Hoy en día, el mundo de las citas es, como mínimo, un caos. Está lleno de jugadores y sus manipuladores. juegos fríos y calientes.
Naturalmente, a la mayoría de las mujeres no les queda más remedio que seguirles la corriente.
Al hacer eso, se quedan atrapados en esta red de amor a medias que los jugadores construido que nunca será suficiente para hacerles felices.
A ver si algunos de estos escenarios te suenan: recibes un mensaje de texto y luego esperas un poco para contestar; haces todo lo posible para ponerle celoso; le prestas atención y luego te alejas y finges que no te importa.
En pocas palabras, le estás dando a probar de su propia medicina. Y aunque eso funciona durante un tiempo, no te da el resultado que necesitas, solo te mantiene en el juego.
Corrígeme si me equivoco, pero dentro del juego no es un lugar en el que quieras vivir. Es agotador y cansado mantener siempre la guardia alta.
Quieres una relación normal y cariñosa. Quieres calidez, respeto y honestidad que seas capaz de devolver.
No quieres pensar de antemano y elaborar estrategias para cada movimiento. Quieres un amor que fluya, no uno lleno de presas.
Por eso no deberías jugar a su juego. Deberías tener tus propias reglas y hacer lo tuyo.
No hay necesidad de que entres en manipulaciones y juegos mentales y te rebajes a su nivel.
Debería ponerse a tu altura y tratarte bien o abandonar tu vida para siempre.
No cambies tu esencia, mantente fiel a ti mismo pero por todos los medios establecer algunas normas.
La única forma de obtener el amor y el respeto que mereces es queriéndote y respetándote a ti mismo en primer lugar.
Tener normas significa exigirlas en todo momento. Significa no aguantar el mal trato de alguien.
Significa quererte lo suficiente como para alejarte de situaciones que te hacen desgraciado o infeliz.
Sé la que no tiene miedo de cerrar los ojos, enamorarse y esperar lo mejor.
Sí, tu caída puede ser mala y puedes hacerte daño. Pero también puedes seguir levitando si el amor es verdadero.
No deberías fingir que no te importa o actuar como una zorra para caerle bien a alguien.
Sé el que se niega con elegancia a estar en algo a medias.
Si quiere algo relajado, informal o sin ataduras, dile que eso está muy bien para él, pero que a ti no te vale.
Deséale suerte y que siga su camino. Llegará alguien que te lo dará todo, pero no podrás darte cuenta si estás jugando a juegos que no te llevarán a ninguna parte.
Sé tú quien ame sin contenerse. La que lo dará todo para que las cosas funcionen.
La que no se rinde fácilmente pero sabe que a veces ya es suficiente y es hora de que se vaya.
Sé la que persigue sólo si la persiguen. No vayas detrás de alguien que no va detrás de ti.
No seas la chica que espera junto al teléfono esperando tener noticias suyas. No seas la que lo deja todo cuando llama.
No es jugar, no es priorizar a alguien que nunca te pone en primer lugar.
Sé tú quien construye su propia vida. Sea el usted del que se sienta orgulloso.
Sé alguien que conquista sus miedos y prospera a pesar de todo lo que le frena.
Sé la que no permite que la tristeza permanezca demasiado tiempo en su vida. Sé la que ríe con el alma y sonríe con el corazón.
Sé tú quien espere el mismo respeto, amor, honestidad e inversión que ella está aportando a la relación.
No te conformes con excusas poco convincentes. No te creas las historias que utilizan los jugadores para atraerte. No participes en el juego... vete.
No dejes que te trate como un juguete y no te recordará como tal.
Un día ese jugador al que estás enganchado ahora mismo se cansará de sus juegos. Cambiará.
Te buscará cuando pierdas todo interés en él. Te buscará cuando encuentres tu hogar en los brazos de otro. Recordará tu calor. Echará de menos tu sonrisa.
Pensará en todas las cosas que podría haber hecho de otra manera para que tal vez ahora estuvieras a su lado. Permanecerás encriptada en su mente como la que se le escapó.
Verás, lo que pasa con los jugadores es que sólo saben lo que tenían cuando ya lo han perdido para siempre.