¿Has conocido alguna vez a una chica que no necesita que nadie la complete? ¿Una mujer fuerte e independiente que no pide el apoyo financiero o emocional de nadie? ¿Has conocido alguna vez a una chica que esté tan acostumbrada a valerse por sí misma que, con el tiempo, se haya vuelto completamente autosuficiente?
Si lo has hecho, sabrás que esta chica es diferente a cualquier otra que haya pasado por tu vida. Sabrás lo especial y única que es. Si alguna vez has conocido a una chica como esta, sabrás que ella es única en su clase.
No me malinterpretes. De ninguna manera estoy tratando de convencerte de que ella es perfecta porque está lejos de serlo. Esta chica es un reto, y es todo menos fácil de conseguir.
Estar con esta chica requiere mucho esfuerzo porque te dará mucho, pero también te pide mucho a cambio.
Pero si realmente quieres amarla, tendrás paciencia y todo valdrá la pena.
La diferencia entre ella y todas esas otras mujeres es que ella quiere estar contigo aunque no tenga que hacerlo ni lo necesite. De todos los hombres que la rodean, sólo te ha elegido a ti para que la tomes de la mano en los momentos difíciles.
Te eligió para que fueras su compañero en este viaje llamado vida. Te eligió para que fueras su compañero en todos los sentidos de la palabra.
Nunca pienses que esta chica está contigo sólo porque tiene miedo de que le acabar solo porque eso no puede estar más lejos de la verdad. No está contigo sólo para tener a alguien cerca cuando necesita un acompañante o cuando echa de menos el sexo.
Ella no te elija a ti porque no tuvo otra opción que conformarse con el primer chico que apareció en su vida. No lo hizo porque necesitara el apoyo o la orientación de alguien.
No estará perdida e incompleta sin ti. Su vida seguirá teniendo sentido aunque no te tenga a ti.
Cuando elige ser tuya, no te necesita para estar completa. Nunca pensará en ti como su otra mitad, y puede vivir perfectamente sin ti, pero prefiere compartir su vida contigo.
Y cuando una chica así te elige, puedes considerarte muy especial. Porque ella no deja entrar a la gente así como así.
Sabes, ella ha pasado por mucho. Todos en los que confió la traicionaron. Todos los que amaba la abandonaron.
Y con el tiempo, aprendió que no podía contar con nadie más que con ella misma. Aprendió que sólo puede contar consigo misma porque todos los demás la traicionarán tarde o temprano.
Con el tiempo, empezó a tener miedo de dejar entrar a alguien. Tuvo miedo de acostumbrarse a necesitar a alguien de la misma manera que se acostumbró a estar sola.
Le asustaba acostumbrarse a tener a alguien que le cubriera las espaldas en las buenas y en las malas. Miedo de acostumbrarse a tener alguien que la coja cuando se caiga y alguien que recoja sus pedazos cada vez que se rompa.
Esta chica ha pasado años construyendo fuertes y gruesos muros emocionales para proteger su corazón. Y si planeas derribar estos muros, prepárate para quedarte.
No lo hagas si vas a romperle el corazón, asumiendo que nada puede hacerle daño. No entres en su vida si no piensas formar parte de ella.
No lo hagas si piensas marcharte al primer indicio de problemas. No hagas que se enamore de ti si no puedes comprometerte a quedarte con ella incluso en los días más oscuros.
No hagas que te ponga por delante de ella misma, si planeas tratarla como si perteneciera al final de tu lista de prioridades. No la manipules para que te dé prioridad si planeas tratarla como si tu segunda opción.
No hagas que confíe en ti si piensas jugar con esa confianza. No le hagas creer que puede confiar en ti si piensas abandonarla cuando empiece a necesitarte.
Porque lo último que quiere es que la vuelvan a herir. Lo último que quiere es acostumbrarse a tener a alguien cerca solo para que la vuelvan a dejar colgada.
Así que, si planeas amar a una chica que está acostumbrada a estar sola, hazlo bien o no lo hagas. Si planeas derribar sus muros, asegúrate de que vales la pena.