Podría haberse quedado para siempre. Ella quería. Ella quería amarte por el resto de su vida. ¿Pero sabes lo que hiciste?
Déjala ir. La dejaste marchar de tu vida, y ahora, lo lamentas.
Rompiste su gran corazón. Lo tomaste y lo hiciste pedazos. Y no lamenta que lo hicieras porque sabe que si quieres amar plenamente, tienes que estar preparado para que te rompan el corazón.
Si quieres amar con todo tu corazón, tienes que abrirte y derribar tus muros. Tienes que ser vulnerabley tienes que confiar en la persona que amas.
Hizo todo eso y le salió el tiro por la culata. Confiaba en el amor, pero el amor la mordió.
Este horrible sentimiento es exactamente lo que le ocurrió cuando la dejaste marchar, justo en ese momento, en ese segundo, cuando estaba de pie en la puerta principal con lágrimas en los ojos mirándote y esperando que hicieras algo para mantenerla en tu vida.
No hiciste nada. Fuiste demasiado cobarde para hacer algo e impedir que se fuera.
Y no tienes absolutamente ningún derecho a hacerlo. Podrías haber convertido lo que tenías en algo que dura para siempre. Tenías ese amor puro y hermoso. Estaba justo delante de ti, pero no lo apreciaste. Y por eso tampoco lo merecías.
Así que no la eches de menos porque no eres digno de echarla de menos.
Ahora que se ha ido, te has dado cuenta de lo que tenías y has echado a un lado. Sólo ahora que ya no la tienes ves lo afortunado que fuiste cuando ella estaba en tu vida.
Ahora ves cómo es tu vida sin ella, y ahora te das cuenta de cuánta alegría y felicidad te aportaba con su sonrisa cada día.
Otro hombre matar para ser su novio. Otro hombre lo daría todo por tenerla, y tú la tiraste tan fácilmente.
No, no tienes derecho a echarla de menos.
Ahora que se ha ido, te has dado cuenta de que, mientras estuvisteis juntos, sacó lo mejor de ti. Eras mejor persona gracias a ella. Y admítelo, te encantaba.
Estabas feliz y satisfecho, y no sabías por qué.
Pero ahora que la has perdido, te has dado cuenta de que ella es la razón y has cometido el mayor error de tu vida.
Era cariñosa y leal. Se preocupaba por ti y te ponía en primer lugar porque te quería.
Sabía que estabas hecho un lío, así que dejó pasar muchas cosas. Te perdonó tantas veces que ni siquiera sabías que estaba enfadada.
Se guardó esas cosas porque quería darte la oportunidad de encontrarte a ti mismo. Quería ayudarte a convertirte en una persona buena y cariñosa.
No supiste apreciarlo. No supiste respetar todo lo que ella hizo por ti, y lo has perdido. ¿Ves lo terrible que es tu vida sin ella en ella?
¿Ves lo que podrías haber tenido si hubieras mantenido los ojos abiertos, si no la hubieras dado por sentada?
Viste lo real que se estaba volviendo todo y te acobardaste. Te asustaste de la vida, te asustaste del compromiso. Te negaste a crecer, y seguiste igual. Ahora, te arrepientes, y ahora lo quieres todo de vuelta.
¿Adivina qué? No te lo mereces.
Deberías haber pensado en ella cuando estaba encerrada en su habitación ahogándose en lágrimas y preguntando por qué. Deberías haber pensado en ella cuando su corazón gritaba tu nombre pero todo en vano.
Nunca deberías haber dejado que sufriera de esa manera. Nunca deberías haberte permitido ser la razón de su dolor.
Te ha tachado de su viday nunca volverá contigo. Tuviste tu oportunidad y la desperdiciaste.
Ahora te arrepientes y lamentas haberla dejado ir. Pero que sepas que eso no la traerá de vuelta. Nada la traerá de vuelta.
Ha sufrido, se ha curado y ha seguido adelante.
Tú, te quedarás atascado en el momento en que te diste cuenta de que dejarla ir fue el mayor error que cometiste en tu vida.