Es fácil confundir los términos alma gemela y compañero de vida. A veces la gente incluso los utiliza como sinónimos aunque representen dos aspectos diferentes de la vida amorosa.
Lo más interesante es que tu alma gemela no tiene por qué ser tu compañero de vida y tu compañero de vida puede ser o convertirse en tu alma gemela. Confuso, lo sé.
Por eso aquí se enumeran las diferencias que le ayudarán a distinguir entre ambos y le servirán de guía.
Alma gemela vs. compañero de vida:
Un alma gemela es alguien que sacude tu vida.
Las almas gemelas llegan a tu vida con el propósito principal de despertar tu espíritu o moverte de tu zona de confort.
Las almas gemelas son provocadoras y cambian tu realidad por completo. Te hacen poner a prueba tus límites y te ayudan a descubrir de qué estás hecho.
A veces ese proceso es indoloro y otras extremadamente doloroso. Sea como sea, esta experiencia con ellos te cambia por completo.
Un compañero de vida es alguien que aporta equilibrio a tu vida.
Un compañero de vida es alguien que poco a poco se hace un hueco en tu vida.
Viene a arrasarte cuando ya eres tú mismo.
Viene con el propósito de convertirse en la persona más importante de tu vida y no en todo tu universo. Viene para aumentar tu felicidad cuando te sientas completo.
Un alma gemela es alguien que llega a tu vida sin anunciarse.
Llega cuando menos te lo esperas. Irrumpe en tu vida como el huracán más peligroso y hermoso.
No eliges a tu alma gemela, la reconoces. Él será quien ponga tu mundo patas arriba y cambie tu realidad.
Sus almas se encuentran en algún nivel más profundo.
Tu compañero de vida es alguien que tú eliges.
Alguien que haga que tu corazón y tu mente estén sincronizados. Para que ambos sintáis y sepáis que sois el uno para el otro.
Mantienes elegir de buena gana, con el corazón y la mente, todos los días del resto de tu vida.
Y él hace lo mismo. Sigue eligiéndote pase lo que pase, sin importarle nada ni nadie.
Un alma gemela agita tus emociones.
Cuando estás con tu alma gemela te tiemblan las manos, te flaquean las rodillas y estás tan confuso que ni siquiera puedes hablar con propiedad.
Te sientes como en una montaña rusa emocional que nunca deja de girar.
Puede ser extremadamente emocionante y excitante, pero también agotador. Las almas gemelas son inestables, así que nunca sabes a qué atenerte con ellas.
Los compañeros de vida contribuyen a tu paz interior.
No son de los que juegan. Dicen lo que quieren decir y se mantienen fieles a sus palabras.
Estará a tu lado en las buenas y en las malas. Es la clase de persona en la que puedes apoyarte cuando la vida se pone demasiado difícil.
Él es quien antepondrá tu felicidad. Él no te hará cuestionar su lealtad o su devoción.
Un alma gemela te enseña lo que es la química.
Con un alma gemela existe una química instantánea e innegable. No os podéis quitar las manos de encima. Es como si os sintierais atraídos el uno por el otro a un nivel más profundo.
Todo se mueve muy deprisa y sientes que tu cuerpo arde de tanta lujuria. Lo malo es que con todo ese fuego puedes quemarte fácilmente.
Un compañero de vida te muestra cómo es realmente la atracción.
Un compañero de vida va más allá de la química; lo que sientes cuando estás con él es una atracción sexual real. Hace de hacer el amor un arte.
Se asegura de que estés enamorada antes de meterte en la cama. Lo que sientes con él podría describirse como magnetismo.
Cuando están juntos, se sienten atraídos el uno por el otro y, cuando sus cuerpos por fin se conectan, sienten esa sensación de pertenencia junto con una pasión increíble.
Tu alma gemela no es necesariamente tu persona.
Con un alma gemela, sientes esa sensación de conexión sin usar palabras, lo cual es genial al principio.
Pero a veces las almas gemelas son incompatibles en el plano cotidiano. Es como si la sensación de que ya conoces a la persona te impidiera tener una sensación de compatibilidad.
Al principio, contacto visual prolongado será suficiente, pero después de un tiempo, realmente querrás una persona con la que mantener conversaciones profundas y abiertas.
Si eres capaz de tener una conexión tanto espiritual como comunicativa será perfecto, pero si no, entonces tu alma gemela no está ahí para quedarse.
Tu compañero de vida es tu mejor amigo.
Es la persona a la que recurres para todo. Compartes tus bendiciones y tus penas con él, y no importa lo que esté pasando en tu vida, él es la primera persona a la que quieres contárselo.
Y lo mejor de todo es que siempre estará ahí para escucharlo.
Sois confidentes el uno del otro y compartís un sentimiento de confianza, comprensión, apoyo y respeto mutuos que os mantendrá más unidos con el paso de los años.
Las almas gemelas no necesariamente permanecen en tu vida.
Tienen un papel enorme e importante en tu vida. Están ahí para enseñarte una lección.
Y esa lección no siempre es algo que quieras. Las almas gemelas pueden causar mucho dolor y arruinar tu vida por completo.
No todas las almas gemelas están destinadas a quedarse para siempre. Se van cuando su papel en tu vida se ha cumplido.
Un compañero de vida está ahí para quedarse.
Es tu persona para siempre. Él está ahí para complementar su vida de una manera que nunca pensó posible.
Está en sintonía contigo porque os tomasteis vuestro tiempo para conoceros. No muchas cosas llegaron de repente; las trabajasteis y construisteis una vida para los dos.
Hace que quieras echar raíces, casarte y tener hijos. En definitiva, es quien te hace sentir como en casa y no hay lugar en el que prefieras estar más que a su lado.
En pocas palabras, un alma gemela no es alguien que eliges, sino alguien que estás destinado a conocer.
Puede quedarse en tu vida, pero no tiene por qué. Está ahí para sacudir tu mundo, sacarte de tu zona de confort y enseñarte una valiosa lección.
Un alma gemela y un compañero de vida no son lo mismo. Un compañero de vida es alguien a quien sigues eligiendo cada día. Alguien con quien te sientes conectado mental y emocionalmente.
Un compañero de vida es una persona que se queda para siempre, con la que al final compartirás tu vida en todos los aspectos.
Un alma gemela puede convertirse en tu compañero de vida si desarrolláis una relación que vaya más allá de la química instantánea, la excitación, los retos constantes y la conexión con el alma.
Una conexión de alma es algo raro y casi perfecto pero no siempre es suficiente si no tienes una conexión de vida.