La sensación de desesperanza que me dejaste era innegable. Puse todo de mí en ti, para no recibir nada a cambio.
Esperaba que algún día volvieras. Pero otra parte de mí sabe que me abandonaste por más de una razón. Te deseo la mejor de las suertes en tu viaje. Espero que un día encuentres la felicidad que no pudiste encontrar en mí.
Tras notar esas fluctuaciones en tus acciones, supe que lo nuestro se había acabado.
Yo ya no era tu principal prioridad
Pensé que lo que estabas pasando era sólo una fase. Pasaste menos tiempo buscándome. Ya no hacías planes para verme.
Las llamadas llegaban cada vez menos. Sólo quería creer que tal vez volvería la persona carismática y persistente que solías ser.
Véase también: Tu distanciamiento me está matando
Perdiste interés en mí
Intenté ganarte de nuevo pero sabía que yo no era el problema. El interés que tenías por mí había desaparecido. Empecé a darme cuenta de que cuanto más me empujaba sobre ti, más huías.
Tu mente estaba en otra agenda. Tenías tus propios objetivos, aspiraciones y realidades que no podías cumplir conmigo como compañero de por vida.
Hice todo lo que pude para que volvieras a quererme. No fui capaz de satisfacer tus necesidades. Ahora mi amor se lo daré a alguien que me desee tanto como yo a ellos.
Tenías otros
No tienes que mentirme. Lo supe todo el tiempo. Sabía que no sólo estabas centrado en mí. Vi la forma en que actuaste cuando te acusé de tener otras. Nunca fui suficiente para ti.
Por eso tuviste que buscar otras versiones de mí. Para lograr un sentimiento de admiración que yo no podía proporcionarte. Te lo di todo. Los otros que tuviste al lado sólo te hicieron sentir más vacío. Podría haberte dado todo lo que me pediste.
No estabas preparado para sentar la cabeza
Siempre fui demasiado maduro para mi propio bien. Mis expectativas crecían a medida que me hacía mayor. Esto me dejaba cada vez más insatisfecha. Intenté hablarte de nuestros planes de futuro juntos.
La verdad era, no estabas preparado para sentar la cabeza. En cambio, me hiciste creer que un día lo serías. Te creí. Ahora, me siento más sola y desanimada que nunca.
Ahora, vivimos nuestras vidas en espectros completamente diferentes. Diferentes ciudades. Estilos de vida diferentes. Una parte de mí desea que no tuviera que ser así. Mi corazón anhela que vuelvas. Espero que estés contenta en cualquier dirección a la que la vida decida llevarte.
Te rendiste conmigo.
Y espero que un día busques a una persona que te llene de una forma que yo no pude. Te deseo lo mejor para ti y tus esfuerzos.
por Isabella Piper