En cualquier matrimonio, una de las cosas más importantes que debe tener siempre presente es asegurarse de que su cónyuge sabe que usted lo amo.
Pase lo que pase.
Todos tenemos nuestra propia forma de expresar el amor que sentimos por nuestros cónyuges y, sinceramente, no hay una forma equivocada de amar.
Todos hacemos lo que podemos y rezamos para que sea suficiente.
El matrimonio es un trabajo duro, y no siempre va a ser divertido bajo el sol, por lo que saber cómo amar a su marido a través de los días más oscuros es vital para su relación.
Siempre habrá gente que te diga cómo hacer las cosas, pero siempre debes seguir tu instinto y hacer lo que te parezca correcto para ti. usted.
Todo lo demás no es más que ruido blanco.
Al fin y al cabo, eres tú la que está casada y la que está pasando por todos los altibajos, así que nadie más que vosotros puede saber qué es lo mejor para ti y para tu marido.
Ese sentimiento de amor puro siempre debe provenir de ese lugar genuino dentro de ti.
Nunca hay que forzarlo. Tiene que ser algo natural para ti, de lo contrario se volverá tóxico y se comerá tu relación.
Cuando se trata de mi matrimonio, la única persona a la que escucho es a mí misma.
Mi marido y yo hemos pasado por muchas cosas juntos, y nadie le conoce como yo, así que siempre confío en mi instinto y me dejo guiar por él.
Sé de primera mano lo difícil que puede ser el matrimonio.
Tienes a tu lado a esa persona que va contigo por la vida y, a veces, es la sensación más tranquilizadora del mundo... y, sin embargo, a veces, te sientes tan asfixiado.
Si algo he aprendido en los últimos años... es que el amor no siempre es suficiente.
Puedes querer mucho a tu marido, pero sin sacrificio, esfuerzo y perdón, nunca llegarás lejos.
Sé que le quieres de verdad. Pero a veces, es importante demostrarle que no es se da por sentado.
Podría acabar siendo lo que salve tu matrimonio algún día.
Puede que hayas pasado por una mala racha o que sientas que le has descuidado y quieras demostrarle lo mucho que te importa.
Sea lo que sea, esfuérzate y demuéstrale a tu hombre que significa mucho para ti.
Todos anhelamos ese tipo de amor que todo lo abarca y que nos hace sentir que todo es posible.
Ya sabes, el brillo en los ojos de tu marido cuando te mira y puedes sentir cuánto te adora.
Y todos merecemos sentirlo.
Así que si tienes un marido al que quieres y que te quiere, demuéstrale que él es tu mundo y esfuérzate siempre por poner tu matrimonio por encima de cualquier otra cosa.
Cuando él se sienta valorado e importante, se reflejará en su forma de ser como marido.
Vas a sentir su amor por todo tu cuerpo, y no habrá un momento en el que no te sientas agradecido por tus bendiciones.
Hay muchas formas de querer a tu marido y demostrarle lo mucho que te importa.
La mayoría de las veces, son esas pequeñas cosas cotidianas las que resultan ser lo más importante de todo.
Así que sigue leyendo y descubre cómo amar a tu marido de forma que se sienta el tipo más afortunado de la planta por tenerte como esposa.
1. Intenta ser amable incluso en los días en los que no te resulta fácil serlo.
Esto es duro. Habrá días en los que no podrás mirar a tu marido.
Claro que le quieres, pero a veces va a ser tan duro que sólo querrás gritarle en la cara e irte por ese día.
Y en ese tipo de días, entrénate para mantener la calma todo lo que puedas, y encuentra un pensamiento amable en tu cabeza.
Ese es el último signo de amor verdadero.
Cuando puedes encontrar una palabra amable que decir incluso en días en los que realmente no quieres hacerlo, sabes que realmente quieres a esa persona.
Aunque tu mal humor no tenga nada que ver con él.
Puede que tengas un día duro en el trabajo, o que te estés peleando con tu madre; sea lo que sea, no la pagues con él.
Si no te apetece hablar, no pasa nada. Eso sí, no arremetas contra tu marido porque cuando te calmes te sentirás mal sin duda.
Practica la amabilidad tan a menudo como puedas, independientemente de lo que estés pasando, y un día te resultará más fácil enfrentarte a las cosas difíciles.
Tu perspectiva será mucho más sana y tu relación no se resentirá.
2. Dale la oportunidad de estar a solas con sus pensamientos cuando sientas que necesita espacio
Solía bombardear a mi marido a diario con un montón de ideas, cotilleos y todas las cosas que me importaban (sobre todo cosas relacionadas con chicas) porque sentía que él se había apuntado a eso, y debería poder escucharme siempre que me apeteciera.
Pero entonces me di cuenta de una cosa. Todas las personas de este planeta merecen su espacio y un tiempo a solas. Mi marido no era una excepción.
Sé que no me apetece escucharle hablar sin parar de su liga de fútbol de fantasía y de un montón de cosas de tíos que no me interesan, así que ¿por qué voy a molestarle con cosas de las que puedo hablar fácilmente con mis mejores amigas?
Me pongo intenso y puedo serlo mucho, lo admito.
Y no es justo esperar que mi marido aguante eso y no tenga en cuenta cómo se siente en ese momento si estoy siendo demasiado.
Los maridos también necesitan su espacio. No tienen por qué escucharnos siempre que queramos porque se merecen un descanso tanto como nosotras.
Así que no te pongas demasiado intenso con él y esperes que sea todo oídos las 24 horas del día.
Dale un poco de espacio sin hacerle sentir culpable. Tiene todo el derecho a tenerlo.
3. Encuentre un pasatiempo que ambos puedan disfrutar por igual como pareja
Nada lo hará acercarte ¡como pareja que hacer cosas de pareja! Busca una afición que os guste a los dos y atrévete con ella.
Si le gusta algún deporte, pruébalo con él. Si es un fanático del fitness, ve al gimnasio con él y deja que sea tu compañero de gimnasio.
Te animará y motivará como nadie más podría hacerlo.
Se trata de encontrar algo que podáis hacer juntos con regularidad y, así, pasar tiempo de calidad juntos mientras hacéis algo que os guste a los dos o que sea realmente saludable para vosotros.
Si te decides por un deporte que le guste, apreciará de verdad tu esfuerzo y te mostrará su gratitud por ser tan atento y considerado.
Es la mejor manera de demostrarle a tu marido que le quieres y de sentir esa conexión más que nunca.
4. Aprender a dejar ir las cosas sin ira residual
Habrá problemas que requerirán mucho trabajo y esfuerzo para resolverlos.
Y habrá momentos en los que será muy difícil desprenderse de esas cuestiones.
Pero eso es precisamente lo que tienes que dominar, porque si te guardas las cosas dentro, un día van a salir a la superficie de la peor manera (y en el peor momento) posible.
El perdón es algo clave en un matrimonio.
Cuando solucionas un problema, el único lugar al que pertenece es el pasado. Si ya se ha resuelto, bórralo de tu mente.
Cuando sigues aferrándote a cosas del pasado y sigues utilizándolas como medio para conseguir un fin hoy en día, te estás aferrando a un montón de negatividad tóxica que es extremadamente perjudicial para tu matrimonio.
Demuestra a tu pareja el respeto que se merece dejando pasar las cosas que hayáis solucionado mutuamente y mantenlas en el pasado.
Lo único que debe preocuparte es tu presente y cómo puedes mejorarlo.
Todo lo demás es una pérdida de tiempo tóxica.
5. Si tienes algo contra él, háblale de ello sin atacarle ni juzgarle.
Si tienes que enfrentarte a él por algún asunto, recopila tus pensamientos y despeja tu mente de todas las posibles cosas negativas por las que quieras empezar, y dale la oportunidad de decir lo que piensa.
Toda historia tiene dos caras, así que dale siempre la oportunidad de ser escuchado y comprendido.
Tu marido siempre debe obtener de ti el beneficio de la duda, así que tenlo en cuenta antes de empezar a discutir.
No empieces una pelea cuando estés enfadado y no lo hagas cuando sepas que está ocupado.
Busca un momento en el que ambos estéis libres y disponibles para mantener una conversación.
Pregúntale amablemente por lo que te molesta, y no te muestres demasiado intenso y enfadado nada más empezar a hablar.
Sólo hará que se ponga más a la defensiva sobre algo de lo que puede que ni siquiera sea culpable.
Mantenga una conversación sincera y escuche lo que tiene que decirle. Ponte en su lugar y comprende su punto de vista.
A veces sólo vemos las cosas desde nuestra perspectiva y no reconocemos la de nuestra pareja.
No cometas ese error e intenta resolverlo de la forma más pacífica y comprensiva posible.
6. Hazle sentir que eres su puerto seguro donde puede ir y sentirse seguro
La mejor manera de amar a tu marido es siendo su lugar seguro y su santuario.
Sé la persona a la que acuda cuando el mundo sea demasiado duro para él.
Hazle saber que puede acudir a ti y sentirse valorado, querido y comprendido.
Sé su mejor amigo y su roca. Nunca le hagas sentir que no puede acudir a ti cuando se sienta mal.
La idea del matrimonio es una asociación para toda la vida. Eso incluye tanto los días buenos como los malos.
No puedes elegir cuándo te conviene estar allí.
Tienes que ser su compañera pase lo que pase. Mientras sea un buen marido para ti, sé aún mejor esposa para él.
Los hombres no son tan abiertos con sus emociones como las mujeres, así que reconoce cuándo se siente mal y acércate a él con una palabra amable y un abrazo tranquilizador. Te querrá mucho más por ello.
7. Nunca olvides la importancia de reír juntos
No es sólo un dicho, la risa es realmente la mejor medicina. Y cuando es con alguien a quien quieres, es mucho más significativa.
Asegúrese de que usted y su marido nunca olvidan reír juntos.
Tómese un descanso de un día largo y agotador y disfrute de una actividad divertida que le hará partirse de risa.
No te tomes la vida demasiado en serio. No importa lo que esté pasando en tu vida, olvídate de ello durante unas horas.
Ve a ver una película que sepas que siempre te hace reír. Disfrútala sin una sola preocupación en la cabeza.
Concéntrese simplemente en pasar un buen rato con tu hombrey recuerda por qué te casaste con él en primer lugar.
Hablen de los recuerdos divertidísimos que comparten, recuérdense las cosas embarazosas que pasaron en un viaje que hicieron y revívanlas riéndose hasta que les duela el estómago.
Esas cosas son a las que te aferrarás cuando las cosas no sean tan divertidas.
Y cuando las cosas se pongan difíciles, siempre recordaréis lo bien que lo pasáis juntos, así como el amor que compartís y que nunca debéis dar por sentado.
8. Aprecia todas las pequeñas cosas que hace por ti a diario
Como ya he dicho, los pequeños detalles siempre hacen mucho.
Así que si tu marido hace cosas por ti a diario que pueden pasar desapercibidas, ¡asegúrate de notarlas!
El aprecio es muy importante en un matrimonio.
¿Tu marido te deja dormir un poco más los fines de semana y le da de comer al bebé o te hace el desayuno en la cama?
¿Recoge a los niños después del trabajo para que puedas ir directamente a casa y relajarte un rato a solas?
¿Escucha tus propuestas de negocio y te da consejos sólidos siempre que los necesitas?
Agradézcaselo y aprécielo.
No es fácil asumir la carga de trabajo del hogar y a la vez mantener tu propia identidad y hacer que funcione como individuo.
Aprecia a tu marido cuando se esfuerza por hacerte la vida más fácil de cualquier manera.
Piense en la última vez que hizo un gesto amable y desinteresado que pasó desapercibido, y agradézcaselo.
Hazle ver que, efectivamente, ves todo lo que hace, y que lo aprecias aunque no siempre lo digas en ese momento.
Créeme, te ayudará mucho.
9. Vive el momento y planifica una escapada sorpresa (¡cuando antes!).
Es demasiado fácil perderse en el mundo real de las responsabilidades, el trabajo, la vida familiar y demás.
Por eso es una idea estupenda intentar encontrar un fin de semana en el que ambos estéis libres y planear unas pequeñas vacaciones.
Tenéis que estar los dos solos.
Se trata de alejarse de todo aquello con lo que se lidia a diario y simplemente desconectar, relajarse, pasar tiempo de calidad y amar. unos a otros!
Busca un momento que os venga bien a los dos.
Reserva los billetes (en realidad no tiene por qué ser en un sitio lejano, sólo lo suficientemente lejos de vuestra vida cotidiana), y díselo cuando esté todo reservado y solucionado.
Le ENCANTARÁ esta escapadita romántica y le encantará que te esfuerces.
Este fin de semana será como el combustible que ambos necesitan para recargarse y perderse en el amor que comparten pero que no suelen tener tiempo de alimentar y cuidar.
Así que no lo pienses demasiado y haz los preparativos necesarios.
Tómate el fin de semana libre y no te sientas culpable ni un segundo porque ambos os lo merecéis.
Véase también: 12 Qué hacer y qué no hacer cuando tu marido defiende a otra mujer
10. Aceptarlo exactamente como es, con defectos y todo.
Recuérdate a ti misma que nadie en este mundo es perfecto, y tu marido tampoco. Pero aún así lo amas como al demonio, ¿verdad?
Así que cuando haga algo que pueda molestarte o si muestra algunos rasgos que no te resultan especialmente divertidos, recuerda no echárselo en cara.
Simplemente está siendo como es, y mientras no te perjudique en nada, déjale.
Todos estamos conectados de forma diferente, y no hay dos mentes iguales en este mundo.
Así que las cosas que a él le divierten pueden resultarte espantosas a ti y viceversa, pero eso no es motivo para odiar.
Apréciale por todo lo que hace por ti y acéptale por lo que es, ni más ni menos.
Seguro que tú tienes defectos que a él no le importan ni le molestan, así que haz lo mismo por él.
Todos somos seres humanos imperfectos, y cuando amas a una persona, aprendes a vivir con esos pequeños inconvenientes.
Eso es exactamente el matrimonio. Amarse el uno al otro en los altibajos, en lo bueno y en lo malo.
No puedes elegir. Simplemente os queréis a muerte y aprendéis a hacer que funcione.