Cuando eres una persona que lo da todo por la persona a la que ama, sabes lo doloroso que es perder a esa persona a causa de una confianza rota.
Una relación consiste en trabajar en algo juntos. Eso es lo único que quería. Alguien con quien pudiera contar para cubrirme las espaldas y hacerme sentir segura y feliz.
Quería que mi hombre fuera una base sólida sobre la que pudiera construir mi vida. Quería tener un amante y un amigo en la misma persona. Quería amarle como a nadie.
Ni que decir tiene que me decepcioné cuando nada de eso ocurrió.
El hombre que creía conocer no era nada de lo que decía ser.
Me hizo creer que era el indicado para mí. Tomó medidas adicionales para asegurarse de que me enamorara de él. Me hizo creer que me amaba... y esa fue la parte más aterradora porque yo creí... y él mintió.
Fui la más vulnerable con un hombre que me utilizó. Abrí mi corazón a alguien a quien no le importaba.
Nunca he entendido por qué nos atraen las cosas y las personas que hacen lo contrario de lo que queremos. ¿Es para aprender sobre las cosas de las que carecemos?
Sea cual sea la razón, todavía no puedo creer que alguna vez creyera sus mentiras y le ayudara a construir su mundo falso con él mismo como centro mientras todos los demás, incluida yo, orbitábamos alrededor de sus necesidades.
Ya sé que me llevará años para empezar a confiar en los hombres e incluso en mí misma.
Tardé algún tiempo en darme cuenta de todos los juegos mentales que jugaba conmigo y de las formas en que me engañaba. A medida que pasa el tiempo, me doy cuenta aún más.
La forma en que hizo que todos sus defectos fueran culpa mía fue una de las mentiras más convincentes que utilizó.
Ponía pequeñas fracciones de verdad en grandes mentiras y me hacía creer cada palabra. Me hacía cuestionar mi propia cordura, acusándome de cosas que nunca hice.
En lugar de protegerme, se convirtió en algo a lo que yo temía.
Por muy malas que hayan sido mis experiencias, sigo pensando en él porque no me entra en la cabeza que lo que yo pensaba de él y lo que es en realidad no es la misma persona.
No puedo evitar sentirme triste por perder algo que, en realidad, nunca existió.
Cuando me di cuenta de lo que pasaba, ya era demasiado tarde. Estaba lo suficientemente enamorado como para que me rompieran el corazón.
Me rompí el corazón creyendo en alguien a quien no le importaba. Se lo di todo a una persona que ni siquiera quería quedarse.
Quiero sanar mi corazón y seguir adelante con mi vida. Quiero volver a creer que los hombres buenos y honestos existen.
Quiero encontrar a un hombre que me demuestre que todo lo que me pasó fue sólo una prueba y una lección.
Algún día estaré en paz con todo lo que me ha pasado. Sé que todo lo que pasó tendrá sentido.
No quiero convertirme en una de esas personas que cierran su corazón para siempre después de un desengaño.
No quiero renunciar a mí misma porque merezco algo mejor. Merezco ser amada por alguien que me acepte tal como soy y construya su vida sobre la confianza en su pareja.
Merezco ser amada por la persona adecuada que no me haga sentir más pequeña.
Sobre todo, merezco ser amada por mí misma. Quiero volver a ser yo misma. Quiero que viva su vida sin miedo, especialmente cerca de las personas que ama.
La vida debería ser grande, audaz y hermosa, y no hay forma de conseguirlo sin dejar atrás todo el dolor del pasado.
Deja atrás todo lo que te hizo pensar que no eres digno de una buena vida y empieza a creer en ti mismo.
Abraza el dolor que te llevó al crecimiento y empieza tu vida de nuevo, sabiendo que ganarás todas las luchas que la vida te ponga por delante porque no tienes nada que perder una vez que por fin te tengas a ti mismo.