Querido futuro esposo,
¿Por dónde empezar? Has decidido quedarte conmigo a lo largo de mi loca aventura con la parálisis cerebral, y has elegido quererme por mí.
Te lo agradeceré un montón mientras me esperas de pie, mientras me tomo mi dulce tiempo caminando por el pasillo hacia ti en mi andador LiteGait, con mi precioso vestido corto y blanco en las montañas de Tennessee.
Gracias por ser ese especial que nunca vio mi discapacidad como un obstáculo, sino que lo veía por su belleza, igual que yo veo mi condición como algo bello e inspirador para los demás.
Gracias por quererme a pesar de mi situación y gracias por estar a mi lado cuando los tiempos se ponen difíciles. Me has cogido de la mano en medio de la tormenta y nunca me la has soltado a pesar de que la sociedad te decía que eso era exactamente lo que debías hacer. No les has hecho caso y has permanecido a mi lado.
Gracias por ser tan paciente conmigo. Gracias por ser tan gentil conmigo. Gracias por subirme y bajarme de tu coche y de diferentes lugares solo porque me querías y querías enseñarme el mundo.
Gracias por ver mi verdadera belleza tal como es. Gracias por no avergonzarte cuando estamos sentados en un restaurante y me da un ataque de espasmos y se me derrama todo el refresco encima. Gracias por estar dispuesto a aguantarme a mí y a mis retos. Gracias por todo lo que harás por mí.
Sé que algunos días pueden no ser fáciles con el viaje de lidiar con la parálisis cerebral y todo lo que conlleva. Gracias por ser el hombre fuerte que sé que eres, pero sobre todo, quiero darte las gracias por ser tú mismo.
Te quiero siempre y para siempre.
Su futura esposa
por Tylia Flores