Aunque tengo numerosas dudas sobre mi vida, hay una cosa de la que estoy seguro y es de mi amor por ti. Te quiero y no hay nada que hacer al respecto.
Te quiero, por mucho que intente luchar contra ello y por mucho que sea muy consciente de que no debería quererte.
Te quiero, a pesar de todo lo que este amor que siento por ti me está haciendo a mí y a mi vida.
Y eso es algo que no me cuesta admitirme a mí mismo ni decírtelo a ti.
Pero que te quiera no significa que haya perdido la cabeza por completo. No significa que me haya vuelto ciega y que haya dejado de ver la realidad.
Que te quiera no significa que no pueda juzgar las cosas como es debido. No significa que haya dejado de ser realista y definitivamente no significa que no pueda ver las cosas claramente como son.
Porque puedo.
Y por mucho que quiera que esto sea mentira, sé muy bien que no me quieres atrás.
Al menos, no de la forma en que necesito, quiero y merezco ser amada. Y al menos, no de la forma en que te quiero a ti.
Y por mucho que te quiera y por mucho que me gustaría que las cosas fueran diferentes, la verdad es que soy muy consciente de que no eres el hombre para mí.
Sí, te quiero incondicionalmente, lo que significa que también quiero tus defectos, porque forman parte de lo que eres. Pero eso no significa que no los vea y no significa que piense que eres perfecta.
Porque, admitámoslo, estás lejos de ser perfecto.
Pero no te pido que seas perfecto. Sólo me gustaría que fueras un poco diferente en tu comportamiento hacia mí.
Sólo me gustaría que me trataras un poco diferente, que fueras menos egoísta, más empático, menos narcisista, manipulador y egocéntrico.
Pero ahora veo que incluso esto es demasiado para ti. Ahora veo que no puedes ni quieres cambiar y que no hay nada que yo pueda hacer al respecto.
Ahora veo que mi amor por ti está arruinando mi vida. Ahora veo que me está dañando en todos los sentidos-que me ha arruinado física, emocional y espiritualmente.
Sé que el amor es la emoción más positiva y hermosa que existe. Y sé que debería mejorar tu vida.
Pero de alguna manera, mi amor por ti me hace sentir completamente lo contrario.
Me hace sentir miserable y patético. Me hace sentir deprimido, y éstas son las últimas emociones que el amor debería provocar en una persona.
Al principio, te culpé por todas las cosas que he estado sintiendo. Te culpé por no amarme lo suficiente, por no tratarme como me merecía y por herir mis sentimientos cada día de nuevo.
Y entonces me di cuenta de que en realidad tú no tenías la culpa. Sí, siempre has sido un gilipollas y de eso no hay duda.
Pero esa es tu elección. De la misma manera que yo elegí amar a ese imbécil y de la misma manera que elegí no alejarme de ese imbécil.
Por mucho que me gustaría quitarme toda la culpa de encima, la verdad es que nunca me obligaste a estar contigo y nunca me obligaste a quedarme contigo.
Y sobre todo, nunca me forzaste a amarte y a permitir que este amor se apoderara de mi vida.
Así que no, no quiero que pienses que te culpo por hacerme la vida más difícil. Porque no es así. Y tampoco quiero que te culpes por ello.
Porque sé que no eres tú quien está arruinando mi vida. Sé que mi amor por ti lo está haciendo todo por sí mismo.
Porque sé que mi vida sería mucho mejor si pudiera encontrar una manera de dejar de quererte. Sé que sería mucho más feliz si eso ocurriera y sé que me sentiría mucho mejor conmigo misma.
Y por eso rezo a Dios cada noche para que eso ocurra. Por eso quiero matar este amor que siento por ti antes de que me mate a mí.