Hola forastero. Ha pasado tiempo, ¿verdad?
Supongo que te preguntarás por qué desaparecí, por qué corté todos los lazos tan de repente. Bueno, para ti fue de la nada, pero para mí... A mí me parecieron siglos.
Esperándote, siendo tu último recurso, con la esperanza de convertirme en tu prioridad. Esperando que de algún modo te decidieras y finalmente decidieras qué era lo que querías: a mí o la libertad.
Pero nunca lo hiciste, así que tuve que irme. No es que me cansara de quererte. Me cansé de muchas cosas, pero amarte nunca fue una de ellas.
Me cansé de sentirme solo a tu lado. Estar ahí, a tu lado, pero tan lejos. Tocarte, pero sólo para verte alejarte cada vez más.
Estando contigo, pero sintiéndome tan sola, porque sabía que era la única que amaba. Sabía que era la única que quería seguir adelante. Sabía que no te importaba lo suficiente para que haga un cambio.
Lo sabía, y aún esperaba que cambiara. Aún esperaba que mi amor fuera lo bastante fuerte para que me vieras.
Me cansé de esperar en vano. Esperando que de algún modo te hicieras hombre y tomaras una decisión. Que algún día me esperarías con los brazos abiertos, con esa media sonrisa en la cara que tanto me gusta.
Que me estrecharas en tu abrazo y me hicieras perderme en tu calor, en tu cuerpo. Que me ahogara en la profundidad de tus ojos azules. Pero ni una sola vez lo hiciste y todo mi cuerpo sintió dolor por ti.
Mi alma, mi mente, mi corazón. Todo lo mío te pertenecía, pero ni siquiera tu sonrisa me pertenecía.
Me cansé de fingir que estaba bien con esto. No tienes ni idea de lo doloroso que es ver a alguien a quien quieres coquetear con otras mujeres. Escuchar a alguien a quien amas presumir de lo increíble que es esto entre vosotros dos, pero cuando no es una relación. Cada vez que apartabas la cabeza de mi beso, me rompía.
Cada vez que hablabas de otras mujeres que habías conocido, me rompía. Cada vez que me hacías concebir esperanzas de que te preocupabas por mí, sólo para destrozarlas, aunque sólo fuera el otro día, me rompía un poco más.
¿Cuántas veces puede romperse un corazón y seguir latiendo? ¿Cuántos moratones puede tener mi alma y seguir sana?
Me cansé de tus juegos. Sabías que te amaba, pero aún así no hiciste nada al respecto. No podías dejarme ir, pero tampoco podías retenerme.
No podías sacrificar tu libertad por mí, pero querías que yo sacrificara la mía por ti. Me mantuviste ahí como una red de seguridad, para que cuando todo lo demás fallara, supieras que me tenías a mí. Pero merezco algo más que ser la red de seguridad de alguien, merezco algo más que estar a tu lado.
Merezco ser amada con el mismo amor con el que te amaba a ti.
Me cansé de ser tu "casi". ¿Hay alguna palabra más triste que "casi" para describir el amor? ¿Para describir cualquier cosa relacionada con él? Casi lo logramos, casi éramos algo, casi se enamoró de mí.
Simplemente me cansé de esa palabra que era atrapado dentro de mi mente...dentro de mi corazón. La palabra que atravesaba mi alma, que se clavaba en mi corazón con cada latido.
Me cansé de ser casi cuando quería serlo todo. Quise ser tu todo, pero nunca lo fui.
Es duro esperar a alguien que sabes que no será tuyo, pero es aún más duro renunciar a él cuando es todo lo que quieres. Pero es la decisión que debo tomar para mantener la cordura.
Esa es la decisión que debo tomar para liberarme de tu amor, porque sé que nunca será completamente mío. Nunca dejará de ser "casi amor" y yo merezco más.
Merezco a alguien que esté dispuesto a comprometerse, alguien que respete mi amor por él, que me quiera como yo le quiero a él. Merezco ser la primera opción de alguien, en lugar del último recurso.