A mi héroe, mi roca y mi mejor amiga... A mi madre.
En primer lugar, debo pedirte disculpas por haber tardado tanto en escribir esta carta. He tardado casi diez años, pero tú solías decir que nunca es tarde para hacer algo bueno.
Me dejaste demasiado pronto, con cientos de palabras sin decir y aún más sentimientos sin expresar. Sé que tú tampoco querías eso, pero la vida puede ser injusta a veces.
Me quedo en este mundo con la esperanza de que ahora estés en un lugar mejor y que por fin hayas encontrado la paz.
Siempre intentabas ser mejor esposa, mejor madre, mejor hija, mejor amiga... y lo eras. ¡Eras LA MEJOR mamá!
Solías decir que no seríamos capaces de entenderte a ti y a papá hasta que tuviéramos nuestros propios hijos. Y tenías razón.
Ahora que tengo a mi hija, soy consciente de todos los sacrificios que tuviste que hacer para criarnos. Y por eso, siento mucho no poder agradecértelo lo suficiente ni demostrarte cuánto te lo agradezco.
Pero aunque estuvieras aquí, una vida no bastaría para agradecerte todo lo que has hecho por nosotros.
Ahora entiendo que la vida nunca fue tan fácil y perfecta como siempre intentaste presentárnosla.
Todo lo que podíamos ver en tu cara era una sonrisa porque querías protegernos de las cosas malas y de la gente malvada.
Una sonrisa era tu arma contra todas las cosas malas que te pasaban en la vida.
Nunca supusimos que tuvieras problemas porque fue tu decisión no mostrarnos nada que no fuera amor y felicidad. Y estoy muy agradecida por ello, porque tuvimos una infancia sin preocupaciones.
Recuerdo que el abuelo nos prestaba el periódico para leer el horóscopo.
Y cómo solías decir que te alegras de que sea Sagitario porque podría protegerte con mi flecha si algo o alguien te ataca.
Pero ahora, incluso odio leer los horóscopos por culpa de ese signo maligno: CÁNCER. Oh, cómo la vida puede ser irónica a veces. Injusta e irónica, creo que son dos palabras que la describen realmente.
Tu signo zodiacal era Cáncer, y tu nieta también lo es. Por eso julio es el mes más duro para mí.
Tengo que celebrar tu cumpleaños y el de ella, y tengo que ir a tu "lugar de descanso" (si lo llamo tumba, significará que nunca más volverás a casa) porque tú también falleciste en ese mes.
Por eso julio me parece una eternidad cada año. Por eso el cáncer se convirtió en mi peor enemigo que te alejó de mí a una edad muy temprana.
Siento mucho no haber podido dispararle y protegerte de ese malvado enemigo. Siento haber fracasado como tu pequeño arquero.
Pero mamá, te juro que ayudaré a la gente a combatirlo todos los días de mi vida. Ojalá pudiera evitar que otra niña se quede sin su madre.
Fuiste un luchador y quizá perdiste en el último asalto, pero nunca te rendiste.
Por eso eres un verdadero héroe. Y tu rival, nuestro enemigo jurado, el cáncer, es el mayor cobarde porque siempre te atacó cuando creías que el partido había terminado.
Y recuerda esto: Los héroes nunca muerenporque viven en las historias de otras personas. Y así es como siguen aquí con nosotros.
Hablo de ti todos los días con tu nieta y así es como te traemos de vuelta cada día.
Nos dejaste tantas lecciones de vida, tantas recetas de nuestras comidas favoritas, tantos recuerdos hermosos y un amor incondicional.
Nos dejaste tantos trozos de ti, pero también te llevaste un trozo de cada uno de nosotros contigo.
Me preguntaba si alguna vez volveremos a tener esa pieza. ¿O la guardas para el día en que nos volvamos a ver?
Aunque lo consigamos antes, nunca volveremos a estar enteros hasta que te veamos y sepamos con certeza que lo estás haciendo muy bien ahí arriba, igual que aquí abajo.
Tengo tantas cosas que decirte, pero si pudiera verte una última vez, al menos un segundo, no gastaría nuestro tiempo en palabras, simplemente te abrazaría fuerte.
Ese abrazo te demostraría lo querido y echado de menos que has estado todo este tiempo. Ojalá hubiera sabido lo precioso que fue nuestro tiempo, pero siempre pensé que siempre estarías aquí. Y ahora sé que, de alguna manera, lo estarás.
Tal vez no estés físicamente presente, pero estás aquí en todas las demás formas.
En mi mente, mis rimas, mis poemas y mi corazón. Lo único que creo que no podría resistirme a decir serían estas tres palabras: Te quiero, mamá...
Le pedí a Dios tantas veces que te enviara en mis sueños. Pero nunca viniste, ni siquiera allí.
Al principio, pensé que estabas enfadada porque no te dije ese último adiós, por el que te he pedido disculpas todos los días desde entonces.
Pero yo estaba en otra ciudad, estudiando, intentando que te sintieras orgulloso. Sé que siempre tenías la esperanza de que terminara mis estudios y me convirtiera algún día en una mujer independiente.
Así que espero que ahora estés orgulloso de mí desde dondequiera que estés.
Ahora tengo un marido estupendo, una hija preciosa, la mejor familia que una persona pueda pedir, pero aun así, el mejor cumplido que recibo es cuando la gente me dice que me parezco, camino o hablo como tú.
Papá dice que cada vez que oye mi risa, piensa que has vuelto a casa.
No tengo muchas fotografías tuyas porque eso no te gustaba, como tampoco me gusta ahora, así que no te culpo por ello. Las fotografías tuyas en mi mente nunca se desvanecerán.
Esta no es sólo una carta para mi mamá... Quería escribir una carta abierta a todos los que simpatizáis conmigo, pero también a todos aquellos cuyas madres aún están aquí y viven.
Por favor, no descuiden a sus madres. Sed pacientes con ellas en su vejez, como ellas lo fueron con vosotros en vuestra adolescencia. Ayudadlas y visitadlas siempre que podáis. Por favor, no dejéis que nada ni nadie sea más importante.
Asegúrate de que sepan lo queridos y respetados que son. Y asegúrate de no dejarles nunca sin decirles cuánto les quieres.
Nunca sabes lo que te deparará el mañana, y te arrepentirás para siempre de no haberte tomado el tiempo de decir "te quiero" por última vez.
Espero que sepas cuánto te echamos de menos y cuánto te queremos, mamá. Espero volver a verte algún día. Hasta entonces, sé valiente y alegre como siempre fuiste.
No te preocupes por nosotros, estamos a salvo porque tenemos un ángel de la guarda que nos cuida muy bien.