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Todo lo que necesitas saber sobre un mentiroso compulsivo

Todo lo que necesitas saber sobre un mentiroso compulsivo

Un mentiroso compulsivo (también conocido como mentiroso patológico) es una persona que recurre a la mentira habitual, es decir, que miente compulsivamente a sus seres queridos, compañeros de trabajo o familiares.

Algunos creen que la mentira patológica (también conocida como pseudología fantástica o mitomanía) tiene su origen en una enfermedad mental (trastorno antisocial de la personalidad, a veces denominado sociopatía).

Aunque también hay casos NO respaldados por la investigación médica.

Aunque la mentira compulsiva es un tema ampliamente debatido desde hace casi un siglo, todavía no existe una definición universalmente aceptada. de esta afección que a veces se asemeja a una trastorno límite de la personalidad.

A diferencia de las pequeñas mentiras blancas, los mentirosos compulsivos dicen mentiras patológicas todo el tiempo, y sin motivo aparente. Las mentiras piadosas pueden ser beneficiosas, mientras que los motivos de las mentiras compulsivas suelen ser tortuosos y autocomplacientes.

La gente miente debido a la baja autoestima y para escapar de situaciones sociales desagradables. Pero a mayor escala, también puede ser signo de un trastorno mental profundamente arraigado.

En este artículo, le ofreceré una guía detallada sobre cómo descubrir a un mentiroso patológico, así como reconocerlo y enfrentarse a él.

Véase también: 5 diferencias cruciales entre un narcisista y un sociópata

¿Cómo se define a un mentiroso compulsivo?

Según los profesionales de la salud mental, ésta es la definición de mentiroso compulsivo: Una persona que miente regularmente sin sentirse culpable y que casi no controla sus propias mentiras.

Se cree que sus motivos no tienen fines benéficos, sino que forman parte de lo que son innatamente.

Sus hábitos mentirosos hacen cada vez más difícil forjar relaciones interpersonales sólidas y significativas, ya que vivir con (o trabajar/socializarse con) un mentiroso patológico es casi imposible.

La mentira compulsiva (pseudologia phantastica) también puede sugerir que hay un trastorno más profundo o una afección en juego, como el trastorno bipolar, el trastorno narcisista de la personalidad, el trastorno histriónico de la personalidad o el trastorno límite de la personalidad.

Si un profesional médico tiene motivos para creer que la mentira patológica forma parte de alguno de los trastornos de la personalidad mencionados anteriormente, es probable que sugiera la psicoterapia como siguiente mejor paso.

Si ha notado alguna anomalía en su de un ser querido comportamiento, incluyendo decir mentiras compulsiva y continuamente, considere buscar ayuda profesional.

Puede que les ocurra algo en el sistema nervioso central que les haga mentir.

Nadie quiere acabar en la psiquiatría, pero a veces es el último recurso para un problema cada vez más preocupante, como la mentira compulsiva, y nunca debe tomarse a la ligera.

Véase también: 10 señales de advertencia de que estás saliendo con un alcohólico (y qué puedes hacer)

¿Qué lleva a la gente a mentir compulsivamente?

Aunque no existe una causa concreta que haga que los mentirosos patológicos recurran a sus engaños, hay algunos trastornos de los que hablaré que podrían ser las razones subyacentes.

- Trastorno facticio

El trastorno facticio, también conocido como síndrome de Munchausen, es una afección que hace que las personas se comporten como incapacitadas mental o físicamente, cuando en realidad no lo están.

Cuando una persona padece el síndrome de Munchausen, significa que dice mentiras sobre su propia enfermedad o la de otra persona.

Esta afección concreta se da con mayor frecuencia en madres, que inventan una enfermedad en sus hijos y se la comunican al médico (lo que se conoce como síndrome de Munchausen por poderes).

Aún no se sabe con exactitud cuál es la causa de este trastorno, pero existen teorías al respecto, algunas de las cuales son:

- un caso grave de abuso de sustancias

- causas de origen genético o biológico

- lucha contra la depresión

- un trastorno de personalidad no descubierto

- grave falta de confianza en sí mismo

- abandono en la infancia (o, en casos peores, comportamiento abusivo)

- Trastorno de la personalidad

Tres trastornos de la personalidad podrían ser la causa de la mentira patológica. Son los siguientes BPD (trastorno límite de la personalidad), NPD (trastorno narcisista de la personalidad), y APD (trastorno antisocial de la personalidad).

Cuando una persona padece BDP, le resulta difícil controlar sus emociones y sentimientos.

También tienen cambios de humor incontrolables, sufren una inseguridad devastadora y su sentido del yo está gravemente distorsionado.

Cuando se trata de NPD, estamos hablando de fantasías autoindulgentes de un sentido superior de sí mismo y una necesidad constante de ser admirado y tratado como superior.

Hay razones para creer que los mentirosos patológicos pueden padecer TPA, ya que quienes lo sufren recurren a decir mentiras con el único fin de autocomplacerse.

Las personas que padecen TLP o NPD pueden mentir para distorsionar su realidad y hacerla más acorde con sus emociones actuales, no hechos.

Estos trastornos de la personalidad pueden dificultar la creación de vínculos significativos con otras personas.

- Demencia frontotemporal

He oído hablar de un caso en el que una persona (que permanecerá en el anonimato en aras de su privacidad) luchaba contra la mentira compulsiva, y su comportamiento era extrañamente parecido al de quienes padecen demencia frontotemporal.

Hablamos de un tipo de demencia en los lóbulos frontal y temporal del cerebro que provoca graves cambios en el comportamiento general de la persona y en su forma de hablar.

Estos cambios pueden ser los siguientes:

- cambios repentinos en los hábitos alimentarios

- cero signos de empatía y consideración

- casi ninguna conciencia de los sentimientos de los demás

- comportamiento social impropio (que nunca antes habían mostrado)

- patrones de comportamiento patológico

- se aburren y agitan con facilidad

Véase también: 11 señales inequívocas de problemas de confianza y cómo superarlos

5 rasgos fascinantes de un mentiroso compulsivo

Sus mentiras no parecen tener un motivo claro

Normalmente, la gente miente por diversas razones. Como he mencionado antes, puede ser para evitar una situación social incómoda, salvarse de la vergüenza, y similares.

Pero un mentiroso compulsivo escupirá falsedades sin ganar nada con ello.

Esto puede resultar especialmente confuso para sus seres queridos (familia, mejores amigoscompañeros de trabajo) que intentan llegar al fondo de su comportamiento, siempre con las manos vacías.

Quizá lo único que tenemos que entender es que los mentirosos compulsivos no tienen mala intención. No conocen otra forma de ser.

Sus historias están llenas de adornos, detalles y dramatismo.

Este es el rasgo distintivo de un mentiroso patológico. Esta persona es un narrador excepcional, capaz de crear escenarios fascinantes que suenan extremadamente convincentes.

Eso es quizá lo más intrigante de ellos. Normalmente, cuando la gente entra en grandes detalles al tratar de defenderse, suena TAN falso.

Pero consiguen convencerte de que lo que dicen es cierto, independientemente de los adornos y detalles demenciales.

Esto demuestra lo comprometidos que están con sus mentiras y lo lejos que están dispuestos a llegar para que parezcan realistas.

Parecen creer firmemente sus propias mentiras

Cuando se trata de la mentira patológica, puede describirse como algo entre la mentira consciente y el delirio. En las traducciones, tienden a creerse sus propias mentiras.

Esto hace que sea bastante difícil tratar con ellos. Cómo lidiar con una persona que te miente a la cara con tanta facilidad y se cree lo que dice?

Algunos expertos afirman que los mentirosos compulsivos no entienden la diferencia entre la ficción que crean y la realidad que tienen delante.

Son elocuentes, atractivos y no muestran ninguno de los signos que suelen mostrar los mentirosos (mirar hacia abajo y hacer largas pausas).

Les gusta presentarse como víctimas o como héroes...

Si has tenido a un mentiroso patológico en tu entorno, seguro que te has dado cuenta de que siempre se hacen las víctimas o los héroes.

No hay término medio. El objetivo de sus historias es contar mentiras que les granjeen la admiración o la simpatía de las que se alimentan o, simplemente, que les ayuden a ser aceptados.

Inconscientemente anhelan atención y validación constantes, algo que sus mentiras bien pensadas nunca dejan de conseguirles.

Ser el centro de atención es como una droga para ellos.

Son rápidos con los pies

Los mentirosos compulsivos piensan rápido. Incluso cuando crees que les has pillado en una mentira, te demostrarán magistralmente por qué no hay que meterse con ellos.

Incluso pueden hacer que te sientas avergonzado por atreverte a cuestionar sus historias. Se puede decir que son maestros manipuladores que saben cómo utilizar las debilidades de los demás en su contra.

Les cuesta muy poco esfuerzo producir una mentira convincente, sin pausas ni rodeos. Se podría decir que es pura artesanía.

Véase también: 5 señales de advertencia de que estás saliendo con un hombre tóxico

Mentiras compulsivas frente a mentiras piadosas: ¿Cuál es la diferencia?

Como todos sabemos, todas las personas mienten. En algún momento, todos nos enfrentamos a una realidad que (aparentemente) no nos deja más remedio que recurrir a una mentirijilla piadosa.

He leído en alguna parte que la gente dice aproximadamente 1,6 mentiras al día. Y como puedes adivinar, todas ellas se consideran mentiras piadosas.

Sin embargo, la mentira patológica se encuentra en el otro extremo del espectro. Esas mentiras son constantes y se producen con regularidad. En la mayoría de los casos, no tienen ningún propósito evidente.

A continuación, examinaré las cautivadoras diferencias entre las mentiras patológicas y las mentiras blancas.

- Mentiras blancas

Lo primero y más importante que hay que tener en cuenta es que las mentiras piadosas no son habituales. Se consideran inofensivas y suelen decirse para que alguien se sienta mejor.

Las mentiras piadosas también pueden decirse para no herir los sentimientos de un ser querido, sin mala intención. Para que te hagas una idea, aquí tienes ejemplos de mentiras blancas perfectamente inocentes:

- "Lo siento, hoy no puedo asistir a la reunión. Tengo un dolor de cabeza palpitante desde esta mañana".

- "He pagado la factura de la luz, nena. No tengo ni idea de por qué han cortado la luz, ¡te lo juro!".

- Llegué tarde al trabajo o al colegio porque mi coche no arrancaba y tuve que ir en autobús, lo que me llevó siglos. Lo siento".

Todo esto no son más que excusas para justificar la verdadera razón de las acciones de la persona. No pretenden perjudicar a nadie; simplemente ayudan a una persona a salir de una situación incómoda.

- Mentiras patológicas

En cambio, las mentiras patológicas pintan un panorama completamente distinto. Estas mentiras se dicen compulsiva y regularmente.

Nunca parece que se obtenga ningún beneficio de ellas, ni hay una razón obvia. Su propósito es hacer que el narrador parezca el héroe o la víctima de su historia.

Los mentirosos compulsivos no muestran miedo a ser descubiertos y rara vez sienten una pizca de culpa por lo que hacen.

He aquí algunos ejemplos del tipo de mentiras compulsivas que un mentiroso patológico dirá sin sudar:

- Se inventarán toda una historia sobre un suceso que nunca tuvo lugar y, lo peor de todo, presumirán de falsos logros que no se basan en la realidad.

- Se inventarán una enfermedad que NO tienen y afirmarán que su vida corre peligro cuando están perfectamente sanos.

- Pueden afirmar estar emparentados con personas conocidas (actores famosos, músicos, poetas) para impresionar a alguien y ganar puntos, sin temer nunca que les descubran.

Las mentiras blancas y las patológicas son fundamentalmente diferentes.

Mientras que la primera es una mentira inocente que no causa daño a nadie, la segunda es malintencionada y se crea con falsos pretextos.

Véase también: Si tu chico hace estas 10 cosas es un tóxico SOCIÓPATA

Cómo tratar a un mentiroso compulsivo

Enfrentarse a alguien que muestra signos de mentira patológica puede ser extremadamente abrumador.

Si pretendes crear una relación significativa con esta persona, tienes que ser consciente de que te llevará tiempo, paciencia y mucha perseverancia.

Lo importante es tener en cuenta que lo más probable es que esta persona no tenga mala intención, ni quiera beneficiarse de sus mentiras.

Se trata de un comportamiento compulsivo que la persona a menudo no puede evitar. Cuando te enfrentes a ellos, lo mejor es ir con la cabeza tranquila y buenas intenciones.

Otra cosa que debes tener en cuenta es que hay casos en los que la mentira patológica está relacionada con problemas más profundos, como diversos trastornos mentales.

Intenta mantener una conversación racional con ellos para descubrir posibles síntomas subyacentes que puedan ser la causa real de su comportamiento.

Con un poco de suerte, puede que sean receptivos a esto y estén dispuestos a buscar ayuda profesional que pueda cambiar las cosas.

Si sigues teniendo problemas para afrontarlos, nunca está de más hablar con un terapeuta.

Pueden ayudarle a encontrar formas de enfrentarse al mentiroso patológico de la forma más sana posible.

Véase también: 9 formas en que un mentiroso patológico te rompe con sus juegos

Principales conclusiones

Un mentiroso compulsivo es una persona que miente patológicamente sin un motivo obvio (o razonable) que le lleve a ese preocupante comportamiento.

Sus mentiras pueden ser muy bien ejecutadas, elaboradas y llenas de detalles, lo que hace que este comportamiento sea aún más fascinante. Estas mentiras patológicas no aportan ningún cambio positivo a la persona, y pueden causar daño a los demás.

Es imprescindible recordar que, aunque sus mentiras pueden ser difíciles de entender y de tratar, no se cree que deseen hacer daño a nadie al contarlas.

Tratar con un mentiroso patológico puede ser problemático y estresante, pero como no se trata de una enfermedad médicamente aceptada, no existe tratamiento para mejorarla (todavía).

Sin embargo, este puede ser un signo de una enfermedad preexistente (un trastorno de la personalidad) que puede ser atendido por un profesional médico.

Es importante no entablar largas conversaciones con mentirosos patológicos.

Si conoces sus elaboradas historias que sabes que no son ciertas, lo mejor para tu salud mental es simplemente sonreír y seguir adelante.

Estar rodeado de personas que practican la mentira patológica puede ser angustioso, por eso es mejor rodearse de quienes sabes que son dignos de confianza y auténticos.

Véase también: 15 señales de advertencia de que debes alejarte de alguien