez en la vida, ponerte a ti primero porque tu pareja abusiva no va a hacer eso. Necesitas volver a poner tu vida en tus manos y hacer aquello para lo que fuiste traída a este mundo, y puedo apostar a que no fue para ser la víctima de alguien o un alma buena de la que algún parásito pudiera alimentarse.

 

4. Crear límites

Poner tus muros es definitivamente algo malsano, pero no tener límites en absoluto significa que eres un pozo del que cualquiera puede beber, y la gente se aprovechará de ello. La gente beberá hasta secarte el alma si no estableces algunas fronteras.

Distánciate de tu agresor. Por mucho que te duela al principio, será un alivio una vez que te hayas curado. Tú eres quien decide cuánto poder le das a tu agresor sobre ti, y si no quieres tener nada que ver con esa persona, no pasa nada.

No te molestes en explicar tu "no" porque no tienes por qué hacerlo. La única persona a la que le debes algo es a ti mismo. Asegúrate de recordarlo bien.

5. Restaurar lo perdido

En la relación abusiva, perdemos muchas cosas. En la relación que tiene el abuso oculto, perdemos esas cosas tan lentamente y tan discretamente que incluso olvidamos que las teníamos en primer lugar.

Piensa en el tipo de persona que eras antes del primer contacto con tu agresor. Piensa en lo feliz que eras, en la confianza que sentías cuando entrabas en una habitación llena de desconocidos, piensa en lo mucho que te reías y en lo mucho que creías en ti misma.

Piensa en lo mucho que creías en otras personas. Recuerda a cuántos de tus amigos apartaste por lo que tu agresor significaba para ti. Piensa en cuándo fue la última vez que tuviste una conversación sincera con tu familia y recuerda lo grandes que eran los planes que tenías para ti.

Pensando en cómo pintaste tu futuro, ahora despierta tu ambición de ser una persona mejor en un lugar mejor. Puedes hacerlo; puede que te lleve tiempo, pero después de todo lo que has pasado, te debes a ti mismo intentar restaurar todo lo que se ha perdido. Porque nada se pierde de forma permanente.

6. Sigue luchando por ti mismo

No renuncies a intentar que estés mejor. No dejes de invertir en ti, en tu felicidad, en tu curación o en tu futuro.

No renuncies a recuperarte hasta que estés segura de que todo signo de maltrato está expulsado de tu sistema. Se te permite poner tus necesidades como máxima prioridad. Puedes ser egoísta porque fuiste demasiado generoso durante demasiado tiempo.

Haz lo que te haga feliz. Persigue lo que te hace sonreír y te hace sentir mejor contigo mismo. Y nunca dejes de hacerlo. Porque por mucho que tu maltratador te dijera que eras egoísta, hay alguien que sabrá la importancia del amor propio y que nunca lo confundirá con egoísmo.

No te precipites, no empeores las cosas estresándote pensando por qué no ha terminado todavía. Estas cosas llevan su tiempo. Si te das tiempo, te darás el espacio suficiente para no volver a cometer el mismo error.

Una vez pasaste por un infierno y ni siquiera fuiste consciente de ello hasta que estuviste medio quemado. Ahora mereces ser feliz y debes darte tiempo para que la persona adecuada entre en tu vida y te lleve por los cielos. Cuando acabe tu tormenta, será el momento de que brille el sol.

Véase también: 8 cosas que pasan cuando dejas una relación abusiva