A veces nos quedamos demasiado tiempo y nos esforzamos demasiado en una relación que sabemos que no funciona. Ese tipo de relaciones se llaman relaciones tirita.
Simbólicamente, sólo hay una tirita que mantiene unidas a dos personas.
Las cosas que impiden que todo se derrumbe son tan diminutas e insignificantes, y sin embargo son tan poderosas que hacen que la gente se quede mucho tiempo después de saber que deberían marcharse.
Las relaciones con tiritas son muy difíciles de detectar. Sobre todo porque nos cuesta admitir que estamos en una.
Primero tenemos que ser brutalmente honestos con nosotros mismos, admitir que vamos por mal camino y ver si aún podemos hacer algo para arreglar las cosas o si es mejor alejarse.
Si estás en una relación de tiritas, algunos o todos los signos que se enumeran a continuación te resultarán familiares:
1. Nunca se sabe si van a pasar tiempo juntos o cuándo.
Digamos que se acerca el fin de semana y no tienes ni idea de si pasarás algo de tiempo con tu pareja. Eso no suena bien, ¿verdad?Parece incapaz de hacer planes con antelación. Cada idea para una cita o para pasar el rato en casa surge último minuto. Estar juntos no se trata como una prioridad y eso está mal.
Las parejas que mantienen relaciones significativas están deseando verse. Cuando pasan algún tiempo separados, parece que algo falla. De lo contrario, se trata de una clara señal de una relación tirita.
2. Crees que tu relación está fracasando cuando la comparas con las relaciones de las personas que te rodean
Miras todas las relaciones felices que te rodean y te compadeces de ti mismo porque te estás perdiendo muchas cosas.Te alegras por tus amigos, claro. Pero también te entristece ver que sus parejas se esfuerzan al máximo mientras que la tuya es incapaz de mover un dedo.
Las comparaciones nunca son una buena idea, pero en el momento en que empiezas a hacerlas es cuando tienes que admitirte a ti mismo que no estás satisfecho con tu relación.
3. Estás agotado y no tienes más fuerza de voluntad para trabajar en arreglar tu relación
Hace tiempo que te sientes como si estuvieras chocando contra un muro y pareces incapaz de encontrar una solución a los problemas o a la insatisfacción que sientes en tu relación.Has hablado con tu pareja más veces de las que puedes contar. Prometes que harás todo lo que puedas. Los dos cumplís lo que decís. Se esfuerzan.
Pero al cabo de unos días, todo vuelve a ser como antes. Vuelven a las andadas y tú estás harto de ser el único que lo intenta.
Al final, dejas de intentarlo. Te das cuenta de que no tiene sentido. Así que te limitas a existir en esa relación sin ninguna esperanza de ser realmente feliz en ella.
4. Realmente crees que tener cualquier relación es mejor que ninguna
Primero sé abierto y sincero contigo mismo. Temes tanto estar solo que realmente crees que estar en una relación de mierda o mediocre es mejor que estar soltero.Estar soltero no siempre es fácil, pero tiene muchas ventajas que ahora mismo no estás viendo. Si el miedo a la soltería es lo único que te mantiene unido a tu pareja, te estás convirtiendo en un ejemplo de libro de texto de alguien con una relación tirita.
5. El amor se ha transformado en hábito
Esto es especialmente cierto en el caso de esas relaciones duraderas que parecen seguir y seguir aunque no funcionen.Las personas que mantienen relaciones duraderas están tan acostumbradas la una a la otra que no pueden imaginar otra cosa. Temen todo lo demás.
La sensación de estar enamorados es un recuerdo lejano, viven una vida de compañeros de piso, toda la química y la tensión sexual se fueron por la ventana y lo único que queda es esa sensación de familiaridad.
Cuando una persona pasa tanto tiempo en algo que es malo para ella, lo malo empieza a parecerle bueno porque ha olvidado cómo era cuando todo era genial.
Así que si te encuentras en una relación duradera que no va a ninguna parte y que no te hace feliz, no te arrepientas de los años que has invertido en ella.
Los años pasarán de todos modos. Si usted quedarse demasiado tiempola tirita que os mantiene unidos se romperá y vuestra relación tendrá un final inevitablemente desastroso.
6. Estás enamorado del potencial que tiene tu relación, no de lo que tenéis ahora
No estás viviendo el momento. El momento actual de tu relación no es lo que quieres ni lo que soñabas.Por eso avanzas mentalmente hacia un futuro en el que todo vuelve a ser perfecto. Donde tu relación es todo lo que soñaste y más.
Eso no es real. Tu falta de voluntad para afrontar la situación actual de tu relación te está haciendo engañarte a ti misma pensando que todo se solucionará milagrosamente en el futuro.
Lo más probable es que no. Las cosas seguirán igual. Los problemas que tienes probablemente empeorarán con el paso del tiempo. Si no se pueden resolver, lo mejor que puedes hacer es marcharte y encontrar la felicidad en otra parte.
¿Qué puede hacer al respecto?
Si hablar abierta y sinceramente con tu pareja de todo lo que va mal en vuestra relación no sale como esperabas, hay algunas cosas que debes hacer.
1. Pregúntate: "¿Es ésta la persona con la que me veo cuando sea viejo y canoso?".
No respondas de inmediato. Piensa largo y tendido. ¿Realmente crees que puedes ser feliz con ellos? ¿Han hecho algo para demostrarte que les importas tanto como a ti?
¿De verdad crees que van a cambiar su comportamiento si no lo han hecho ya? ¿Ya les has dado tiempo y oportunidades suficientes?
Y lo que es más importante, ¿podrás soportar que se comporten como lo hacen durante el resto de tu vida? Si la respuesta a esta pregunta es negativa, sabrás que no necesitas quedarte en esa relación por más tiempo.
2. Sé sincero contigo mismo y determina qué es lo que te mantiene unido a esa persona
Si te encuentras con respuestas del tipo: "Llevamos juntos mucho tiempo y no puedo dejarlo ir sin más", "Quizá otra persona sería aún peor" o "No quiero volver a estar solo", no son razones suficientes para quedarte.
La costumbre, la seguridad, la familiaridad y la esperanza no deberían ser lo único que te mantenga en una relación. Te mereces más que eso. Te mereces ese amor incondicional, que todo lo consume y compromete. Si no lo tienes, no te conformes.
3. Comunicarse y ver su versión de los hechos
Queremos respuestas y las queremos ya. A veces nos pasamos de la raya. Nos fijamos en cosas que nos molestan y no tenemos realmente en cuenta a nuestra pareja.
Tenemos que hablar menos y escuchar más. Toda historia tiene dos caras. Cuenta la tuya y escucha la suya. Intenta encontrar puntos en común. Si los dos estáis dispuestos a trabajar en vuestros problemas, si a los dos os sigue importando, quizá aún haya esperanza.
4. Determinar un límite de tiempo
A veces nos quedamos tan atrapados en nuestra esperanza de que las cosas mejorarán con el tiempo que le damos demasiado tiempo. Antes de que nos demos cuenta, pasan los años y todo sigue igual, si no incluso peor.
Por eso hay que fijar un límite de tiempo que sea suficiente para ver si las cosas mejoran. Prométete a ti mismo que respetarás ese plazo.
Comprueba por ti mismo cuánto tiempo quieres que dure: un mes, tres meses... pero recuerda: más de seis meses es demasiado. Si nada cambia para entonces, nada cambiará nunca.