Las personas manipuladoras están a nuestro alrededor. Al dominar el arte del engaño, ni siquiera somos capaces de detectarlas entre la multitud, ni de protegernos de sus juegos mentales y de la fachada que ponen en su rostro para que nunca conozcamos su verdadero rostro.
Su naturaleza manipuladora y egoísta siempre acaba pasando desapercibida. Nos damos cuenta demasiado tarde de que no hemos sido más que una marioneta para que el manipulador de nuestra vida nos controle y haga lo que quiera.
Para ayudarte y para que todo el mundo entienda lo importante que es huir de este tipo de personas, te voy a dar unos cuantos rasgos muy comunes de las personas manipuladoras:
1. Muestran un comportamiento pasivo-agresivo
La mayoría de las veces, personas manipuladoras son pasivo-agresivos. Ni siquiera sabrás qué ha ido mal y qué ha pasado y por qué no te hablan, solo intentan salirse con la suya.
Ser pasivo-agresivo sólo tiene dos resultados posibles: el primero es que te enfades con ellos por su comportamiento o, en segundo lugar, su comportamiento les convertirá en una víctima en la que correrás a hacer lo que haga falta para que la situación vuelva a ser la correcta.
En ambos casos, el manipulador está consiguiendo lo que quería de ti.
2. Te presionarán
Una persona manipuladora te presionará para que pienses o hagas cosas para las que no estás preparado. Las cosas que te presionan a hacer probablemente no tengan ningún beneficio para ellos más que un buen rato.
Cada vez es más frecuente que los hombres presionen a las mujeres para que mantengan relaciones sexuales o tengan una determinada mentalidad que les atraiga.
Esto también se aplica a tu grupo de amigos; si tu "amigo" intenta presionarte para que hagas algo de lo que no eres muy fan, entonces tienes un manipulador delante de ti.
3. Te insultan a ti y a los demás
No es lo mismo que cuando estás en un grupo de amigos y todos estáis bromeando y riéndoos los unos de los otros en broma, pero una persona manipuladora lo lleva todo a otro nivel en el que ni siquiera te das cuenta de lo que está pasando.
Son groseros y agresivos por naturaleza y no importa lo emocional y frágil que seas, no pararán por ello.
Al parecer, un manipulador cree que está muy bien hundir a los demás y hacerles sentir desgraciados.
4. Nunca asumen la culpa
Algo muy especial en el país de los manipuladores es la forma en que proyectan sus propios defectos en otra persona sin ni siquiera sentirse un poco culpables por ello.
Es como todas esas veces que hacías un proyecto junto con alguien y si algo fallaba te echaban la culpa a ti, aunque tú no tuvieras nada que ver.
Simplemente no saben cómo asumir la culpa y afrontar las consecuencias, prefieren pelearse todo el día y echar la culpa a otro, aunque el problema sea realmente pequeño.
5. Nunca han oído hablar de los límites
Las personas manipuladoras tienen el impulso de traspasar constantemente los límites de los demás para sentirse superiores. Para ellos, el éxito y la satisfacción son mucho más importantes que el bienestar de los demás.
Por eso simplemente no les importa si van a herir a alguien mientras consiguen su objetivo, ya que todo lo que pueden ver es el objetivo en sí.
6. Inducen a la culpa
Algo que ocurre muy a menudo en las relaciones con manipuladores es que hacen que la otra persona se sienta culpable por tomarse un tiempo a solas o simplemente alejarse durante un tiempo, porque resulta agotador.
Si tu novio es un manipulador, te hará sentir culpable por salir con tus amigas y te dirá que las quieres más que a él o que no te importa nada o incluso que nunca estás ahí para él.
7. Moldean la verdad a su conveniencia
Bueno, un manipulador te dirá la verdad, pero... ¿es toda la verdad completa? No. Los manipuladores tienden a decirte una verdad a medias que les beneficia más por la razón que sea.
Lo más extraño de todo es que ni siquiera piensan que su comportamiento es malo, así que continúan.
En su mundo, es mejor moldear la verdad que decir una mentira descarada, pero seamos sinceros, al final es lo mismo.