No deberías sentirte solo. La cantidad de ansiedad que bulle en tu interior, esos pensamientos y sentimientos que realmente no puedes controlar, siguen atormentándote.
Pero déjame decirte que el hecho de que estés solo no significa que el mundo se esté acabando.
Este sentimiento de soledad es más fuerte por la noche, ¿verdad? Cuando todas las luces están apagadas y lo único que se oye son algunos coches que atraviesan el barrio.
Es el momento en que estás solo con tus pensamientos y solo con el día que ha pasado. Por eso tienes que mirar a tu alrededor.
Estás solo. Ahora estás con la única persona que realmente ha estado a tu lado todo este tiempo.
Estás con el único amigo que te ha cubierto las espaldas desde el principio.
En muchas ocasiones, olvidamos que tenemos que apreciarnos más a nosotros mismos porque, al final, nos quedamos solos.
Nadie puede leer tus pensamientos, nadie puede sentir esa ansiedad dentro de tu pecho cuando necesitas ir al dentista o ese corazón que se derrumba cuando te han hecho daño.
No hay nadie que te conozca mejor que tú mismo y, aun así, pones a los demás en lo más alto de tu lista de prioridades.
Incluso tú lo pusiste ahí. El hombre que casi te hizo renunciar por completo al amor, el hombre que nunca quiso que fueras feliz.
Era más importante para ti que tú mismo, así que ¿por qué no cambiarlo de una vez?
Es el final del día. Todos tus amigos se han ido a casa, él ya no está para cogerte de la mano, pero tú te tienes a ti misma.
Créeme, eres el mayor regalo que puedes hacerte a ti mismo. Y no importa lo que puedas pensar, no es patético.
La gente nos engaña haciéndonos creer que amar el tiempo a solas y ser capaz de llevarse bien con uno mismo no son más que actos de egoísmo que no te aportan amor verdadero ni ningún valor.
Pero déjame ser el primero en decirte que el único amor verdadero que puedes encontrar está dentro de ti mismo.
Todo el amor y el respeto y todas las cosas que necesitas para la verdadera realización están dentro de ti. Porque no estás aquí para satisfacer las necesidades de nadie más que las tuyas propias.
Y eso vale también para cualquier otra persona de este mundo.
Si eres alguien que ha aprendido a depender de otros para su seguridad y amor, entonces debo decirte que no eres realmente feliz.
Deberías confiar en ti mismo para estas cosas.
Cuando las luces están apagadas y estás solo en tu habitación, nadie está ahí para consolarte o decirte que tu mente está jugando contigo.
En estas situaciones, todo es tan real y tu ansiedad se hace más difícil de manejar cada noche.
Empiezas a dudar de ti mismo, empiezas a sentir que algo puede ir mal, pero créeme, en el momento en que te aceptas a ti mismo por todos tus defectos y todos tus lados asombrosos, no hay nada que pueda hacerte sentir tan inseguro nunca más.
Al fin y al cabo, te tienes a ti mismo.
Incluso cuando todo el mundo se ha ido, incluso cuando todo está en silencio y oscuro, todavía te tienes a ti mismo.
En los momentos en que sientes que no hay nadie a quien puedas recurrir y nadie que te comprenda, en esos momentos, lo más importante es recordar que te tienes a ti mismo.
Y eso no te lo puede quitar nadie.
Puede que la gente intente convencerte de que quererte a ti mismo es egoísta, de que estar ahí para ti no es lo que necesitas, ¡pero puedes luchar contra eso!
Por eso, la próxima vez que te sientas asustado, solo y abandonado, recuerda a la única persona que nadie puede arrebatarte y agradécete por ello.
Sólo recuerda todas esas veces en las que podrías haberte rendido, todas esas veces en las que la vida parecía demasiado dura, demasiado aterradora, y todas esas veces que sentiste que no eras lo suficientemente bueno para nada de esto.
Bueno, ¿adivina qué? Hoy estás aquí con nosotros.
Porque elegiste ser fiel a ti mismo.
No lo olvides nunca.