Chasquea los dedos y despierta del sueño loco.
Eso es lo primero que tienes que hacer. Deja de vivir en la ilusión y deja de esperar que por fin te haga caso de que existes y de que le quieres.
Deja de correr hacia él. Deja de hacer planes en función de él. Deja de planificar tu vida en sincronía con la suya porque él nunca haría lo mismo por ti.
Es más, te aplastaría sólo para ser feliz, y probablemente ya haya hecho algo así antes.
Sólo lo niegas porque te niegas a aceptar la verdad. La verdad es demasiado dolorosa para que la afrontes.
¡Deja de preguntar por qué!
No hay ningún motivo concreto. No hay ninguna predicción de cuándo se detendrá o que Dios te está castigando por algo malo que hayas hecho.
A veces la vida te da una mala mano y tienes que lidiar con ella. A veces, no hay ninguna razón por la que algo haya sucedido, simplemente sucedió.
En lugar de darle vueltas a por qué te ha ocurrido esta desgracia, pregúntate por qué no puedes perdonar y olvidar.
Pregúntate por qué no puedes seguir adelante con tu vida, enterrando el recuerdo de un amor devastador en lo más profundo de tu pasado.
¡Afronta la verdad!
Incluso tú sabes en tu fuero interno que el hombre que te rompió el corazón no era el adecuado para ti desde el momento en que lo conociste.
Incluso tú tenías el presentimiento de que las cosas iban a desmoronarse más adelante, pero lo ignorabas porque era tentador.
Esa relación era diferente y nueva. Te dio la atención que siempre soñaste tener.
Eras alguien que importaba por primera vez en mucho tiempo. Eso es lo que te llevó por mal camino.
Eso es lo que emborronó tus ojos y nubló tu clara visión del futuro.
Podrías haber tomado una decisión mejor, pero la pregunta es: ¿habrías aprendido la misma lección?
Todo sucede por una razón. Tu desamor sucedió por una razón, tu lucha por tomar la decisión correcta está sucediendo por una razón.
A veces, lo que estamos viviendo no tiene nada que ver con el presente, carece de importancia para lo que está ocurriendo ahora, pero es de vital importancia para lo que vendrá después.
Dar el primer paso es como arrancar una tirita.
Claro que es el paso más doloroso y difícil de dar. Pero es el más liberador. Simplemente tienes que aislarte de él sin pensártelo dos veces.
Tienes que borrar todos los mensajes que te haya enviado. Bórralo de todas las redes sociales. De hecho, borra todo lo que te recuerde a él.
¿Y sus palabras retumbando en tu mente?
También puedes deshacerte de ellos. Puedes deshacerte de ellos muy fácilmente. Hazte a la idea de que sus palabras nunca significaron nada.
Nada de lo que te dijo fue verdad, ni salió del corazón.
Era un montón de mentiras, un montón de promesas vacías dijo para llevarte a la cama o para conseguir lo que necesitara de ti en ese momento.
Es despiadado pensar así, pero me temo que es la cruda y fría verdad.
Cuanto antes te des cuenta de que sólo fuiste una víctima para él y nunca nada más grande que eso, antes podrás arrancarte de él y seguir con tu vida como te mereces.
La tirita sólo puede escocer cuando te la quitas.
¡Llega la réplica! No te engañes pensando que lo has conseguido a la primera. Nunca es tan fácil.
Serás como un yonqui sin su droga durante demasiado tiempo. Querrás la dosis, querrás la dosis porque la necesitas.
En esos momentos, harías cualquier cosa por volver a verle y tocarle. En esos momentos, caminarías sobre ti misma y perderías toda tu dignidad sólo para abrazarle una vez más y sentirle a tu alrededor.
Lucha con todo lo que tienes porque ese sentimiento no dura. Es sólo un momento de debilidad seguido de...
Recordando tu vida antes de él.
Recuerda que la vida no gira en torno a él.
Recuerdas quién eras antes de conocerle y lo comparas con lo que eres ahora. Son dos personas muy diferentes y sé que odias la que eres ahora.
Sin embargo, para volver a ser la mujer segura y feliz que una vez fuiste, tienes que deshacerte de él y de todos los recuerdos que tengas de él.
Recuerda los planes que tenías antes de conocerle. Recuerda las metas y los sueños que querías alcanzar pero que se congelaron cuando le conociste.
Ahora puedes hacer todo eso. Ahora eres libre de hacer lo que quieras.
Lo único que tienes que hacer es dar ese paso adelante hacia el futuro que te mereces.
El resto depende del destino.
No vas a estar solo el resto de tu vida, pero tampoco tienes por qué preocuparte. El karma trae regalos en el momento justo. Y te espera una gran sorpresa.
Todos los que han sufrido y no lo merecían serán recompensados tarde o temprano. Tú eres el siguiente, confía en mí.
Dios te recompensará porque eres honesto.
No has hecho nada malo. Esta vez, sólo eres víctima de una cruel realidad. Deja el resto a Dios.
Dios se asegurará de que se te haga justicia.
Pase lo que pase con el hombre que amabas, no te preocupes.
Ni siquiera pienses en ello. Aunque te pida perdón y te ruegue que vuelvas, aunque cambie o aunque no vuelvas a saber nada de él, no pienses en ello.
Dios te llevará por el camino que debías tomar.
Al final, no saber lo que va a pasar siempre es más divertido.