Las mujeres enamoradas son otra cosa. Nos encaprichamos y cegamos tanto que la realidad objetiva deja de tener sentido.
Por desgracia, parte de ello consiste en no ver a la persona de la que estamos enamorados tal y como es en realidad. Nos apresuramos a perdonar o incluso a ignorar cosas que no se deben ignorar.
Por mucho que nos guste o queramos a alguien, no debemos dejar que nos maltrate.
Todo empieza como simples sugerencias y comentarios, luego se hace más frecuente y después se convierte en una pesadilla.
Hay muchas formas de maltrato sutil; por ejemplo, criticar constantemente y detectar los defectos de los demás sin ver nunca los nuestros.
Y lo que es peor, a veces empiezas a creerte lo que te dicen y empiezas a cuestionarte cada pequeña cosa que haces.
Empiezas a pensar demasiado lo que vas a decir y hacer. Tu vida se convierte poco a poco en intentar no hacer lo incorrecto aunque no lo estés haciendo.
Si se nos critica mucho con regularidad, sobre todo por cosas que no importan, eso afectará a nuestra autoestima.
Una persona que nos quiere no debería contar nuestros defectos. Al contrario, debe ayudarnos a superarlos y eso puede hacerse con tacto.
Hay muchas formas amables de decirle a una persona lo que te molesta y la crítica no es una de ellas. Es probablemente la forma menos eficaz de cambiar el comportamiento de una persona.
Por no hablar de lo problemático que resulta tener a una persona siempre descontenta mientras la otra permanece callada.
No debes tener miedo de llamar la atención a alguien por su mal comportamiento. De hecho, tienes que hacerlo o, de lo contrario, la relación no tendrá sentido.
Si las parejas no se llaman la atención mutuamente por su mal comportamiento, no se puede avanzar. El problema es cuando es unilateral y una persona sólo ve los defectos de la otra y olvida los suyos.
Una relación necesita paciencia, comprensión, amor, aprecio y apoyo.
Todas esas cosas necesitan dos personas para funcionar. Si no tienes esas cosas, deberías reconsiderar tus opciones. No digo que tengas que romper con alguien, pero algo tiene que cambiar.
El primer paso es reaccionar cuando te critican. Detente y haz las preguntas adecuadas.
Somos humanos y cometemos errores, pero también tenemos razón y emociones que nos permiten mejorar las situaciones existentes.
Casi todo en la vida puede resolverse con una buena conversación y teniendo empatía y una mente abierta, al menos para tu pareja.
Si nada más funciona y te sientes constantemente apartado e infravalorado, deja la relación.
No estás aquí para caer bien a los demás. Eres suficiente como eres y si alguien no puede verlo, no puedes obligarle.
Es importante ser consciente de tu propio valor, de tu autoestima. Conocer tu autoestima es vital para tu felicidad. La felicidad es el objetivo último de la vida.
Cuando conoces tu autoestima, nunca puedes encapricharte tanto que te olvides de ella por culpa de un hombre.
Una relación es una parte importante de cualquier vida, pero sólo tiene sentido si somos felices en ella.
¿Qué significa ser feliz?
Significa tener una persona con la que siempre puedas contar, alguien que te levante y te ayude a ser mejor persona.
Significa ser realista con uno mismo, con la pareja y con la vida, y ser optimista y solidario.
La crítica constante es la forma en que perdemos la fe en nosotros mismos y en la vida. Es un círculo vicioso del que es difícil escapar una vez que tu mente se atasca en él.
Por eso hay que poner límites y aprender a decir basta cuando es suficiente.
No sólo eso, sino que tienes que curarte de cualquier abuso verbal.
No dejes que la otra persona se salga con la suya porque eres demasiado inseguro contigo mismo y no crees que debas hablar.
Siempre debes hablar cuando alguien te trate peor de lo que mereces. Siempre debes saber que el abuso verbal nunca está bien.
No dejes que cuente tus defectos mientras tú pasas por alto los suyos porque, de lo contrario, te estás faltando al respeto.
No dejes que te convenza de que eres algo que no eres.
Eres una persona capaz de grandes cosas si te lo permites.