Cuando nos enamoramos, tendemos a cometer errores que normalmente no cometeríamos, porque admitámoslo: el amor nos vuelve un poco estúpidos.
Desde reventarle el teléfono, hasta hacerle sentir como si fuera un sospechoso al que están interrogando, sólo porque nos hace sentir bien tener a alguien a nuestro lado y queremos ver más de él.
Así que hemos reunido algunas de las más comunes errores que cometemos para evitarlas y así no ahuyentar a los hombres.
Volar su teléfono
Admítanlo, chicas, a todas nos ha pasado. Mandarle mensajes de texto todo el tiempo te hace sentir increíble, porque tienes mucho de qué hablar y te hace sentir bien tener esa sonrisa tonta en la cara cuando tu teléfono zumba.
Pero es mejor evitar reventar su teléfono, porque podría volverse molesto muy rápido y huiría.
Ser pegajoso demasiado pronto
Esto va de la mano con el bombardeo telefónico. Dale la oportunidad de respirar y de echarte de menos. Si eres pegajoso e intentar pasar cada momento que puedas con él, sólo te hará parecer necesitada.
Los hombres necesitan sentir la emoción de la persecución, y si él no te persigue, hay muchas posibilidades de que pierda pronto el interés.
Necesitándolo
Una cosa es querer estar con alguien y querer pasar tiempo con esa persona, pero necesitarla es un aspecto totalmente diferente de una relación.
Necesitas a alguien que te arregle o para hacerte sentir bien contigo misma no es justo, ni hacia ti ni hacia él.
Asegúrate de que no dependes de él, porque nadie se quedará mucho tiempo si se siente utilizado.
Hablar de tus ex todo el tiempo
Si te pregunta, sé breve y no respondas en tono acusador. A nadie le gusta escuchar a alguien con quien está considerando salir siguen hablando de sus ex o incluso hablar mal de ellos.
Es importante respetar el hecho de que en algún momento sentiste amor por esos otros hombres y que, independientemente de lo mal que acabaran las cosas, ahora puedes tomar el camino correcto.
Analizar demasiado la situación
Tendemos a hacer esto todo el tiempo, no sólo con los hombres con los que salimos. La mayoría de las veces, las cosas no son lo que parecen en nuestra cabeza, así que si tienes dudas, pregúntale.
Será mucho más fácil para los dos y crearéis el hábito de discutir los problemas, no de ignorarlos.
Hablar demasiado de uno mismo
Cuando estamos nerviosos, hablamos demasiado y casi siempre sin sentido. Respira hondo y pídele que hable de sí mismo.
Es fácil involucrarse demasiado en uno mismo cuando se tiene a alguien que muestra interés en ti, pero es importante que sienta que realmente estás ahí con él, que tú también quieres saber de él, no sólo mantener un monólogo sobre ti todo el tiempo.
No respetar los límites
Tanto si son tus límites como los suyos, respétalos. Si has dicho que no, cúmplelo. Si ha dicho que necesita espacio o tiempo, respétalo.
No presiones demasiado con tu amor, porque le acorralarás demasiado pronto y seguro que empezará a buscar la vía de escape.
Esperar que te lea la mente
Si estás enfadada y él no parece saber por qué, díselo.
No puedes esperar que sepa por lo que has pasado o que sepa qué ha hecho mal si os acabáis de conocer; tienes que ser abierta y contarle cuál es el problema.
Si sigue haciendo las cosas mal, déjalo. Pero la mayoría de los hombres intentarán evitar situaciones en las que tú acaban heridos...porque no todos son unos imbéciles.
Criticar a otras mujeres
Hay una buena razón por la que dicen: "La forma en que hablas de los demás, dice más de ti que de ellos". Si tienes la necesidad de menospreciar o avergonzar a alguien, sólo para quedar bien, párate a pensarlo un segundo.
Ten en cuenta que ya eres increíble y tienes su atención, porque por algo está contigo. Así que deja que todo el mundo viva su vida en paz, porque eso es lo que te gustaría que hicieran por ti.
Compartir en exceso
Evita compartir tus recuerdos más profundos y oscuros al principio. Está bien que le cuentes cosas de tu pasado, pero no conviene intimar desde el principio.
Su alarma de novia pegajosa saltará, porque compartir demasiado al principio a menudo parece precipitarse.
Si te sale de forma natural, porque has congeniado, hazlo. Pero ten en cuenta que no conoces a ese hombre tan bien y te parecerá raro que hayas decidido abrirte enseguida.
Interrogándole
Quieres saberlo todo sobre él, porque es importante para ti ver si no es más que otra persona que pierde el tiempo, pero no le bombardees a preguntas para que se sienta como si le estuvieran interrogando.
Sigue el hilo de la conversación y dale también la oportunidad de conocerte.