¿Por qué tantas personas reprimen sus emociones negativas cuando tienen una relación sentimental? ¿Por qué tanta gente tiene miedo de pelearse con su pareja?
No hablo de esas peleas apocalípticas tras las cuales es casi imposible salvar la relación. Hablo de tener desacuerdos por pequeñas cosas.
¿Por qué la mayoría de las parejas temen enfrentarse y hablar directa y honestamente de las cosas que les molestan?
Aunque esos desacuerdos provoquen algunos sentimientos negativos, como ira o frustración, no es algo malo. Es señal de que también te preocupas por tu pareja y por vuestra relación.
La ira es una emoción humana completamente natural y normal
Todos tenemos nuestras diferencias, y es perfectamente normal que no estés de acuerdo con todas las acciones y decisiones de tu pareja.
Si hacen algo con lo que no estás de acuerdo, tienes todo el derecho a enfadarte por ello.
Lo único importante es cómo lo afrontes. Deberías abrazar la lucha en tu relación, pero ten cuidado, no permitas que tu ira te controle y digas algo de lo que luego te arrepientas.
Hay algo mucho peor que la ira...
Indiferencia. Eso es algo que dañará la conexión entre tu pareja y tú hasta el punto de que no podrás arreglarlo y salvar tu relación.
Es la principal causa de ruptura de muchas relaciones. Ocurre cuando uno o ambos miembros de la pareja simplemente se enfrían. Ya no tienen ningún tipo de sentimiento hacia su pareja, ni bueno ni malo.
El enfado es una señal clara de que te preocupas de verdad
Si las acciones de tu pareja te molestan o te enfadan a veces, es una clara señal de que te importa de verdad, porque nunca permitirías que una persona que no significa nada para ti te molestara de esa manera, ¿verdad?
La indiferencia es un asesino de relacionesNo se enfade por algunas acciones de su pareja.
En el momento en que dejes de preocuparte por las acciones de tu pareja y dejes de enfadarte por las cosas que te molestan es cuando debes empezar a preocuparte por tu relación.
Es mejor sentir rabia que no sentir nada.
¿Ha pensado alguna vez qué es lo contrario del amor? Para la mayoría de la gente, es odio o ira. Para mí, es indiferencia. Es cuando no sientes nada en absoluto hacia tu pareja.
La ira es una emoción temporal. Te calmarás, lidiarás con ella y la olvidarás como si nunca hubiera ocurrido, mientras que, por otro lado, la indiferencia es una emoción permanente que se quedará clavada en tu corazón para siempre.
Una vez que te vuelves indiferente hacia alguien, nunca podrás volver a cambiar tus emociones. Ni siquiera querrás intentarlo porque esa persona no te importará en absoluto.
Acepta tu ira porque tiene un propósito
No veas tu enfado como una simple emoción porque es mucho más importante que eso. La ira en las relaciones tiene muchos propósitos.
Viene a enseñarte algunas lecciones importantes. Viene a profundizar conexión emocional entre usted y su pareja.
Y lo que es más importante, acéptalo porque está ahí para demostrarte lo mucho que tu pareja significa para ti y lo grande que es realmente el amor que sientes por ella.
La ira es realmente un regalo a veces
Aunque mucha gente considera la ira una emoción mala y negativa (algunos incluso dicen que es una maldición), a veces puede ser un don valioso.
Agitará las cosas en tu relación. Mantendrá la llama encendida. Os recordará lo especial y fuerte que es vuestra relación y cómo podéis superar todos los obstáculos y retos de la vida mientras estéis juntos.
Véase también: Así es como matamos al amor
Sin embargo, ten cuidado; utiliza la ira como una herramienta, no como un arma.
La ira puede ser una herramienta muy poderosa que puede ayudarte a salvar tu relación. Sin embargo, si permites que te controle, también puede ser un arma mucho más poderosa para arruinar tu relación por completo.
En realidad, depende de ti cómo lo utilices. ¿Dejarás que te controle y debilite el vínculo entre tú y tu pareja o aprenderás una valiosa lección y reforzarás la conexión emocional con tu pareja?
Recuerde que la ira siempre viene acompañada de amor. No se puede tener una cosa sin la otra; es una situación de todo o nada.