¿Ha tenido alguna experiencia desgarradora o mala en el pasado? ¿Sientes que tus problemas de confianza están arruinando tus relaciones? ¿Crees que puedes confiar en tu pareja actual?
Como persona que ha sido tratar los problemas de confianza desde hace años, puedo asegurar que es una de las cosas más frustrantes del mundo. Lo más molesto de todo es pensar demasiado.
Basta con ver a mi ser querido hablando con otro miembro del sexo opuesto para ponerme en alerta y obligarme a cuestionar la lealtad de mi pareja.
Los problemas de confianza son un bagaje importante en una relación, y cualquiera que lo haya experimentado puede confirmarlo.
Otra cosa molesta es la incapacidad de conectar con los demás porque siempre estará esa vocecita en tu cabeza, recordándote que tal vez no deberías confiar en esa persona después de todo.
Tal vez sólo fingen ser amables y esperan el momento más oportuno para hacerte daño y mostrar su verdadera cara. Quizá sea un jugador, un narcisista u otro tipo de persona tóxica.
Pero tal vez todo esto está en tu cabeza. Hmm...
¿Cómo creamos nuestra imagen de confianza?
En primer lugar, permítanme definir la confianza. Básicamente, la confianza es ese sentimiento de seguridad que tienes en otro ser humano, y ese sentimiento procede de tu creencia u opinión sobre esa persona.
Déjame demostrártelo.
Cuando piensas en tus padres o en tu mejor amigo, ¿tienes esa imagen de ellos en la cabeza?
¿Sientes una cálida sensación de confianza y aprecio por su existencia cuando piensas en ellos? ¿Puedes imaginarte vívidamente lo que están haciendo en ese momento o incluso en qué están pensando sin preguntárselo?
Bueno, esa imagen en tu cabeza es tu imagen de confianza.
Pasamos la mitad de nuestro tiempo imaginando lo que otras personas piensan y hacen, y mientras lo hacemos, inconscientemente creamos una imagen de confianza de esas personas en nuestra cabeza.
Cuanto más tiempo pasamos con ellos, más confiamos en ellos porque esto nos ayuda a crear un patrón de su personalidad en nuestra cabeza.
Tu imagen de confianza puede ser un arma de doble filo.
¿Alguna vez le has gritado a alguien o has empezado a discutir con él por algo y te has dado cuenta de que te lo estabas imaginando?
¿Alguna vez has sospechado que alguien estaba haciendo algo a tus espaldas y ha resultado que tenías razón?
Tus suposiciones pueden hacer que tu imagen de confianza parezca positiva o negativa. A veces, tus suposiciones serán falsas, pero no lo sabrás hasta que te enfrentes a la verdad.
Sus suposiciones también pueden ser ciertas y, una vez que las confirme, su imagen de confianza en esa persona concreta se hará aún más fuerte.
El ejemplo más popular de suposiciones falsas es pensar que su pareja está haciendo algo a sus espaldas basándose en sus desgarradoras experiencias del pasado.
Esto ocurre debido a graves problemas de confianza en una relación o pistantrofobia (miedo a confiar en los demás).
¿Tienes problemas de confianza o sólo estás siendo precavido?
Hay una delgada línea entre tener problemas de confianza y ser precavido.
Si no está seguro de a qué categoría pertenece, Piensa si ya te han hecho daño en el pasado, porque esa es la principal razón por la que la gente desarrolla problemas de confianza más adelante en la vida.
Una buena amiga mía fue engañada en el pasado por un chico con el que mantenía una relación duradera.
Estaban a punto de casarse cuando ella se enteró de que él la había engañado con su mejor amiga.
Hoy tiene una relación con otro chico, y no puede dejar de ser controladora y preocuparse en exceso por todos sus movimientos.
Literalmente, coge su móvil y envía mensajes a sus amigas en lugar de a él para asegurarse de que no pasa nada a sus espaldas.
Eso es realmente desastroso y frustrante. Lo más triste es que aún no es consciente de que no solo está siendo precavida, sino que tiene problemas de confianza muy arraigados.
Si te enfrentas a estos dilemas, aquí tienes algunas señales no tan evidentes de que estás reprimir problemas de confianza profundos:
- No dejas que nadie nuevo en tu vida
- Huyes de las relaciones (en cuanto las cosas se ponen serias)
- Te vuelves extremadamente pegajoso
- Piensas demasiado las cosas
- No puedes evitar suponer siempre lo peor.
Hay muchas otras señales que indican que padeces la moderna enfermedad llamada "problemas de confianza", y éstas son las más comunes.
Si algunas de ellas (o todas) le suenan, es posible que los problemas de confianza estén arruinando su relación sin que ni siquiera sea consciente de ello.
¿Debe confiar en su pareja?
¿Crees que puedes confiar plenamente en tu pareja o desconfías de su comportamiento? ¿Ha notado algún cambio repentino en el comportamiento de su pareja?
Como los problemas de confianza nos obligan a pensar demasiado e imaginar cosas que suelen ser falsas, es difícil saber si tus suposiciones son reales o falsas. Es difícil saber si puedes confiar en tu pareja.
Pero no se han perdido todas las esperanzas.
La forma más fácil de averiguar si tu pareja te oculta algo o si sólo estás imaginando cosas es comprobar lo siguiente señales de que no puedes confiar en él o a ella:
- Tu pareja no habla de sus planes de futuro contigo
- Te ocultan cosas
- NUNCA hablan de su paradero
- Ya han traicionado tu confianza antes
- Hacen cosas sospechosas (hablan por teléfono a horas extrañas, esconden su teléfono, etc.)
- Nunca hablan de sus sentimientos
Si algunas (o todas las señales anteriores) te suenan, tienes todo el derecho a sospechar del comportamiento de tu pareja.
Como siempre, si sospechas que tu pareja puede serte infiel, mentirte o ser culpable de algún otro patrón de comportamiento tóxico, lo mejor que puedes hacer es hablarlo con sinceridad.
Acuérdate: "Si tratas cada situación como un asunto de vida o muerte, morirás muchas veces". - Decano Smith
No saques conclusiones precipitadas sin pruebas reales. No dejes que tu exceso de pensamiento paralice tu capacidad de razonar.
Si ves cada movimiento de tu pareja como una amenaza potencial, siempre estarás en conflicto contigo mismo.
Dicen que somos prisioneros de nuestra propia mente. La parte de tu mente que alimentes es la que prevalecerá.
Tú eres quien elige lo que creerás porque es verdad y lo que evitarás creer porque es falso.
Aprender a diferenciar entre el exceso de pensamiento y la realidad es la clave para acabar con esos molestos problemas de confianza.