"I no puedo dejar de pensar en él o ella, por mucho que lo intente". ¿Cuántas veces te ha pasado por la cabeza esta frase?
No importa si hablamos de tu ex novio o novia, de tu amigo o simplemente de algún acontecimiento que te cambió como persona, cuando te encuentras en medio de esta situación, te sientes desesperado, indefenso y atrapado.
Haces todo lo posible por acabar con ese enamoramiento de esa persona o cosa, pero nada te da un resultado positivo.
Pues bien, lo cierto es que obsesionarse con alguien puede ser devastador para su salud emocional y mental, y que puede repercutir gravemente en la calidad de su vida cotidiana.
Tus pensamientos rumiantes te están agobiando, no te permiten comprometerte con algo nuevo y representan un pesado equipaje emocional que sigues cargando allá donde vas.
Sin embargo, el hecho de que no puedas evitar que esos pensamientos estresantes aparezcan en tu mente no es el fin del mundo.
Al fin y al cabo, es algo por lo que todos hemos pasado y que tarde o temprano superarás.
Sin embargo, lo que es crucial en este proceso de despejar tu espacio mental es hacerlo de la forma saludable porque es la única manera de que tus pensamientos no vuelvan a atormentarte en el futuro.
La verdad es que a veces, las personas están convencidas de que han dejado atrás algunas emociones y pensamientos, pero en realidad sólo los han enterrado debajo de la alfombra, y tarde o temprano, estas emociones y pensamientos se vuelven en su contra y reaparecen cuando menos se lo esperan.
Por eso estamos aquí para evitar que esto ocurra. Solo tienes que leer y seguir estos 15 pasos, y te prometemos que expulsarás a todos los intrusos de tu sistema de una vez por todas.
Véase también: Qué hacer cuando no puedes dejar de pensar en ella
1. Tomar una decisión
Antes de hacer ningún progreso para acabar con tus pensamientos obsesivos y preservar tu salud mental, tienes que estar seguro de que esto es lo que realmente quieres y de que es lo mejor para ti en este momento.
Tienes que tomar la firme decisión de que realmente quieres sacarte a esa persona de la cabeza porque no se merece un lugar en tu vida ni en tus pensamientos.
Básicamente, tienes que aceptar la realidad por mucho que duela y enfrentarte a la verdad sobre esta persona, por dura que sea.
Es crucial que pierdas toda esperanza posible de que cambien en algún momento en el futuro o de que vuelvan arrastrándose hacia ti.
Recuerda: no estás haciendo esto para que te persigan o porque esperas que se sientan heridos una vez que los eches de tu sistema.
Lo haces para librarte de tus propios pensamientos estresantes. Lo haces por tu propio bien y para tu propio bien.
Si no estás seguro de esto y si sigues pensando que la persona en cuestión debe recibir otra oportunidadNo te obligues a hacer algo para lo que no estás preparado.
Sin embargo, si realmente tomas una decisión, cíñete a ella con todas tus fuerzas y no mires atrás.
2. Cierre...
Cuando estás leyendo un libro interesante o viendo una gran película, es natural que esperes hasta el final para ver cómo acabará.
Así que sería raro que no reaccionaras de la misma manera cuando se trata de tu propia vida.
Esa persona de la que hablamos fue probablemente la protagonista de uno de los capítulos de tu vida.
No importa si hicieron algo que te causó angustia, si no cumplieron tus expectativas, te abandonaron cuando más los necesitabas o simplemente te dejaron plantado sin una explicación adecuada: necesitas respuestas.
Quiere saber qué ha pasado, cuándo y cómo han ido mal las cosas, y si usted tiene algún tipo de culpa.
Así que si tienes la oportunidad, busca que cierre que deseas desesperadamente. No confíes en tus recuerdos y sentimientos.
Sé un adulto que llamará a esa persona y le hará todas esas preguntas que últimamente te rondan por la cabeza.
No veas esto como una oportunidad para empezar de nuevo o para reconstruir tu relación con ellos. Por el contrario, considéralo una oportunidad para pasar una nueva página de tu vida.
3. ... O aceptar que no obtendrá ningún
Sin embargo, hay ocasiones en las que simplemente no puedes cerrar el asunto. Puede que hayan pasado demasiadas cosas negativas entre esa persona y tú, que tu orgullo no te permita contactar con ella o que simplemente no quiera darte la explicación que buscas.
De cualquier manera, a veces tienes que seguir adelante con tu propia vida sin cierre.
Tienes que aceptar las cosas como son ahora, sin tratar de buscar razones, excusas y justificaciones por la forma en que alguien te trató.
En lugar de mirar las cosas desde tu propia perspectiva, entiende que no todos somos iguales.
Hay gente dispuesta a hacer cosas que a ti ni se te ocurrirían, y gente que no ve sus actos como tú.
Así que, en lugar de machacarte y perder más tiempo y energía en intentar resolver las preguntas que, obviamente, quedarán sin respuesta, céntrate en tu viaje para superar a esa persona y haz todo lo posible por dejarlo ir.
4. Dése un plazo
Cuando estás atravesando un proceso de curación, al principio sientes el impulso incontrolable de llorar a lágrima viva.
Te pasas el tiempo encerrado en tu habitación, gritando o rumiando todo lo que ha pasado.
Y eso no es nada inusual, nada de lo que avergonzarse, y no es algo que te haga débil. De hecho, sólo te convierte en un ser humano.
Sin embargo, si este comportamiento deja de ser sólo una fase que dura un cierto periodo de tiempo y, en cambio, se convierte en uno de tus patrones de comportamiento habituales, tienes un problema y puedes deprimirte fácilmente.
Precisamente por eso debes darte un plazo: pon una fecha hasta la que puedas grieve su pérdida y hasta que sea aceptable que sea lo único que ocupe su mente.
Cuando pase ese periodo de tiempo, recoge los pedazos rotos de tu corazón destrozado y olvídate de sentir lástima por ti mismo.
Da un salto hacia tu futuro y no permitas que el pasado te siga comiendo vivo.
No te voy a mentir: hacer esto no borrará mágicamente a esa persona de tu mente, y no traerá automáticamente todos los pensamientos positivos a tu cerebro. Sin embargo, también hay una solución para eso.
Lo mejor que puedes hacer es determinar un periodo de tiempo en el que puedas pensar en ellos cada día.
Por ejemplo, reserve media hora cada día y dedique ese tiempo a rumiar sobre esa persona.
Sin embargo, no te atrevas a pensar en ellos fuera de ese plazo.
Incluso cuando se te pase por la cabeza pensar en esa persona en cualquier otro momento del día, deja el análisis y las cavilaciones para la sesión de mañana.
Eso sí, no olvides reducir este plazo a medida que pasen los días (o las semanas).
Sí, puede parecer un camino largo, pero créeme que es una de las pocas formas saludables de dejar de pensar en alguien de verdad, sin que esa persona vuelva a visitar tu mente nunca más.
5. Escribe tus emociones
Mientras entrenas tu mente para olvidarte de la persona en cuestión, no sería mala idea empezar a llevar un diario de tus pensamientos y emociones rumiantes.
Hay cosas que te da vergüenza compartir incluso con tus amigos más íntimos, y no quieres ir a ver a un psicoterapeuta, pero el papel puede con todo.
Incluso puedes escribirlo todo en un papel y quemarlo al final del día.
Te prometo que te sentirás como si hubieras hablado con tu mejor amigo o con un psicoterapeuta.
Otra cosa que puedes hacer y que te ayudará suelta es imaginar a esa persona delante de ti.
Imagina que están rodeados por una bola de luz blanca y simbólicamente déjalos ir, junto con esta bola de luz blanca.
6. Olvídate de culpar a los demás
Cuando intentas averiguar cómo parar pensando en alguienlo que tienes que hacer es simplemente ignorar todo lo que pasó entre tú y esa persona.
Al fin y al cabo, no estás intentando arreglar las cosas ni reconstruir tu relación, así que ¿qué sentido tiene echarte la culpa?
A fin de cuentas, ¿importa realmente quién ha metido la pata? ¿Importa quién debe asumir la mayor responsabilidad y quién es culpable de que las cosas vayan cuesta abajo?
Pues no. Porque el resultado sería el mismo de cualquier manera, así que ¿para qué gastar más energía en estrujarse el cerebro al respecto?
¿Por qué sigues pensando en todo lo que podría y debería haber sido? ¿Por qué te centras en todo el potencial que podría tener esta relación cuando está claro que no acabó como tú habías planeado?
Comprender que toda relación es una calle de doble sentido y que se necesitan dos para bailar un tango puede resultar chocante al principio, pero acabará liberándote.
Significa que probablemente tú también tienes tu parte de culpa y que sería injusto que acusaras a la otra persona de todo lo malo que ha pasado.
Sin embargo, esto también significa que no debe, bajo ninguna circunstancia, cúlpate a ti mismo para todo tampoco.
7. Perdonar y dejar ir la ira
En cuanto intentas sacarte a alguien de la cabeza, es muy probable que te haya causado algún daño grave.
Esto es especialmente cierto cuando te preguntas cómo dejar de pensar en tu ex, que podría haberte engañado, abusado de ti o se alejó de ti por otra persona.
En este caso, todas las emociones posibles se mezclan en tu interior. Sientes nostalgia de los buenos tiempos que quedaron atrás, los echas de menos (a pesar de saber que no deberías), pero sobre todo estás increíblemente enfadado.
No puedes dejar de guardar rencor y resentimiento, y la ira te consume por completo.
Quieres vengarte y crees que vengarte de la persona que te ha hecho tanto daño es lo único que puede ayudarte a sentirte mejor.
Pues ahí es donde te equivocas. No es que esa persona no merezca probar de su propia medicina, es que ya no merece que trates con ella de ninguna manera.
Y lo que es más importante: no te mereces estas emociones negativas que te han estado abrumando.
Verás, tu ira y tus maldiciones no les afectan en nada, pero a ti sí que te perjudican.
Así que no, la venganza no te haría sentir mejor. De hecho, sólo te arrastraría a su nivel y te convertiría en lo mismo que ellos.
Sin embargo, perdonarDeshacerse de la ira y sustituirla por pensamientos positivos sin duda lo hará.
Sí, hace falta mucha fuerza para aceptar las disculpas que nunca recibiste. Hace falta mucho carácter y poder interior para perdonar a quienes ni siquiera se arrepienten de haberte maltratado.
Sin embargo, no lo haces por ellos, sino por ti.
Lo haces porque es la única manera de liberarte de tu jaula y la única manera de estar por fin en paz contigo mismo.
Debes perdonar y dejar ir la ira porque es la única manera de estar por encima de los que te hicieron daño.
La única manera de vencer su maldad, de seguir adelante y de dejar de pensar en ellos.
8. Evitarlos
Ahora que ha completado la mayoría de los pasos relativos a su lucha interior, es el momento de emprender acciones más concretas.
Empezarás eliminando a esta persona físicamente de tu mundo, y te aseguro que tu mente pronto le seguirá.
Obviamente, cortaste todos los lazos y te fuiste ningún contacto con ellos ahora que vuestra relación ha terminado. No hablas con ellos, y no sales a tomar un café.
Sin embargo, esto no es suficiente. Esta era la persona con la que pasabais mucho tiempo juntos, así que los dos habéis desarrollado hábitos similares.
Puede que tengáis amigos y familiares comunes o que ambos sigáis saliendo a los mismos sitios que solíais visitar juntos.
En cualquier caso, ya es hora de que rompas de verdad todos tus lazos: es hora de que empieces a evitarlos, en la medida de lo posible.
No te acerques a su calle, pide a tus amigos comunes y familiares que no te hablen de ellos (y si no obedecen, empieza a evitarlos también), no compres en ese centro comercial en el que sabes que podrías encontrártelos y no salgas de fiesta esperando encontrarte con ellos.
No, nada de esto te convierte en un cobarde. No es señal de que huyas de ellos.
Sólo demuestra que eres lo bastante maduro como para elegir tu paz interior y tu nuevo comienzo por encima de los juegos infantiles y tu necesidad de demostrar algo.
Ya sabes lo que dicen: ojos que no ven, corazón que no siente. Bueno, esto no puede ser más cierto.
Te prometo que en cuanto dejes de ver a esa persona, al mismo tiempo empezará a desaparecer de tu memoria.
No diseccionarás cada una de sus miradas, movimientos o palabras. No te romperás la cabeza intentando descifrar las señales ocultas que probablemente ni siquiera existan, y no vivirás en constante expectación sobre si las verás o no.
En su lugar, podrás centrarte completamente en tu recuperación sin que destruyan tu progreso cada vez que aparezcan delante de ti.
9. Deshazte de todo lo que pueda recordarte a ellos
Cuando no puedes dejar de pensar en alguien, lo último de lo que deberías rodearte es de su ropa, sus regalos y otras cosas.
Así que el siguiente paso es averiguar cómo dejar de pensar en algo que te recuerde a esa persona.
Si no te atreves a tirar todo lo relacionado con esa persona, al menos quita sus cosas de tu vista. Deja de ponerte la ropa o las joyas que te compraron.
Cambia de perfume si te recuerda a ellos. Deja de escuchar sus canciones.
Borra todas las fotos y vídeos de los dos juntos, y deja de ver esa serie de televisión en la que el protagonista es exactamente igual que ellos.
Suena radical, lo sé. Sin embargo, estas son todas las cosas que profundizan tu dolor de corazón y las cosas que te sirven como recordatorios de la persona que estás tratando de olvidar.
10. Bloquéalos
Bloquear el número de teléfono y los perfiles en redes sociales de alguien puede parecer infantil, pero cuando no dejas de obsesionarte con esa persona, es la única solución que tienes.
Deja de mirar sus fotos, historias y actualizaciones de estado; deja de seguirlos en todas las plataformas de redes sociales posibles, y te aseguro que será el movimiento correcto para tu salud mental.
En primer lugar, tus pensamientos obsesivos y tu encaprichamiento por esa persona se reducirán al mínimo.
No comprobarás cuánto tiempo ha pasado desde su última actividad. No investigarás a cada persona a la que le gustan sus publicaciones, ni comprobarás constantemente a quién sigue y a quién deja de seguir.
Además, también te hará deshacerte de expectativas. No seguirás esperando pacientemente a que se pongan en contacto contigo de cualquier forma posible.
No se estresará cada vez que oiga una notificación o suene el teléfono, esperando que sean ellos.
11. Encontrar los lados buenos
Todo lo malo que te ocurre tiene su lado bueno, aunque no lo veas de inmediato.
Así que, en lugar de pensar en todo lo que salió mal y en lugar de ver tu romper o estado actual como el fin del mundo, intente verlo desde un punto de vista más positivo.
En primer lugar, recuerde que Dios siempre tiene un plan que normalmente no podemos ver.
Recuerda que todo sucede por una razón y que perder a esa persona probablemente te ha evitado mucho más dolor en el futuro.
No, perder a esta persona no es lo peor que podría pasarte. De hecho, probablemente sea lo mejor, pero en este momento no lo ves.
Además, no olvides que cuando una puerta se cierra, siempre se abre otra.
Significa que te esperan grandes cosas a la vuelta de la esquina: sólo tienes que tener la paciencia suficiente para esperarlas y convertirte en la persona preparada para aceptarlas.
Así que, en lugar de lamentarte por todo lo que ha pasado, da gracias por ello. Agradece a Dios que te haya enviado estos retos que te han hecho una persona más fuerte.
Agradece la oportunidad de obtener algo nuevo de la vida, y agradece todas las lecciones que has aprendido.
12. Cambia tu espacio mental
El siguiente paso en tu proceso de curación consiste en redirigir tus pensamientos hacia otro lugar.
Al fin y al cabo, has gastado mucha energía y tiempo pensando en esa persona, así que ahora que has decidido dejarlo por fin, no sabes qué hacer contigo mismo.
Has desarrollado el hábito de estar pendiente de ellos, de rebobinar toda vuestra relación una y otra vez en tu cabeza, y es como si acosarlos o imaginar todos los escenarios posibles se hubiera convertido en un pasatiempo para ti.
Por lo tanto, es normal que ahora estés aburrido y que quieras volver a tus pensamientos que se convirtieron en una adicción para ti.
Bueno, la clave está en centrarte en otra cosa, porque no puedes esperar estar sentado en casa todo el día y mantener la mente despejada.
Por eso hay que mantenerse lo más ocupado posible: hay que cansar tanto el cuerpo como la mente.
Ve al gimnasio, únete a un club de lectura, reencuéntrate con tus viejos amigos...lo que sea que mantenga tu mente alejada de esta persona.
Sólo asegúrate de estar rodeado de personas y cosas que no tengan nada que ver con ellos y que no te recuerden los recuerdos que intentas dejar atrás.
Esto es especialmente cierto en el caso del tiempo que pasas con tus amigos y familiares, porque probablemente aprovecharás cualquier oportunidad para compartir tus pensamientos con ellos.
Pues bien, lo suyo es pedirles que te detengan cada vez que te oigan repetir una y otra vez las mismas viejas historias y que cambien deliberadamente de tema en cuanto vean que vuelves a hurgar en tus viejas heridas.
Si es necesario, medita, escucha música relajante o prueba algunas técnicas de respiración que puedan ayudarte a recuperar el control sobre ti mismo y que te ayuden a estar en paz contigo mismo.
13. Recuerda que eres dueño de tu propia felicidad
Cuando estamos deprimidos, la mayoría de nosotros esperamos que ocurra un milagro. Esperamos en secreto que alguien llegue a nuestras vidas con una varita mágica que borre todos nuestros problemas en un abrir y cerrar de ojos.
Por eso pedimos consejo a los demás: porque esperamos que nos den una fórmula secreta que ahuyentará todos nuestros problemas.
Bueno, siento decírtelo, pero esto no va a pasar.
De hecho, tú eres el único responsable de tu propio bienestar y el único... responsable de tu felicidad.
Esa persona no tiene la culpa de permanecer en tus pensamientos. Tú eres culpable de mantenerla ahí, y tú eres el único que puede echarla.
En cuanto comprendas esta impactante y brutal verdad, todo irá sobre ruedas.
Esta toma de conciencia no sólo te ayudará a recuperar el control de tu vida, sino también de tus emociones y pensamientos.
Y de eso se trata, ¿no?
14. Volver a salir
No importa si estás intentando averiguar cómo dejar de pensar en un ex, en un amigo que te traicionó o, en general, cómo dejar de pensar en tu pasado con alguien, la clave está en exponerte.
Sí, has oído bien: búscate una nueva pareja romántica o un nuevo amigo porque es una forma segura de pasar página con quien intentas olvidar.
Sé que probablemente estés harto de las citas online y frases cursis para ligar y cansado de buscar a una persona en la que confíes lo suficiente como para convertirla en tu mejor amigo, date la oportunidad de conocer a alguien nuevo.
Da a los demás la oportunidad de demostrarte que no todo el mundo es como esa persona de tu pasado.
15. Date tiempo
Otra cosa que tienes que entender es que la curación no suele ser un proceso lineal. De hecho, tiene sus altibajos y, lo que es más importante, no se produce de la noche a la mañana.
Habrá momentos en los que el objeto de tu obsesión reaparecerá en tus pensamientos de la nada, después de que creas que has conseguido deshacerte de él para siempre, y cuando esto ocurra, no te castigues porque es completamente normal y no significa que hayas fracasado.
Por supuesto, tampoco permitas que este momento de debilidad te devuelva al punto de partida. Comprende que estas cosas ocurren e intenta estar lo más preparado posible.
Dale tiempo al tiempo para que haga su magia, ¡porque realmente cura todas las heridas!