Hombres de verdad... He pasado mucho tiempo pensando en esos "hombres de verdad" unicornios que aparentemente siguen existiendo en alguna parte, pero que de alguna manera es muy difícil encontrarlos.
Supongo que es difícil encontrarlos porque el mundo está contaminado con todos esos narcisistas, tramposos y manipuladores.
Ahora bien, ¿cuál es la diferencia entre ellos?
¿Cuál es la diferencia entre un chico inmaduro y un hombre de verdad?
Después de unos cuantos desengaños, las últimas decepciones en el amor y los hombres (y un café de más), he llegado a la definición de un hombre de verdad.
El impulso de compartir esta definición es muy fuerte en mí, así que tuve que ponerlo en mi título también.
¡Sí! La mayor diferencia entre todos esos chicos inmaduros y los hombres de verdad es el hecho de que los HOMBRES DE VERDAD NO TIENEN TIEMPO PARA BUSCAR A OTRAS MUJERES PORQUE ESTÁN DEMASIADO OCUPADOS AMANDO A LAS SUYAS.
La belleza de estas palabras es realmente impresionante y, en mi opinión, esto debería escribirse en todos los rincones del mundo. Es la verdad última e irrefutable.
Un hombre de verdad no tiene tiempo para darte por sentada, porque está demasiado ocupado buscando nuevas formas de hacerte sentir especial.
Para un hombre de verdad, dar a alguien por sentado es una pérdida de tiempo.
Creen en la reciprocidad, el aprecio y el cuidado del ser querido.
No tienen tiempo para jugar a esos juegos inmaduros porque están ocupados buscando nuevas formas de hacer que su ser querido se sienta especial.
Los hombres de verdad te traen flores en vez de poner excusas tontas como: "Sabes que no soy del tipo romántico," o, "Sabes que soy olvidadizo".
En el diccionario de un hombre de verdad, no existe esa palabra.
Si no saben hacer algo, se aseguran de aprenderlo. Si olvidan algo una vez, se aseguran de recordarlo la próxima.
Los hombres de verdad no tienen tiempo para juegos.
Aprecian su tiempo y cuidan cómo lo gastan.
No quieren gastar su tiempo en juegos inmaduros porque están demasiado ocupados buscando nuevas formas de demostrar su amor y afecto.
Los hombres de verdad no tienen tiempo para venderte mentiras porque están demasiado ocupados creyendo en la verdad.
No te hacen esperar y no te hacen sentir menos importante.
Siempre se aseguran de ser sinceros contigo y te cuentan sus verdaderas intenciones y planes.
Los hombres de verdad no tienen tiempo para perseguir a otras mujeres porque están demasiado ocupados persiguiendo a las suyas.
Un hombre de verdad no deja de perseguir a su mujer una vez que la tiene.
Para él, el amor no es un juego de hacerse el difícil y el amor no es un juego de perseguir a alguien sólo para demostrarle que puedes.
Un hombre de verdad no tiene tiempo para perseguir a otras mujeres porque está centrado únicamente en lo que tiene delante: tú.
Los hombres de verdad se esfuerzan por mantenerte.
No juegan a tonterías porque saben que con el amor no se juega.
Se toman en serio el amor y el compromiso, porque un hombre de verdad no teme amar a una sola mujer.
Los hombres de verdad no tienen tiempo para vivir en una ilusión porque están demasiado ocupados viviendo en la realidad.
Los hombres de verdad siempre aceptan la responsabilidad de sus palabras o acciones.
Viven en la realidad. No llevan una doble vida y no creen en las aventuras de una noche porque no necesitan una ilusión para sentirse vivos.
Se sienten vivos cuando te abrazan y te cuidan.
Se sienten vivos cuando alaban tu belleza y te hacen el amor. Se sienten vivos estando en la realidad contigo.
No necesitan estar en un mundo de engaño y manipulación para ser felices porque saben que es falso y vacío.
Un hombre de verdad no tiene tiempo para hacerte llorar porque está demasiado ocupado haciéndote sonreír.
Un hombre de verdad no tiene tiempo para hacerte llorar porque está demasiado ocupado buscando nuevas formas de hacerte sonreír.
Un hombre de verdad comparte su dolor y su felicidad contigo porque sabe que ésa es la esencia de mantener una conexión mutua.
Y si alguien te hace sentir mal o te hace llorar, lo dejan todo a un lado hasta que consiguen hacerte sonreír.
Los hombres de verdad no se limitan a decir que ya pasará. Te abrazan fuerte y te tienen en sus brazos hasta que empiezas a sentirte mejor.
No huyen cuando las cosas se ponen feas.
Los hombres de verdad se quedan contigo pase lo que pase y te quieren con todo su corazón.
Véase también: Los hombres de verdad no ponen excusas, se esfuerzan