Ser una "casi novia" apesta. Es realmente frustrante preguntarse si las cosas irán por buen camino o acabarás en una "casi relación"cada vez que conoces a un gran tipo.
Es un asco tener que estar siempre pensando en el estado de tu relación, porque acaba con la alegría. Y nadie merece vivir con miedo a ser rechazado. Nadie se merece vivir con falsas esperanzas sólo para darse cuenta de que las cosas no son como pensabas que eran.
Hay un sinfín de razones para este fenómeno, y a veces es un poco culpa tuya. Aquí tienes 6 razones que te ayudarán a entender por qué siempre acabas siendo una casi novia y nunca la de verdad.
1. Eres demasiado anhelante
No puedes dejar de pensar en él y haces todo lo que está en tu mano para demostrárselo. Si ve que todo gira en torno a él, es posible que se confunda e incluso que te tenga miedo.
Aunque te gusten mucho, nunca es buena idea abrumarles con tu afecto. La mejor opción es mostrar tu afecto de una forma más sutil.
Por lo general, a los hombres les asustan las emociones y, si les das demasiadas, acabarán huyendo porque son incapaces de digerirlas. Por eso cambian de opinión sobre ti de repente.
2. No le estás dando espacio
Si le mandas mensajes constantemente y le llamas cuando no te contesta, sentirá que le obligas a actuar como tú quieres. Si un chico siente que te metes demasiado en su espacio personal, saldrá corriendo.
Siempre debes dejarle un poco de espacio para que se recargue. Aunque no te mande un mensaje inmediatamente, no hay por qué asustarse.
Si te asustas, las cosas sólo irán a peor, y de una novia potencial acabarás siendo una casi novia. No dejes que eso ocurra.
3. No ve las señales de alarma
A veces un chico está demostrando claramente que no está interesado en ti, pero tú estás demasiado encaprichada para darte cuenta. Si te pone excusas constantemente, no tiene tiempo para ti o de repente se va de viaje varias veces, quizá esté intentando decirte que no quiere ningún tipo de relación contigo.
Si estás perdidamente enamorada de él, es posible que empieces a excusar su comportamiento y, de ese modo, pasarás por alto las señales de alarma que tenías delante todo este tiempo. Mantén siempre los ojos bien abiertos y cree en lo que ves.
4. Eres demasiado obediente
Si le dejas hacer lo que quiera y como quiera, lo más seguro es que no consigas lo que TÚ quieres. Está bien darle algo de espacio para sí mismo, pero no debes dejar que te borre de su lista de prioridades.
Si jugar a videojuegos, salir con sus amigos o beber cerveza en los pubs son sus prioridades número uno, te conviertes instantáneamente en su segunda opción. Te conviertes en una casi novia porque eras demasiado complaciente.
Ten siempre límites. Nunca permitas que te traten de forma diferente a la que mereces.
5. Te vas por las ramas
Un día le colmas de afecto, y al día siguiente no estás segura de si es él con quien quieres estar. Si no estás segura de lo que quieres, él se dará cuenta y actuará en consecuencia.
Además, si estás cien por cien segura de que quieres estar con él pero no se lo has demostrado, puede que él también empiece a salir con otras porque no está seguro de tus intenciones.
Si quieres estar con él, tienes que decirlo en voz alta, para que sepa que eres auténtica.
Si lo haces, las posibilidades de ser casi novia disminuirán significativamente.
6. Eliges a los tipos equivocados
Puede que elijas a alguien que está muy lejos de ser tu equivalente y te des cuenta demasiado tarde. Si eres un alma creativa, nunca podrás funcionar con alguien demasiado conservador o reservado.
Debes elegir bien a tus posibles parejas porque, si no lo haces, existe la posibilidad de que acabes siendo casi novia sin saber por qué. Tampoco debes ser demasiado exigente.
Está bien dar una oportunidad a todo el mundo, pero tu corazón es el que elegirá al adecuado.