Soy consciente de que es casi imposible proteger mi corazón por completo, pero voy a hacer todo lo posible para reducir las probabilidades de que se rompa.
Estoy agotada de pasar por los mismos escenarios una y otra vez.
A veces me admiro a mí misma y a todas las mujeres que han estado en mi lugar. Hemos caído tantas veces pero encontrar la manera de resurgir. Más fuertes, más audaces y más decididos a seguir adelante.
Después de estar tan destrozado, ser fuerte es en realidad lo único que tienes.
A medida que te vas construyendo, te das cuenta de que en realidad has aprendido mucho de tus experiencias.
Sólo es cuestión de pasar de los conocimientos a los hechos.
Y aunque no es tan sencillo como parece, a veces es inevitable. Llega un momento en la vida de toda mujer en que tiene que exigir que la traten como se merece.
Por eso establecí algunas reglas nuevas que comparto contigo por si te rompieron o te han roto el corazón, como me pasó a mí una vez:
No saldré con un hombre en el que no pueda confiar
Si no tienes confianza, no tienes nada. Es una de las cosas más importantes que hay que tener en cuenta, pero yo la perdía de vista con demasiada frecuencia.
La confianza hay que ganársela. Sé que no todos los hombres serán bastardo tramposo o gilipollas manipulador al que estoy acostumbrado...
Pero tendrán que bajar el ritmo, tomarse las cosas con calma y darnos la oportunidad de conocernos antes de pasar de las citas a una relación.
Seré más selectiva con el tipo de hombres con los que salgo
He terminado con los hombres tóxicos. Puedo olerlos a una milla de distancia ahora porque más o menos resumen mi vida amorosa.
Soy capaz de reconocer todas las banderas rojas y todas las señales de alarma.
Sé que a veces también haré las cosas mal. Sé que existe la posibilidad de que me vuelvan a hacer daño, pero al menos sabré lo que no debo aguantar nunca.
Ignoraré los mensajes que lleguen demasiado tarde
Resistiré el impulso de responder a un mensaje que llega cuando ya es demasiado tarde. Cuando mi corazón está roto y mis sueños destrozados.
Ignoraré los mensajes que lleguen a altas horas de la noche y que sean claramente una llamada de botín. Nunca enviaré un mensaje de seguimiento después de no obtener respuesta.
No seré el juguete de nadie
Estoy harto de juegos. No quiero que me den por sentado ni que jueguen conmigo. La única forma de evitarlo es no permitirlo.
Quiero a alguien que sea constante. Alguien que envía mensajes de texto, llamadas, aparece y hace tiempo para mí.
No quiero promesas vacías ni excusas poco convincentes. Quiero saber que alguien se preocupa por mí tanto como yo por él.
No perseguiré el amor
No tiene sentido perseguir el amor. El amor tiene que ser recíproco. Todo el afecto, la atención y las inversiones tienen que ser recíprocos.
Estoy harto de ser el que da más y no recibe nada a cambio. Estoy harto de estar con alguien y sentirse solo.
Quiero a alguien que se esfuerce. Alguien que iguale mis inversiones. Alguien que se preocupe y no tenga miedo de demostrarlo.
Seré mi propia prioridad
Es difícil admitirlo, pero solía perderme de vista por culpa del amor. Estaba tan centrada en esa otra persona.
Me centré en sus necesidades y me olvidé por completo de las mías. Y repetí ese mismo error más de una vez.
Tardé mucho en darme cuenta de que yo también soy necesaria, que también importo y que soy digna de amor. Pero primero tengo que darme ese mismo amor a mí misma.
He reconstruido mi vida. Tengo mis intereses, sueños y metas. Tengo una vida. Ahora sé que amar a alguien nunca debe excluir amor propiodebería potenciarlo.
Estableceré normas y me atendré a ellas
Ya no toleraré que me traten mal. Sé que merezco algo mejor. No me quedaré cuando sé que tengo que irme. Me niego a que me tomen el pelo.
No permitiré que nadie juegue con mis sentimientos y me complique la vida. Hay alguien ahí fuera que me demostrará que el amor nunca debe hacerme sufrir.
Estoy seguro de que iré añadiendo cosas a esta lista a medida que pase el tiempo. Lo único que sé es que con estas nuevas normas, las cosas ya están mejorando.
Estoy más satisfecho conmigo mismo y con mi vida. Y ahí es donde empieza todo. Dentro de mí.
No me cierro al amor, pero por ahora protejo mi corazón. Lo mantengo lo más seguro posible hasta que llegue alguien que merezca la oportunidad de estar ahí.