Ámala cuando se despierte y lo primero que haga sea comprobar si estás despierto, besándote suavemente en los labios y asegurándose de que ahora sí lo estás.
Quiérela cuando tenga un buen día y no haya nada que pueda deprimirla.
Cuando canta sus canciones favoritas, baila torpemente (pero adorablemente) y pone caras graciosas, invitándote a unirte a ella.
Ámala cuando vas conduciendo por la autopista de noche, volviendo de un viaje inolvidable por carretera, y ella intenta desesperadamente mantenerse despierta para hacerte compañía mientras conduces pero sus ojos se van rindiendo poco a poco... y te das cuenta de lo mucho que adoras a esa persona allí mismo.
Me encanta cuando consigue algo asombroso.
Cuando sabes lo duro que ha trabajado y los obstáculos que ha tenido que superar, y por fin, el trabajo de su esfuerzo y dedicación ha dado sus frutos y ella está exultante y saltando de alegría.
Quiérela cuando esté tumbada en la cama a tu lado, con las piernas rodeándote, el pelo revuelto y sin maquillar.
Cuando es cruda y vulnerable, pero se siente más que cómoda siendo ella misma mientras te abraza con fuerza.
Quiérela en las noches de fiesta en las que os divertís tanto, casi os meáis de la risa, disfrutáis de la compañía del otro como dos mejores amigos, a menudo sin poder hablar de tanto reír, y luego volvéis a casa y os miráis como sólo saben hacerlo dos personas enamoradas.
Pero también sepan que el amor es más que amar tu persona cuando hacen que todo parezca tan fácil y sin esfuerzo.
El amor es algo más que quererlos en sus días buenos, cuando es fácil estar con ellos.
Más que nunca, tienes que quererla cuando está deprimida. Cuando no quiere levantarse por la mañana y no le ve sentido a seguir con su día.
Cuando se siente como si la hubiera atropellado un tren que la ha dejado inmóvil y sin motivación para ponerse en orden.
Cuando su estado de ánimo no es el de siempre y se desquita contigo.
Tienes que quererla cuando la ansiedad se apodera de ella y se siente insegura de sí misma.
Entiende que es algo que no puede controlar pero que también necesita salir de su sistema para mejorar.
No tomes represalias cuando empiece una pelea sin motivo. Deja que se desahogue y drene la negatividad de su interior gritándote un rato.
Puedes aceptarlo, sabiendo que se disculpará en unos días, cuando vuelva a estar bien.
A ella no le gusta esta faceta de sí misma más que a ti. Tenlo siempre presente.
Pero a veces le va a pasar factura y no lo va a llevar bien. Y no pasa nada. Todos tenemos nuestros días de mierda.
Deja que ella tenga lo suyo y, antes de que te des cuenta, volverás a la normalidad.
Quiérela cuando salga a perder el tiempo con sus amigas y te llame para que la recojas porque no puede ni estar de pie. No la sermonees.
Necesitaba esta noche fuera para desahogarse y olvidarse de la mierda que la tiene tan ansiosa.
Quiérela lo suficiente como para saber que cuando te dice que te apartes y la dejes en paz, no lo dice en serio.
Dale espacio, dale un poco de tiempo para salir de esta depresión.
Tiene que averiguar qué la está haciendo tan desgraciada y, cuando lo haga, volverá a estar bien y tú te alegrarás de haber estado a su lado.
Cuando la veas luchando amarse a sí mismaámala el doble. Nunca dejes que sea demasiado dura consigo misma porque sabes lo increíble, amable y cariñosa que es realmente esta mujer.
Que ella sea incapaz de verlo ahora no significa que tú también debas olvidarlo. Ahora es cuando la quieres y la apoyas más que nunca.
Ella también está cansada de sentirse así. Necesita tu fuerza y que comprendas que no es perfecta. No está libre de defectos y no quiere estarlo.
No es más que un ser humano susceptible de cometer errores y hace todo lo que puede.
Al fin y al cabo, es la chica de la que te enamoraste. Acompáñala en todas sus imperfecciones, igual que ella lo hace contigo.
Quiérela, abrázala y no esperes lo que ella no puede darte. Cuando sea necesario, dale el beneficio de la duda.
Está harta de intentar ser perfecta para todo el mundo, déjala ser su yo imperfecto contigo.