La vida te ha golpeado y doblegado tantas veces que te sorprende seguir en pie.
no es de extrañar que hayas empezado a pensar que Dios se ha olvidado de ti o incluso que ha dejado de amarte.
Deshazte de ese pensamiento de inmediato porque no es cierto.
Cuando se trata de Dios, sólo quiere lo mejor para ti.
Créeme, lo sé.
También tuve ese momento en mi vida en el que levanté la vista y le pregunté directamente a Él: "¿Por qué me odias? ¿Qué hice mal para pagarlo con tantas lágrimas y decepciones?".
He estado allí, con el corazón roto, débil en la fe y emocionalmente agotado.
Pero Dios me avergonzó por haber dudado de Él.
Su camino terminó siendo mejor de lo que jamás hubiera imaginado.
Me faltaba paciencia.
Quería que todo encajara inmediatamente.
Pero su camino no fue así.
Puso a prueba mis límites. Me hizo sentir débil y no deseada.
Me hizo dudar de mi propósito y de mi existencia.
He pasado por muchas cosas, y aunque los problemas amorosos no fueron lo peor que me ocurrió, de alguna manera el dolor que me produjeron fue el más agudo.
Tantas veces esperé lo mejor y obtuve lo peor.
Todo empezaría genial.
Me hacía ilusiones, pensando que tal vez esta vez cambiaría mi suerte, pero nunca fue así.
Invertiría todo mi ser y, al final, obtendría una gran nada: gotas de felicidad y un mar de tristeza; trozos de amor y un montón de decepciones.
Llevaba mi corazón en la manga.
Era leal hasta la médula, y siempre daba lo mejor de mí por la persona a la que amaba... y siempre acababa herida.
No sabía quién era, adónde iba ni qué me deparaba el destino.
Estaba perdido y agotado por mis propios sentimientos, y de alguna manera Dios me encontró de nuevo.
Verás, todo lo que necesitaba hacer era pedir a Dios para ayudarme a encontrar mi camino y aprender a confiar en Su tiempo, y tú deberías hacer lo mismo.
Dios puede aliviar el dolor de tu corazón.
Puede ser tu principal fuente de fortaleza mental y emocional.
Con él a tu lado, no hay razón por la que no puedas recuperarte.
No está solo.
Todos hemos experimentado sentimientos similares en algún momento.
Todos hemos estado deprimidos y todos nos hemos levantado.
El bien y el mal intercambian caminos a lo largo de nuestra vida.
Todas las cosas malas que nos ocurren son nuestros maestros; nos obligan a aprender y nos fortalecen.
Si te preguntas por qué Dios permite que te ocurran este tipo de cosas, la respuesta es extraña, pero Dios sabe que los reveses y las decepciones te harán mejor persona.
Todos los retos de la vida están diseñados para poner a prueba tu valor, tu paciencia y tu fe.
Huir de un reto es uno de los mayores errores que puedes cometer en tu vida.
Debes aceptar todos los retos con los brazos abiertos.
Dios sabe su nivel de tolerancia.
Él sabe cuánto dolor puedes soportar.
Sabe que eres mucho más fuerte de lo que crees.
Algunos dolores son inevitables, y algunos son por tu propio bien.
Que te aleje de alguien con quien no estás destinada a estar es definitivamente por tu propio bien.
Quedarse más tiempo del debido causaría daños irreparables.
Algunas personas simplemente no merecen estar en tu vida.
Ten en cuenta que el dolor emocional puede servir a tus intereses.
Puede ayudarte a centrarte, y también a construir una relación más fuerte con Dios.
A Dios le interesa lo mejor para ti y quiere que alcances todo tu potencial.
Esta es la razón principal por la que te enfrentas a pruebas y turbulencias.
Todas esas caídas te ayudarán a convertirte en un ser humano completo.
Te enseñarán a elevarte.
La vida está llena de pequeñas lecciones valiosas.
Debes aprender a prestarles atención.
Una vez que lo hagas, te volverás más sabio, más fuerte y más audaz.
Descubrirás tu propia valentía, resistencia y verdadero poder.
Puedes aprender de tus errores y seguir adelante.
No cometas el error que cometen muchas personas y trates de reavivar una relación tóxica.
Perseguirlos es una pérdida de tiempo y energía.
Créeme, sé que puede ser difícil dejar ir a alguien.
Todos esos recuerdos especiales y emociones profundas pueden hacer que te resulte extremadamente difícil seguir adelante con tu vida.
A veces hay que olvidarse de lo que uno quiere y pensar en lo que uno se merece.
A veces sólo hay que cambiar de mentalidad y ver el panorama general.
En lugar de pensar que Dios te odia, intenta verlo desde Su punto de vista.
Está despojando tu vida de toxicidad.
Te está enseñando a quererte más a ti mismo.
Te está ayudando a convertirte en la persona que siempre debiste ser.
Él está limpiando tu camino de todos y de todo lo que no está destinado a ser, para que puedas encontrar el verdadero amor y la felicidad en tu alma.