¿Has estado alguna vez en una situación en la que sabías que alejarte de alguien a quien amabas era la única opción que tenías, aunque fuera lo último que tu corazón deseaba?
En una situación en la que tuvieras que dejar atrás a alguien a quien querías porque ¿quedarse dolería aún más?
¿En una situación en la que terminaste una relación con un hombre con el que sabías que no tenías futuro, aunque fue lo más doloroso que tuviste que hacer en tu vida?
¿Donde te viste obligado a romper tu propio corazón para siempre porque era la única manera de hacer que otra persona dejara de romperlo pedazo a pedazo con cada día que pasaba?
Si es así, ésta es para ti.
Esto es para todas las chicas que se preguntan si hicieron lo correcto cuando escuchó a su cerebro y se alejó de alguien que la hacía infeliz.
Créeme: tomaste la decisión correcta. Aunque ahora no lo veas, con el tiempo entenderás que esa decisión fue la mejor de tu vida.
De hecho, era lo único que podías hacer y la única oportunidad que tenías de liberarte de toda esa toxicidad de la que estabas rodeado.
Por una vez, elegiste salvarte a ti mismo en lugar de salvar a ese hombre que no quería ser salvado. Por primera vez, elegiste amarte a ti mismo antes que a ese hombre.
Sé que ahora puedes cuestionarte tu decisión, pero créeme: has hecho lo correcto.
Así que, cada vez que te cuestiones, recuerda todo el dolor que ese tipo te hizo pasar.
Recuerda todas las lágrimas, todas las decepciones y humillaciones y todas las veces que te hizo pedazos.
Cada vez que empieces a dudar de si has tomado la decisión correcta, recuerda todas las noches en vela que pasaste rezando a Dios para que le cambiara y le ayudara a convertirse en el hombre que necesitabas que fuera.
Acuérdate de todos los años que has perdido esperando a que espabilara y madurara de una vez.
Cada vez que empieces a culparte por dejar colgado a este hombre, recuerda todo el esfuerzo que has puesto en vuestra relación mientras que a él le importa un bledo.
Todas las veces que te esforzaste por arreglar su desagradecido culo mientras él te daba por sentado, como si tuviera derecho a ese trato especial que recibía.
Cada vez que empieces a echar de menos a tu ex tóxico, intenta no pensar sólo en lo bueno.
Intenta no pensar en los bonitos recuerdos y en las veces que consiguió hacerte feliz.
En lugar de eso, mira las cosas de forma realista y mírale por lo que realmente es y siempre ha sido: un gilipollas egoísta y manipulador que nunca te mereció, ni el amor que le estabas dando.
Recuerda que siempre seguirá siendo el mismo imbécil de siempre y que no hay nada que puedas hacer para que mejore.
Cada vez que te preguntes si hiciste lo correcto, recuérdate a ti misma el hecho de que en el fondo sabes muy bien que ese hombre nunca te quiso y nunca te querría.
Que nunca te trató bien y que te mereces mucho más.
Recuerda que hasta ahora lo has conseguido sin él y que sobrevivirás a su ausencia.
Que no consiguió romperte sólo porque te rompió el corazón y que todo esto no es más que una lección que te ayudará a hacerte más fuerte.
Recuérdate a ti misma que ésta era la única forma de abrirte camino hacia tu felicidad y hacia el hombre que te dará todo lo que buscas.
Que dejarle marchar era la única forma de seguir adelante con tu vida y lanzarte al brillante futuro que te espera.
Y lo más importante, cada vez que pienses en volver con este hombre que te ha hecho tanto daño, no lo hagas.
Así que, por favor, vean que esto, por lo que están pasando, no es más que una tentación y en lugar de verlo como una maldición, véanlo como una bendición.
Créeme, llegará un momento en que darás gracias a Dios por haberte dado la fuerza que necesitabas para superar este reto.
Un momento en el que agradecerás haber elegido bien a tiempo.