Sé que estás acostumbrado a este escenario similar: Conoces a una chica que te gusta y empieza el juego. De repente, te conviertes en el hombre de sus sueños, diciéndole todo lo que quiere oír.
La llamas y le mandas mensajes constantemente, tú inicias la mayor parte del contacto y actúas como si estuvieras dispuesto a hacer lo que haga falta con tal de estar cerca de ella.
Sin embargo, tras un tiempo de bombardeándola con tu amor te echas atrás. Ves que estás a un paso del compromiso y te acobardas o simplemente te aburres de ella y estás listo para tu próxima víctima.
Sin embargo, no quieres ser franco con esta chica y decirle que quieres volver a tu vida de soltero.
En lugar de eso, prefieres tenerla como plan de reserva y darle largas por si nada más funciona o por si te quedas con ganas del cariño y la atención que te ha estado dando.
La mayoría de las veces, esto funciona a las mil maravillas. Antes de que se dé cuenta de lo que está pasando, la pobre chica se ha enamorado de ti como una loca y empieza a hacer todo lo posible para que ese hombre del principio de la historia vuelva.
Empieza a perseguirte, sin ni siquiera ser consciente de que ha caído directamente en tu trampa.
Empieza a seguirte la corriente, sin saber que se está metiendo cada vez más en este círculo interminable de tu manipulación.
Así que, obviamente, pensaste que también podrías hacer este truco con esta chica. Estás convencido de que es igual que los demás y que no podrá resistirse a tu magia.
Y ahí es donde te equivocas. Lo que no has visto es que ésta es diferente a todas las demás chicas que has conocido hasta ahora. Que ella es única.
Lo que no has visto es que es una mujer fuerte que no se dejará manipular por ti. Que no dejará que la trates como quieras y que te ganará en tus propios juegos.
No, no se enamorará de ti en cuanto vea que intentas huir. No se asombrará por ese tipo duro y sin emociones que finges ser y, desde luego, no te perseguirá.
En cambio, esta chica se dará cuenta de tus intenciones desde el principio. No se hará ilusiones de que seas su Sr. Perfecto hasta que le demuestres realmente tu valía y tu amor por ella.
Esta mujer fuerte no llorará por ti cuando decidas marcharte y no malgastará su vida esperando a que vuelvas.
No pasará noches en vela preguntándose qué hizo mal y cuándo fue el momento exacto en que todo se fue al traste.
Ella no pondrá excusas por tu comportamiento de mierda, ni tratará de justificar el hecho de que no eres más que otro gilipollas egoísta. No pondrá todo su empeño en tratar de descifrar tus señales contradictorias y, desde luego, no se cuestionará su propia valía, simplemente porque has tratado de disminuirla.
No esperará a que entres en razón y seas por fin ser claro sobre sus sentimientos .
Una mujer fuerte como ella no mendiga el amor y la atención de nadie. No va por ahí pidiendo a la gente que la ponga en primer lugar ni rogándoles que la elijan de verdad; necesita que lo hagan por sí mismos.
No se hace ilusiones de que su amor cambiará a un hombre hasta que él decida hacerlo por sí mismo. No se esfuerza en intentar arreglar o salvar a los que no quieren ser salvados y no malgasta su energía en los que no se lo merecen.
¿Y sabes por qué? Porque no te necesita a ti ni a ningún otro hombre para dar sentido a su vida o para sentirse completa.
Una mujer fuerte no necesita que le digas que es suficiente ni que la lleves de la mano a través de los obstáculos y retos de la vida. No necesita que la empujes hacia adelante ni que seas su fuerza cuando está en lo más bajo.
Una chica como ella nunca tiene miedo de ir sola por la vida porque es muy consciente de que puede conseguir cualquier cosa que se proponga.
No le asusta estar sola y siempre elegirá permanecer soltero hasta que llegue el hombre adecuado en lugar de conformarse con menos de lo que se merece.
Así que, la próxima vez que pienses en ganarte a alguien como ella sólo para curar tu ego roto y tus inseguridades, piénsatelo otra vez.