Érase una vez, estaba enamorada de alguien que no sentía lo mismo por mí. Una noche soñé que conocía a alguien nuevo y que todo iba muy bien... de repente, el chico que antes no tenía ningún interés en mí me declaraba su amor eterno. Era tan real como lo son los sueños. Sentí lo feliz que me sentía al oír por fin lo que llevaba tanto tiempo esperando oír.
Y luego la dolorosa comprensión de que tenía que elegir entre el hombre al que había amado durante tanto tiempo y este nuevo amor que acababa de llegar a mi vida. Me desperté con una resolución. Una respuesta a una pregunta que nunca me habían hecho, pero si alguna vez me la hacían, quería estar preparada. Porque mis sueños tienen una curiosa forma de hacerse realidad.
No vuelvas con el tipo que te dejan escapar para ir a buscar al siguiente. Esa fue su estupidez, su error. Tuvo su oportunidad. Estuviste ahí, todo el tiempo que lo amaste. Todo el tiempo que tardaste en alejarte de él, mientras aún lo querías en secreto. No dejes pasar una nueva oportunidad de ser amado como te mereces porque alguien que no veía tu valía pueda verla ahora a través de los ojos de otra persona.
Eso es mucho poder para dárselo a una persona que ya has tenido que superar. Que ya has dejado y superado. A veces es difícil liberarse de un amor no correspondido. Es como una adicción y cada pizca de atención que recibes la alimenta.
Encuentras formas de convencerte de que, con paciencia y tiempo, tu amor llegará y será todo lo que imaginas. Hasta que un día la realidad se te echa encima. Y decides abandonar la esperanza. La esperanza de que ese hombre sea para ti algo más que una fantasía. Decides empuja tus sentimientos hacia abajo hasta que ya no los sientes. Y ya no los sientes.
Luego, cuando surge algo nuevo, emocionante y maravilloso, te sorprende lo fácil que es. Qué bien te sientes cuando no tienes que retener partes de ti mismo. Empiezas a sentir la alegría que produce el enamoramiento... y es entonces cuando él empezará a fijarse en ti. Se dará cuenta de lo guapa que estás cuando eres feliz. Se dará cuenta de que nadie le ha entendido nunca como tú. Se dará cuenta de todas las cosas que eran tan jodidamente obvias para ti... antes de que tuvieras que dejarlo ir. Antes de que tuvieras que dejar de amarlo así.
Te recordará todos los sueños que dejas bailar en tu cabeza. Intentará convencerte de que aún no es demasiado tarde. Pero lo es. Él no te está viendo ahora más de lo que lo hizo entonces. Está viendo una chispa en ti que dejó que otra persona encendiera. Está deseando ser el hombre que hizo que de repente te vieras tan bien todo el tiempo. Lástima para él que no lo es.
Nunca dejes pasar algo bueno por alguien que te dejó escapar.
por Tia Grace