No hay mayor sensación en el mundo que conocer a alguien con quien te sientes libre para ser quien realmente eres, hacer el ridículo y que todo te importe una mierda.
Sí, salir con alguien es una de las experiencias más emocionantes, pero al mismo tiempo también puede ser una de las más frustrantes.
¿Por qué? ¿Recuerdas los segundos que parecen horas cuando esperas a que te llame o responda a tus mensajes?
¿Recuerdas estar confundida porque nunca dice abiertamente lo que siente por ti y lo que tenéis?
Yo, como miembro de la especie femenina, te entiendo muy bien. No hay nada más frustrante en el mundo que no saber a qué atenerte con la persona que realmente te gusta.
No hay nada más molesto que esperando el mensaje de alguien que te gusta de verdad y sudar la gota gorda para que confirmen que el sentimiento es mutuo.
Y mientras estás tumbado en la cama tratando por todos los medios de resolver las cosas, la única solución que te parece lógica es probablemente preguntarle a él por dónde van las cosas. Es decir, cualquier persona cuerda haría lo mismo, ¿verdad? Pues la verdad es que no.
Cuando se trata de chicos, tener una conversación sobre cómo van las cosas y cómo se sienten respecto a todo es más como suicidarse.
A diferencia de las mujeres, a los hombres no les gusta mucho definir las cosas porque les produce ansiedad, y si les obligas a abrirse contigo y decirte exactamente cómo se sienten sobre todo, ¡sólo conseguirás empeorar las cosas!
Recuérdalo y léelo varias veces si es necesario. (Créeme, hablo por experiencia).
Y si te preguntas por qué, aquí tienes 5 sólidas razones por las que nunca deberías preguntarle a un chico por dónde van las cosas (¡por mucho que lo desees!).
1. Los chicos necesitan más tiempo para procesar sus emociones
Los chicos, por naturaleza, necesitan más tiempo para procesar sus emociones a fin de comprender lo que realmente quieren y cómo se sienten con respecto a todo.
Por otro lado, las mujeres son más maduras en este contexto porque son más rápidas a la hora de comprender sus emociones.
Ahora, imagina que le pides al chico que te gusta tener la conversación de dónde van las cosas. Seguro que asumes el resultado.
Empezará a pensar demasiado y a confundirse cada vez más con todo porque sus emociones aún no han encajado en su cerebro.
Así que, en el peor de los casos, llega a la conclusión de que no está realmente preparado para comprometerse sólo porque es demasiado pronto para que piense en todo esto.
Pues bien, para evitar que esto ocurra, lo único que no debes hacer es obligarle a mantener esta conversación contigo porque, con el tiempo, lo entenderá todo por sí mismo y se abrirá a ti cuando esté preparado.
Véase también: ¿Qué buscan los hombres en una mujer? 15 cosas que le sorprenderán
2. No quieres parecer desesperado
Yo, como mujer, te entiendo perfectamente cuando se trata de ser impaciente y exigir respuestas para poder funcionar correctamente.
Pero, si decides pedirle que defina lo que tienes, podría pensar que estás desesperado. ¿Por qué?
Porque podría tener la sensación de que estás precipitando las cosas (sobre todo si es demasiado pronto para él; ¿recuerdas el punto anterior?) y a nadie le gusta que le metan prisa en algo.
Sentirse presionado para tomar decisiones y llegar a conclusiones sólo hará que huya de ti en lugar de acercarse.
Y, lo que es peor, pensará que eres insegura y una maniática del control, porque presionar a alguien significa querer desesperadamente dirigir las cosas a tu antojo, sólo para sentirte en paz contigo misma. Y nadie se siente atraído por esas cualidades.
Véase también: 10 cosas que le hacen pensar que ella está desesperada
3. La incertidumbre no es un problema que haya que solucionar
No es casualidad que se diga que los hombres son de Marte y las mujeres de Venus: tienen mentalidades completamente distintas.
Mientras las mujeres exigen respuestas, los hombres exigen espacio. El mayor problema del que son culpables muchas mujeres es la necesidad de resolver la incertidumbre.
Mientras que las mujeres detestan la incertidumbre, los hombres detestan la restricción. Suena irónico, ¿verdad? Pero es cierto. Los hombres no tienen la necesidad de definir las cosas porque les gusta dejar que las cosas se desarrollen de forma natural.
Al contrario que ellos, las mujeres sólo se sienten cómodas cuando saben concretamente hacia dónde van las cosas y a qué velocidad.
Por lo tanto, aprender que la incertidumbre no es un problema que tú tengas que solucionar es el primer paso para darte cuenta de que no debes obligar a tu chico a tener contigo la conversación de por dónde van las cosas.
De este modo, ambos ahorrarán mucho tiempo y nervios.
4. Debes DISFRUTAR en lugar de DEFINIR
Digamos que has decidido tener esa conversación con tu chico y no estás satisfecha con sus respuestas y ahora desearías poder volver atrás en el tiempo y borrar el momento en que decidiste hacerlo.
Gastar -o mejor dicho, perder el tiempo- en definir cosas no te aportará nada bueno. En lugar de eso, deberías disfrutar pasar tiempo juntos y no pensar demasiado cada palabra o movimiento.
Esta es la mayor diferencia entre hombres y mujeres. Mientras que las mujeres dedican mucho tiempo a definir las cosas, los hombres están ocupados planeando lo que harán a continuación contigo. ¿Ves la diferencia?
5. En lugar de necesitar saber, trabaja tu miedo
Si crees que lo que sientes es abrumador y no tiene solución, te equivocas.
Lo que sientes es totalmente normal para todo el mundo que se enfrenta a algo nuevo o que ha conocido a alguien nuevo.
Las cosas nuevas nos ponen ansiosos y así es como estamos programados los seres humanos. Todo lo nuevo que empiezas a hacer es arriesgado y no hay nadie que te diga cómo acabarán las cosas.
Ese nivel de inseguridad es algo en lo que debes trabajar para evitar que el miedo arruine todo lo bueno que tienes.
Recuerda que "Roma no se construyó en un día", así que tómate tu tiempo, disfruta y NO pienses demasiado. Entonces, te aseguro que todo se desarrollará como debe.