Las emociones son como el combustible de nuestra alma y, sin ellas, no nos llamaríamos humanos.
Pero a veces nuestras emociones pueden engañarnos y hacernos creer que lo que hacemos es bueno para nosotros.
Todos estamos programados para crear vínculos con los demás, todos deseamos gustar a los demás y todos ansiamos que nos protejan y nos quieran.
Y a veces nuestro deseo de experimentar todo esto nos ciega ante la realidad.
A veces, sin saberlo, decidimos vivir en una ilusión, pensando que nuestro amor es real y que lo que sentimos es real.
Elegimos acercarnos demasiado pronto porque queremos sentir el poder del amor.
Queremos sentir que somos importantes para alguien y lo queremos a toda costa.
Pero no somos conscientes de nada de eso. Sólo somos conscientes de este fuerte impulso de apego emocional y por eso elegimos hacer cualquier cosa para que suceda.
Elegimos vivir en la ilusión de que hemos conocimos a nuestra alma gemela aunque nos conocemos desde hace menos de una semana.
Este tipo de vínculos emocionales malsanos pueden marcarnos de por vida, y por eso debemos ser conscientes de ellos antes de que sea demasiado tarde.
1. Estar demasiado cerca demasiado pronto
Estar demasiado cerca demasiado pronto significa desarrollar sentimientos por alguien nuevo en un tiempo récord y estar convencido de que es tu alma gemela y que sois el uno para el otro.
A veces puede ser así, porque es posible conocer a tu alma gemela y desarrollar fuertes sentimientos por ella antes de lo habitual.
Pero si esto ocurre a menudo, significa que se trata de un apego emocional malsano debido a la fuerte necesidad de experimentar el amor pase lo que pase.
Por eso nuestro cerebro nos convence de que una persona concreta es nuestra alma gemela y de que estamos enamorados de ella aunque la conozcamos desde hace dos días.
Este tipo de comportamiento suele proceder de nuestra infancia.
Si nuestros padres no nos dieron suficiente amor durante nuestra infancia, nos convertimos en adultos sedientos del sentimiento de ser amados y aceptados.
Y por eso nuestro cerebro nos engaña para que creamos que hemos encontró a "la elegida aunque la realidad sea totalmente distinta.
Véase también: 7 señales de que tienes un estilo de apego inseguro
2. Ser pegajoso en lugar de cariñoso
Ser pegajoso básicamente significa ser necesitado y si sientes que necesitas a esa persona específica en tu vida y no puedes vivir con esa persona, esto no tiene nada que ver con el amor.
Este va junto con el anterior.
Estar demasiado cerca demasiado pronto y pensar que no puedes vivir sin esa persona es un estilo de apego poco saludable y no es amor verdadero.
El amor sano se desarrolla con el tiempo y no depende de la apariencia física, el estilo o similares.
El amor sano consiste en conocer los miedos, los deseos, los sueños y la personalidad del otro y desarrollar los sentimientos gradualmente con el tiempo.
3. Sobreidentificación con extraños
Se trata de personas que se sienten fuertemente unidas a quienes les muestran la más mínima atención, como una sonrisa, un cumplido, una oferta de ayuda y cosas similares.
Cuando un desconocido hace algo amable por estas personas, lo relacionan inmediatamente con el afecto que un desconocido siente por ellas, porque exageran la importancia del hecho.
Lo hacen debido a su fuerte necesidad de establecer un vínculo afectivo por haber sido desatendidos en ese aspecto durante su infancia o más adelante.
Estos individuos tienden a desarrollar fuertes sentimientos por desconocidos y están convencidos de que sienten lo mismo por ellos, aunque todo sea una ilusión.
4. Sentirse demasiado vinculado a personas que ostentan algún tipo de poder.
Este apego emocional malsano consiste en desear algo que uno mismo no tiene.
Se trata de sentirse excesivamente vinculado a personas que ostentan algún tipo de poder porque las idolatras por sus determinadas habilidades, buen aspecto y similares.
Por ejemplo, se vinculan demasiado con los actores porque las masas los perciben como positivos y tienen algo poderoso que los hace dignos a los ojos del público.
Estos individuos están convencidos de que pueden recibir amor de ellos y piensan que son las únicas personas que pueden comprenderles y hacerles volver a sentirse digno.
5. Búsqueda constante de algún tipo de validación relacional
Por falta de confianza y amor propio, algunas personas empiezan a perseguir ciegamente las últimas tendencias, se obsesionan con las estrellas y sus cuerpos perfectos y cosas similares.
Empiezan a pensar que deben arreglar todos sus "defectos" y parecerse a sus ídolos para ser dignos de amor y admiración.
Esta actitud hace que acaben en un apego emocional enfermizo por pensar que su cuerpo, su pelo y todo lo demás tiene que ser perfecto y reconocido por los demás como tal y que sólo así serán dignas de estar con ese alguien al que admiramos y apoyamos.
Este comportamiento obliga a las personas a fingir que son algo que en realidad no son y destruye su personalidad inicial.
La constante búsqueda de la perfección y la validación de los demás es un círculo vicioso que puede destruir nuestro bienestar y marcarnos de por vida.