Últimamente estoy sola. Ya no estás tú para engañarme con tus dulces palabras y abrazarme con tus manos tóxicas. Y por mucho que te odie, te quiero al mismo tiempo.
Así que me sorprendo pensando mucho en ti, en las cosas que una vez tuvimos. Pienso en todos esos bonitos recuerdos que hicimos juntos y no puedo evitar las lágrimas cuando me doy cuenta de que ya no estaremos juntos.
Entonces, en un momento de locura, me enfado conmigo misma y rompo todas las cosas que me compraste. De esa manera, estoy arruinando cada uno de los recuerdos que me recuerdan a ti.
Porque eso es lo que tengo que hacer. Aunque duela como el infierno, tengo que borrarte de mi sistema. Necesito deshacerme de tu olor en mí, de tus besos en mi cuerpo, de tu voz que aún resuena en mi cabeza.
Necesito demostrarme a mí misma que puedo vivir sola y que no te necesito para completarme.
Porque si no lo hago, me volveré loco. Perderé totalmente la cabeza por un hombre al que ni siquiera le importo. Me perderé por un hombre que ni siquiera luchó por mí.
Porque eras un cobarde, temeroso de hacer al menos eso. Cuando viste que estaba rota fue más fácil dejarme que arreglarme. Pero te juro que seré mejor sin ti. Capa a capa, te quitaré de mi piel. Día a día, dejaré de mencionar tu nombre.
Noche a noche, pensaré menos en ti. Porque a decir verdad, no me mereces.
En realidad nunca lo hiciste. Pero estaba tan ciega de amor que pensé que tenía suficiente amor para los dos y que tú acabarías despertando.
Pensé que solo necesitabas algo de tiempo para ver todas esas cosas increíbles de mí que todos los demás veían. Pero ese momento nunca llegó.
Seguiste a lo tuyo, sin preguntarme qué pensaba. Tenías el poder de hacerme sentir mal con sólo decir una palabra. Una sola mirada tuya arruinaría toda mi velada.
Y sentí que no era nada. Mientras que yo lo era todo. Era y sigo siendo una mujer a la que amar. Así que jódete por no ver eso. Aunque lo intentaras, no me convencerás de que yo soy la que no se deja querer.
Bueno, tal vez para ti, pero ¿quién eres tú para juzgarme? ¿No ves que ya no tienes derecho a decirme lo que tengo que hacer? Así que no intentes buscarme porque la chica a la que hiciste daño ya no existe.
Ella murió esa noche cuando la lastimaste. Ahora se ha transformado en una persona totalmente nueva.
El que no se encariñan tan fácilmente y la que no confía en la gente en cuanto la conoce. Así que hazte un favor y mantente lejos de mí.
Ya no te quiero en mi vida. No quiero tus excusas, tus dulces palabras y tus abrazos. Todo eso es falso, aunque haya tardado demasiado en darme cuenta de que fuiste mi peor decisión.
Me trataste como si yo fuera la más pequeña. Me hiciste rogar por tu amor y afecto.
Me humillaste delante de mí mismo y esa es la peor humillación de todas.
Cuando sabes que estás suplicando a alguien, comprendes que hacer eso no debería ser una opción, pero aun así te sorprendes haciéndolo.
Y lo hice. Contigo toqué fondo, pero para ti, eso no fue suficiente. Querías totalmente arruinarme como mujer. Querías romper mi corazón en pedazos tan pequeños que nunca podría hacer mi corazón entero.
Y me gustaría saber qué te hice para que quisieras vengarte de esa manera. No sé qué clase de pecado cometí para que me trataras así.
¿Y sabes qué? Ya no quiero ni pensar en ello. Sé que me llevará mucho tiempo borrarte por completo de mi vida, pero trabajaré en ello cada día.
Y un día, cuando menos lo espere, mi corazón dejará de gritar tu nombre.
Un día me libraré de ti. Finalmente aceptaré que soy mucho mejor por mi cuenta y que hice lo correcto al dejarte ir.
Ese día, aprenderé a amarme a mí misma. Y ese día será el mejor de mi vida. Cuando eso ocurra no me temblarán las rodillas cada vez que te vea o escuche tu voz de fondo.
Mi corazón ni siquiera empezará a latir más rápido cuando me digas que me echas de menos y que cometiste un gran error. No voy a darte lo único que anhelas: ¡a mí!
De hecho, ya no eres importante. Esta vez quiero dedicarme a mí misma y a las cosas que amo. Esta vez quiero demostrarte que puedo brillar sin ti y que puedo ser feliz sola.
Esta vez, volveré a hacer mío el mundo.