No importa si has sido traicionado o abandonado por alguien a quien apreciabas profundamente cuando más lo necesitabas, si has pasado años al lado de una persona narcisista y tóxica, si te han engañado o si has sufrido abusos físicos, emocionales o sexuales: el resultado final es el mismo: has pasado por el infierno y has vuelto.
Has sido dañado por las acciones de otras personas y eso te persigue hasta el día de hoy.
La conclusión es que, en algún momento del pasado, pasaste por cierto trauma que dejó cicatrices inborrables en tu corazón.
Un trauma que te hizo pedazos y cambió para siempre la esencia de lo que eres como persona.
Sin embargo, contra todo pronóstico, por suerte para usted, ninguna de las cosas que pasaron consiguió destruirte.
A pesar de que te convencieron de que estás dañado sin remedio, a pesar de que te manipularon para que pensaras que no sirves para nada y a pesar de que realmente empezaste a creer que eres no destinado a ser amadoDe alguna manera, tienes la fuerza para recomponerte y superar todos los obstáculos que la vida te ha puesto delante.
De alguna manera, conseguiste la fuerza para levantarte después de caerte e iniciar el proceso de curación sana después de todo el dolor por el que has pasado.
Sé que todo lo que te ha pasado es aterrador, doloroso y va más allá de las palabras.
Afrontémoslo: destrozaría a cualquiera, y mucho menos a la chica vulnerable que solías ser.
Así que lo último que quiero hacer es menospreciar la intensidad y la importancia del dolor y el impacto que tuvo en ti como persona.
Sin embargo, sólo quiero pedirte que no dejes que defina la persona que eres.
Sí, los traumas por los que has pasado te han moldeado para convertirte en la mujer que eres hoy.
Sí, te ayudó a crecer y te convirtió en una persona diferente.
Pero no es lo único que importa de ti y, desde luego, no es lo único que puede describirte.
No me malinterprete: no le estoy aconsejando que reprimir sus emociones o empezar a actuar como si esos hechos nunca hubieran tenido lugar.
No te digo que hagas como si no te hubieran afectado en absoluto, ni te aconsejo que intentes borrarlos de tu memoria porque eso no sería posible.
En lugar de eso, acepta el trauma y el dolor que te causó. Acéptalo, míralo directamente a los ojos pero no te identifiques con él.
Haz todo lo posible por no sentir lástima de ti mismo.
Haz todo lo posible por dejar de verte sólo como una víctima que superó un trauma, porque eres mucho más que eso.
Recuerda-no eres más que una versión mejorada y más feroz de la chica que solías ser.
Sigues siendo una mujer, una hija, una amiga, una novia...
Sigues siendo alguien con mucho potencial, una mujer fuerte capaz de hacer lo que se proponga y una chica badass que tiene mucho que ofrecer al mundo.
Sigues teniendo derecho a ser feliz y a sentir otras emociones además de la tristeza y la rabia.
Se te permite tener fe en un mañana mejor, se te permite ser optimista y creer que algún día tu vida saldrá bien.
Así que, por favor, no dejes que este trauma del pasado te persiga hasta el día de hoy.
No dejes que te controle, ni siquiera ahora que lo has superado y vencido con éxito.
Sé que tu camino de recuperación parece interminable.
Sé que hay momentos en los que estás convencido de que no lo conseguirás y de que todo lo que has pasado en el pasado te afectará y te comerá vivo.
No obstante, cada vez que le pasen por la cabeza pensamientos similares, recuerde que ha llegado hasta aquí.
Piensa en todos los progresos que has hecho y sigue empujándote hacia adelante, incluso cuando sientas que no puedes hacerlo.
Cada vez que pienses en rendirte y echarte atrás, recuerda que no eres una víctima.
En cambio, eres una superviviente, una heroína y una ganadora. Y saldrás de esta más fuerte que nunca.