Tú y yo: dos chicas tontas de 24 años que viven la vida como si no hubiera un mañana. Nunca dejaríamos de soñar con una vida mejor, con nuestros príncipes en caballos blancos que aún no hemos encontrado.
Hubo ocasiones en las que pensamos que sí, pero pronto se nos rompía el corazón y nos consolábamos mutuamente, porque siempre nos ha quedado nuestra amistad. Es lo único que no se ha roto en mi vida.
En los momentos en que me sentía sola y desesperada, como si no hubiera salida, sabía que responderías cuando te llamara, y que me consolarías y me dirías cómo ese hombre no me merecía.
Yo haría lo mismo por ti. Y eso es lo que hace que nuestra amistad sea especial, irrompible. Aunque no seamos parientes de sangre, estamos unidos.
Nuestra amistad es como un nudo que no se puede desatar.
Hemos pasado por muchas cosas juntos. Simplemente no puedo nombrar todas las situaciones y escribirlas en este trozo de papel.
Cuando era infeliz en el amor, me comprendías. Cuando mis padres estaban a punto de divorciarse, me viste llorar y me dijiste: "Todo va a salir bien". A veces, eso es justo lo que una persona necesita oír.
Sé que te tengo a mi lado y que puedo superar estos obstáculos como muchos otros, e incluso peores. Cuando te encontrabas en las mismas situaciones que yo, hacía lo mismo porque haría cualquier cosa por mis amigos, especialmente por ti.
Lo único que sigo sin entender es cómo nos pueden pasar las mismas cosas en la vida. Hemos pasado por el mismo dolor, incluso con problemas familiares. Tanto mis padres como los tuyos estuvieron a punto de divorciarse y tenemos los mismos problemas con el temperamento de nuestros padres.
Por no hablar de nuestra vida amorosa. Yo perdí al amor de mi vida por culpa de la distancia y tú también. Es por estas similitudes que podemos entendernos mejor y no tengo que preocuparme de si me entenderías porque sé que lo harás.
Aunque no me entiendas del todo, lo intentarás en la medida de lo posible.
Aunque este verano aún no ha terminado, seguimos pensando en el próximo y en nuestras vacaciones a Budva. Nunca nos cansaremos de viajar, y tenemos que aprovechar todo lo que la vida nos ofrece mientras somos jóvenes.
No nos importan los chicos ni el matrimonio, aunque todos los días escuchamos la tradicional pregunta: "¿Cuándo te vas a casar? Mientras estemos sanas y llenas de vida, podemos hacer cualquier cosa.
Tenemos nuestra amistad y no hay de qué preocuparse. Como con los chicos, van y vienen, pero las amigas, se quedan contigo pase lo que pase. Tener una amiga es como tener una hermana que nunca tuviste.
Espero que sigamos tan locos como ahora toda la vida, anhelando la belleza de la vida y sus oportunidades.
Crearemos nuevos recuerdos y hablaremos de ellos cuando seamos viejos e indefensos, y cuando la vida no sea amable con nuestros hijos algún día, recordaremos los momentos en que estuvimos en las mismas situaciones y les contaremos nuestras historias, que pueden ayudarles a superar sus obstáculos.
Así que, querido amigo, gracias por tu apoyo y gracias por ser mi amigo!
Gracias por comprenderme incluso cuando no podía comprenderme a mí mismo. Mientras seas mi amigo, ¡nunca caminarás solo!