¿Creía que estaba preparado para comprometerme? Sí. ¿Me equivoqué? También.
Esta vez, realmente fui yo. No estoy tratando de proteger a mi ex pero necesito ser sincera y decir que realmente no fue él, fui yo.
Toda mi vida, yo era esta chica que no podía esperar a enamorarse y comprometerse con un hombre que me amaría aún más, pero entonces ... puf.
Todos esos sueños se vinieron abajo como si nunca hubieran existido.
En primer lugar, tengo que decir cuánto siento haber decepcionado y herido a un hombre que me quería sinceramente.
Lo siento, no fue a propósito, es sólo que... me tomó un tiempo entender que realmente no estoy lista para comprometerme todavía.
Si le preocupa que pueda tener la misma cuestiones de compromisobienvenido al club y echa un vistazo a estas señales que me ayudaron mucho a darme cuenta de cómo son las cosas en realidad.
Siempre cuestionando la relación
Aunque sentía algo muy fuerte por mi ex novio, nunca estuve segura de que fuera el hombre con el que quería estar el resto de mi vida.
Nuestra relación era buena y sana, pero yo siempre la cuestionaba.
Nunca estuve segura de sus sentimientos, aunque me demostró tantas veces que eran sinceros.
Después, llegué a la conclusión de que no había absolutamente nada malo en él, ni en nuestra relación; el verdadero problema era que yo no estaba preparada para una relación.
Abrirme a mi pareja era demasiado difícil
Siempre decía que cualquier hombre con el que saliera tenía que ser también mi mejor amigo. Eso es muy importante para la relación.
Debes estar seguro de que crees a tu pareja y de que puedes hablarle de todo, pero de todo de verdad, desde los momentos más bonitos de tu vida hasta los más oscuros.
Por desgracia, me di cuenta de que no era mi mejor amigo porque nunca fui capaz de abrirme plenamente a él.
De nuevo, eso no era culpa suya porque era un hombre realmente bueno, el problema era mi oculta miedo a comprometerse.
Hablar de nuestro futuro siempre estuvo fuera de los límites
Créeme, intentó muchas veces tener "la charla" sobre nuestra relación conmigo. Pero yo siempre lo evitaba con éxito.
Siempre usé algunas excusas sólo porque era consciente del hecho de que no estaba preparada para estar atada y realmente no quería herir sus sentimientos.
Ahora sé que estuvo mal porque él piensa que le estaba tomando el pelo, lo cual no es cierto.
Nunca lo involucré en mis planes futuros
Bueno, quizá no quería hacer planes de futuro con él, pero tenía tantos para mí. Tenía tantos sueños y metas para el futuro.
El caso es que nunca le involucré en nada de eso, como que siempre supe que no iba a funcionar y que no seguiríamos juntos.
Es otra forma en que mi voz interior me decía que no estaba preparada para ese tipo de relación, para comprometerme, pero desgraciadamente no había querido oírlo durante tanto tiempo.
Criticar constantemente a mi pareja
Empezamos a pelearnos incluso por cosas sin importancia y, para ser sincero, fui yo quien empezó todas esas peleas.
Hiciera lo que hiciera o se comportara como se comportara, yo le criticaba constantemente.
Ahora que lo pienso, sólo quería que rompiera conmigo para no tener que hacerlo yo.
Puede que pienses que es un poco egoísta, pero realmente quería que fuera menos doloroso para él.
Pedí demasiado espacio personal
Todos necesitamos algo de espacio personal cuando estamos en una relación pero realmente pedí demasiado.
Era más feliz cuando estaba sola que cuando estábamos juntos.
Entiendo que fue así como empecé a alejarme cada día más de mi ex.
Siento mucho no haber entendido antes todas estas señales porque lo hice todo más doloroso para los dos.
La palabra "compromiso" no estaba en mi vocabulario.
Era consciente, y sigo siéndolo, de que El compromiso es esencial si ambos miembros de la pareja quieren que su relación tenga éxito.
Sin embargo, nunca estuve dispuesta a comprometerme en nada con mi ex.
Yo tenía mis propias opiniones sobre las cosas y mi propia manera de hacer las cosas y no quería cambiarlas por él.
Esa es la razón principal por la que tuvimos tantos desacuerdos en nuestra relación.
Nuestra relación nunca fue mi principal prioridad
Mi familia y todos mis amigos siempre fueron más importantes que mi ex pareja. Me equivoqué mucho porque tu ser querido siempre debe ser tu número uno prioridad en la vida.
No era porque quisiera hacerle daño ni nada parecido, simplemente no quería comprometerme, así que sabía que nuestra relación no duraría el resto de nuestras vidas.
Todos tenemos derecho a vivir la vida que queramos y a hacer las cosas que nos gusten. Si no quieres atarte, no lo hagas.
La peor decisión que podrías tomar es aceptar pasar tu vida con alguien sólo porque lleváis saliendo algún tiempo pero la verdad es que en realidad no quieres comprometerte con nadie.