"Ya no sé quién soy. Me siento perdida. Ya no me reconozco y he perdido toda esperanza de que mejore".
Si últimamente se siente así, sepa que no está solo. La pérdida de identidad y de sentido del propósito es algo que, en cierto modo, se ha vuelto contagioso. Hay muchas personas que sufren este fenómeno, y cada individuo lo experimenta de forma diferente.
Algunas personas son capaces de funcionar a diario porque no es tan grave, mientras que otras simplemente son incapaces de ocuparse de las tareas más triviales porque la sensación de no estar en contacto consigo mismas les agota literalmente y les mata.
¿Es normal no saber quién eres?
No te preocupes. Es perfectamente normal no saber quién eres porque nuestras identidades cambian constantemente. Por eso, a veces puede que no sepas con seguridad quién eres.La verdad es que cada uno de nosotros se enfrenta a diferentes luchas a lo largo de nuestra vida y la autoidentificación es una de ellas. Podríamos decir que se trata de una lucha continua que a veces llega a ser agotadora e influye en la calidad de nuestra vida.
Cuando eso ocurre, nos obsesionamos con encontrar formas de reconectar con nuestro verdadero yo, lo cual es perfectamente normal. A veces nos sentimos como extraños en nuestro propio cuerpo, pero esta sensación no durará para siempre.
Es sólo una parte de nuestro viaje llamado Vida y su proceso de aumento de la autoconciencia, amor propioy la autoestima.
"Para encontrarte a ti mismo, primero debes perderte". - Jared Leto
"La mejor manera de encontrarse a uno mismo es perderse en el servicio a los demás". - Mahatma Gandhi
Encontrarte a ti mismo significa perderte. Ayudar a los demás significa ayudarte a ti mismo y eso es lo que hace la vida más fácil.
Es normal no saber quién eres. Esto significa que estás cambiando y cambiar significa evolucionar.
¿Qué significa que ya no sepas quién eres?
Cuando ya no sabes quién eres, básicamente significa que has perdido el contacto contigo mismo y con las cosas que son importantes para ti.Es la sensación de estar constantemente dando vueltas en círculos mientras buscas esa única cosa que te dará un sentido de propósito y pertenencia.
Significa comportarte de la manera que crees que deberías hacerlo o de la manera que los demás quieren que lo hagas en lugar de ser tú mismo y siguiendo tu corazón.
Ser uno mismo significa seguir tus pasiones, porque esa es la esencia de vivir una vida plena y aumentar tu autoconciencia.
Recuerdo que repetía esta frase todos los días durante el instituto: No sé quién soy más. Me costaba conectar con mi verdadero yo y encontrar mi propósito porque estaba drásticamente cambiando tanto mental como físicamente.
En aquel momento, tenía montones de preguntas sin respuesta y una de ellas era: Espera, ¿por qué me siento como No sé quién soy?
Probablemente usted esté pensando lo mismo. Estás pensando en las posibles razones de este fenómeno. Y para ser franco, las razones son múltiples, empezando por tu infancia.
Ya no sé quién soy: 4 posibles razones por las que te sientes así
Crecer en un entorno insalubre
La oportunidad de crecer en un entorno sano es de suma importancia para todos los niños. Ahora bien, ¿qué significa un entorno sano? Significa que el niño tiene libertad para expresarse y decidir por sí mismo.Significa ser querido por los miembros de su familia, aceptado y no abusado emocionalmenteY mucho menos físicamente. Y cuando los padres actúan de forma excesivamente protectora con sus hijos, están destruyendo involuntariamente el potencial de sus hijos para establecer su propia identidad.
Véase también: 6 errores que cometen sin querer los padres sobreprotectores
Piénsalo de este modo. Si estás constantemente decidiendo lo que tu hijo debe hacer, tu hijo será incapaz de decidir lo que es bueno para sí mismo en el futuro.
Y es entonces cuando empieza a gestarse la pérdida de identidad y la baja autoestima que puede desembocar en trastornos de salud mental.
Si sientes que nunca tuviste la oportunidad de elegir durante tu infancia, ésta podría ser la razón por la que sientes que ya no sabes quién eres.
Es porque nunca has podido llegar a conócete a ti mismo en primer lugar. Las experiencias vitales conforman nuestros rasgos de personalidad.
Perderse en un estilo de vida ajetreado
Calles abarrotadas, prisas por ir al trabajo, prisas por volver a casa para servir la cena a la familia, preocupación por los plazos, preocupación por si llevas el atuendo adecuado, preocupación por si podrás pagar el alquiler, etcétera.Un estilo de vida ajetreado (junto con las redes sociales) es el principal culpable de casi 90% de las enfermedades mentales y adversidades emocionales.
Cuando tienes muchas cosas que hacer y estás constantemente estresándote por todo, te creas problemas y barreras en la cabeza, y te conviertes en un problema para ti mismo.
Tu rutina diaria se vuelve insoportable.
Entonces empiezas a pensar: No sé quién soy más. Ya no sé cómo me siento. ¿Y sabes por qué es así? Es porque ya no te ves como un ser humano debido a todas esas cosas que te dominan y te obligan a bailar al son de su propia música.
Ya no pasas tiempo de calidad con tu mejores amigos y seres queridos porque, sencillamente, no tienes tiempo para eso. Lenta pero inexorablemente te alejas de tu verdadero yo y es entonces cuando empiezas a sentir pánico.
Perderte en la búsqueda de cosas que te agotan
Si estás constantemente ocupado con pensamiento negativo como: "¿Qué pasará después?", serás incapaz de disfrutar del presente y vivir la vida despreocupada que te mereces.Ser demasiado pesimista sobre las cosas es otra razón para sentirse perdido y no saber qué has hecho mal para llegar a esto. Piensa siempre en positivo sean cuales sean las circunstancias.
- Recuerda que tú no eres tu trabajo.
- Tú no eres tu pasado errores.
- Tú no eres tus inseguridades.
No te pertenecen. Forman parte de ti porque tú lo has elegido así. Tú eres quien se define a sí mismo.
Las cosas malas no definen tu identidad. Sólo tus pensamientos y acciones definen quién eres, y si ya no te reconoces, significa que no estabas siendo justo contigo mismo.
Fuiste demasiado duro contigo mismo y desatendiste el deseo de tu cuerpo y tu mente de expresarse y hacer lo que te hace feliz. Has descuidado la importancia de autocuidado emocional.
Significa que no has sido tú mismo durante mucho tiempo porque estabas demasiado ocupado persiguiendo otras cosas que han matado tu yo interior. Y ahora es el momento de solucionarlo.
Complacer a la gente
Una de las formas más fáciles de perderse es intentar complacer a todo el mundo. Al esforzarte al máximo por hacer felices a los demás y ganarte su aprobación, te estás perdiendo a ti mismo de forma lenta pero segura.Preocuparse demasiado por lo que los demás pensarán de ti es otra forma segura de perderse. Ten en cuenta que hay cosas sobre las que no puedes influir y una de ellas es la opinión de los demás.
La gente siempre pensará, pero eso no significa que debas preocuparte siempre por eso. Tienes que centrarte en las cosas que quieres hacer por ti mismo y no por los demás. Es la única manera de volver a encontrarte a ti mismo.
Esta vez, elige complacerte a ti mismo en lugar de a los demás porque te lo mereces y tú también lo sabes.
¿Cómo puedo ser yo mismo si no sé quién soy?
Cuando sientes que ya no sabes quién eres, el primer paso para reconectar contigo mismo es volver a conocerte. Para volver a ser tú mismo, necesitas escucha tu mente y tu cuerpo.Sí, una crisis de identidad llamada No sé quién soy más puede, en cierto modo, "curarse". Los siguientes consejos te ayudarán a reencontrarte contigo mismo y a aumentar tu autoconciencia.
7 maneras de volver a conectar con tu verdadero yo
Conócete a ti mismo (otra vez)
Presta atención a las cosas con las que solías disfrutar, y escríbelas en una hoja de papel si es necesario. Mientras te las imaginas, absorbe la sensación que te producen. ¿Sientes siéntete feliz y contento por ello? ¿Te hace sentir totalmente mejor contigo mismo?Probablemente sí, porque eso es lo que realmente eres. Tus preferencias forman parte de tu ser y nunca debes descuidarlas porque estés demasiado ocupado con otras cosas. Tu bienestar y tu autocuidado deben ser siempre una prioridad.
Si siempre te ha gustado jugar al voleibol, levántate, llama a tus amigos y empieza a hacer planes para volver a jugar.
Sin embargo, si nunca te ha interesado ninguna actividad en particular, empieza a probarlo todo y, créeme, sabrás cuándo has encontrado algo a lo que merece la pena dedicar tu tiempo.
El objetivo es encontrar esa pequeña chispa y encender el fuego que reavivará tu sentido de la identidad. Y esto llevará tiempo, pero créeme, lo conseguirás.
Escucha a tu mente y a tu cuerpo
Tienes que estar en contacto con tus sentimientos y entender lo que tu cuerpo intenta decirte. Esto te ayudará a centrarte en lo que te gusta y lo que no.
Tu mente y tu cuerpo son tus mejores amigos cuando se trata de tus intereses y pensamientos. Una vez que empieces a jugar al voleibol, presta atención a cómo te sientes durante esa actividad.
Aplica este método a cualquier otra actividad. ¿Ciertas actividades te hacen sentir feliz o más bien tenso? ¿Te gustan más las noches de cine que las discotecas? ¿Te gustan más los paseos largos que las noches de cine?
Éstas son las preguntas que debes hacerte. Tus sentimientos y reacciones ante distintas actividades te ayudarán a desarrollar una conexión más profunda tanto con tu mente como con tu cuerpo.
Así volverás a conectar con tu verdadero yo.
Ser consciente de los pensamientos negativos
¿Tiene a menudo pensamientos negativos? ¿Tienes dificultades para expresar gratitud por las pequeñas y grandes cosas de la vida?El pensamiento negativo equivale a infelicidad e insatisfacción con el estilo de vida actual. Tener sobre todo pensamientos negativos significa que hay que cambiar algo.
Tienes que redirigir tus pensamientos centrándote en las cosas positivas que te han pasado y te están pasando en este momento. Tienes que esforzarte por expresar gratitud por todo lo que tienes en lugar de preocuparte por las cosas que no tienes.
Ten en cuenta que todo en la vida es un proceso. El hecho de que no hayas conseguido algunas cosas hasta ahora no significa que no las vayas a conseguir en un futuro próximo.
Recuérdate a ti mismo que no pasa nada por cometer errores a veces. Comprende que tienes tu propio ritmo y que no necesitas competir con nadie.
Sustituye el pensamiento negativo por el coraje y la convicción de que todo sucede por una razón y que, al final, todo será exactamente como debe ser.
Tomar decisiones
El proceso de toma de decisiones está estrechamente relacionado con tu identidad porque expresar tus deseos y anhelos es algo que forja tu identidad y principalmente confianza en sí mismo.
Y si siempre te ha dado vergüenza dar a conocer lo que realmente quieres y lo que realmente te gusta, lo más probable es que te hayas asfixiado a ti mismo para apaciguar a los demás.
La sentencia No sé quién soy más no debe impedirle tomar decisiones.
Deja que se escuche tu opinión en cada tema y discusión. Decide que, a partir de ahora, empezarás a tomar decisiones, y no pararás hasta que se convierta en tu segunda naturaleza.
Decide leer ese libro de superación personal en el que llevas tiempo pensando. Cuando estés en un centro comercial, decide que comprarás esa camiseta aunque parezca algo que nadie compraría jamás. Pero, ¿a quién le importa?
No te importa si gustará a los demás. Lo más importante es que te guste a ti, y serás tú quien lo lleve sin miedo a ser juzgado por ello.
Empieza a tomar decisiones, desde las pequeñas a las grandes, y pronto podrás descubra su yo interior. Sé feliz por lo que realmente eres y aprecia tus defectos, porque ése es el ingrediente clave a la hora de recuperar el sentido de ti mismo.
Identifique sus valores fundamentales
¿Le gusta complacer a la gente? ¿Te desvías a menudo de tu camino para hacer cosas por los demás sólo para ser aceptado y alabado por ellos?Quizá esa sea la razón principal por la que sientes que ya no sabes quién eres. No te preocupes, puedes arreglarlo.
Es hora de que identifique su valores fundamentales en lugar de vivir según las expectativas de los demás. A veces, pasas tanto tiempo viviendo según los estándares de otra persona que empiezas a pensar que tienes las mismas creencias básicas que ellos.
Lo haces porque quieres que te quieran. Crees que al conseguirlo te sentirás por fin completo, pero eso no ocurre. En lugar de eso, te sientes aún más perdido de lo que estabas al principio.
Es hora de cambiar eso:
- Escribe tus valores fundamentales.
- Piensa en las personas que más admiras.
- Considera tus experiencias.
He aquí algunos valores fundamentales para empezar:
- Logros
- Ambición
- Empatía
- Cuidado
- Caridad
- Colaboración
- Creatividad
Vive el momento
Respira profundamente. Siente cómo el aire llena tus pulmones y exhala lentamente. Mantente presente. Concéntrate en tu respiración y luego mira a tu alrededor.
¿Estás satisfecho con la vida que llevas ahora? ¿Hay cosas que te gustaría cambiar? Si pudieras estar haciendo cualquier cosa ahora mismo, ¿qué sería?
Sé honesto contigo mismo y con tus capacidades. Céntrate en las cosas en las que puedes influir y, lo más importante, no te preocupes por el pasado y las cosas que no puedes cambiar.
En su lugar, vivir el momento. Vuelve a respirar profundamente. Siente cómo el aire llena tus pulmones y exhala lentamente.
Sepa que la felicidad está ahí mismo, delante de usted. Todo lo que tienes que hacer es empezar a vivir y dejar de pensar demasiado.
Comprométase
Cuando por fin hayas descubierto tus preferencias, ahora tienes que mantenerte comprometido haciendo cosas que te gusten. Esto significa que tienes que convertirlo en parte de tu rutina porque es la única manera de encontrar la verdadera felicidad.Crear una rutina en la que hagas cosas que te aceleren el corazón y te hagan sentir que has encontrado tu propósito significa dar forma a tu identidad. Cuando repites una y otra vez acciones que te hacen feliz, estás creando felicidad.
Mantenerte comprometido también significa estar en contacto contigo mismo y con tus miedos internos. Nunca los descuides porque volverán a ti y te crearán enormes consecuencias cuando menos te lo esperes.
Enfréntate siempre a tus miedos porque también forman parte de lo que eres, y así hay que tratarlos. Ama todos tus lados, los positivos y los menos positivos, porque si no lo haces tú, nadie más lo hará.
Reflexiones finales
No dejes que la frase No sé quién soy más definirte o hacerte pensar demasiado. Eres mucho más que eso.
Tú eres el dueño de tu propia felicidady nada ni nadie tiene nada que ver con ello.
Estar de acuerdo con los demás nunca te definirá. Tampoco lo hará tener el mejor trabajo del mundo. Es algo que haces, no lo que eres. Y saber quién eres te convierte en quien realmente eres.