Seguro que ya has oído a alguien decirte que toda relación es una calle de doble sentido. Puedo asegurarle que es algo más que una frase vacía.
Si quieres una relación sana, no hay otro camino que compartirlo todo. Debéis tener los mismos derechos, responsabilidades y deberes.
Sin embargo, lo más importante aquí es que ambos tienen que invertir un igual cantidad de esfuerzo si quieres que tu romance funcione.
No puedes construir nada si eres el único que lo intenta y el único que lo impulsa.
Sin embargo, esto es exactamente lo que está pasando en tu relación. Tú haces todo el trabajo duro mientras tu novio se tumba y espera que se lo sirvan todo en bandeja de plata.
A primera vista, parece que todo va bien entre vosotros. Tenéis una relación aparentemente normal, sin muchos problemas irresolubles. Pero seamos realistas.
Pregúntate si todo esto sería posible si no fueras tú quien asumiera todas las cargas.
¿Habríais seguido juntos tanto tiempo si te hubieras esforzado tanto como él?
La dolorosa verdad es que tu novio no está dispuesto a hacer nada por el bien de vuestra relación. Actúa con total indiferencia hacia ti y se comporta como si le importara un bledo vuestro futuro juntos.
Tú eres quien inicia todos los contactos, quien asume todos los compromisos y quien hace todos los ajustes.
Eres el que se esfuerza por hacer las paces después de cada pelea y el que evita que vuestra relación se rompa.
Sin embargo, las cosas no deberían ser así. Sois una pareja y deberíais actuar como un equipo.
Sea sincera y pregúntese por qué mantiene a este hombre a su lado. ¿Se daría la vuelta si le dejaras marchar?
Lo más importante: ¿Haría algo para retenerte si quisieras abandonarle? ¿Se daría cuenta siquiera de que te has ido?
No le molesta tu presencia, pero ¿le afectaría de algún modo tu ausencia? ¿O su vida seguiría igual con o sin ti?
¿Qué pasaría con tu relación si te comportaras como tu novio? ¿Qué pasaría si te rindieras? ¿Cambiaría su comportamiento?
¿Este hombre tiene miedo de perderte o te da por sentada?
Te daré las respuestas a todas estas preguntas. No le importas lo suficiente y sólo eres conveniente para él.
Le gusta que cuides de él y de vuestra relación. Le gusta que lleves todo el peso y mientras sigas actuando así, nunca cambiará.
La cruda verdad es que estás en un relación unilaterallo quieras admitir o no.
Eres la única que hace sacrificios, la única que invierte, la única que lucha, la única que intenta evitar que las cosas vayan cuesta abajo y la única que repara los daños.
Teniendo todo esto en cuenta, la brutal realidad es que, a fin de cuentas, tú eres el único que ama en esta historia.
Sé que es una píldora difícil de tragar, pero en el fondo también eres consciente de que aquí no te quieren.
Eres consciente de que en realidad estás sola y de que no tienes a ese hombre a tu lado cuando lo necesitas.
No está ahí para cogerte de la mano en los momentos difíciles, no está ahí para empujarte hacia adelante cuando necesitas ánimos y no está ahí para prestarte su atención o apoyo.
Básicamente, no estás luchando por tu relación. Estás luchando contra tu novio y eso no es en absoluto una receta para el éxito.
Estás luchando contra su indiferencia y falta de esfuerzo.
Lo que pareces olvidar es que el esfuerzo de alguien refleja su interés por ti.
La conclusión es que ya es hora de que veas que mereces y necesitas más.
No te mereces un novio inmaduro que actúa como si no supiera que las relaciones sanas requieren trabajo duro y devoción.
Así que, por favor, deja de perder más de tu precioso tiempo. Estás desperdiciando toda tu energía en alguien que nunca te dará nada a cambio.
Estás dando todo de ti por el amor a medias de este hombre. Estás moviendo montañas por alguien que no está dispuesto a mover un dedo por tu bien.