"Por favor, entiéndeme, necesito tiempo para comprometerme. Creo que aún no estoy preparada".
Esas eran las palabras que tenía que escuchar cada vez que intentaba hablar seriamente de nuestra relación.
Al cabo de un tiempo, incluso había perdido la cuenta de cuántas veces me habías dicho esa misma frase.
Debo decirte que todavía pienso en lo que podría haber pasado si me hubiera quedado. Si hubiera esperado a que 'estuvieras preparada' para una relación.
Tal vez las cosas serían diferentes. Quizá hoy viviríamos juntos, pasaríamos los días amándonos incondicionalmente.
O tal vez seguiría persiguiéndote y buscando la forma de llegar a tu corazón, rompiendo esos muros que habías levantado.
Todo ese tiempo que pasé esperando se tradujo en interminables ensoñaciones sobre tú y yo.
Podía ver claramente el momento en que te acercabas a mí, diciéndome que me querías y que me querrías por el resto de los tiempos.
Soñaba con nosotros, paseando de la mano por las calles de nuestra pequeña ciudad, mientras hablábamos de todas las cosas por las que habíamos pasado y hacíamos planes para el futuro.
Eso es lo que quería ver, esa es la vida que quería vivir contigo. En cambio, todo lo que obtuve fueron meses llenos de expectativas, constantes rupturas y tú... siempre tú.
Con tu falta de voluntad, escuchaste lo que tenía que decir. Con usted tratando de decirme que estaba bien para ver a otras personas, pero si un hombre me envió un mensaje de texto, que haría una rabieta.
No había nada que pudiera haberte dicho que te hubiera hecho cambiar de opinión en ese momento y yo estaba tan dispuesta a quererte.
En realidad te quería mucho, pero tú nunca sentiste lo mismo, diciéndome que necesitabas más tiempo para resolver tu vida.
¿Cuánto tiempo necesita un hombre para eso? ¿Y por qué se incluye tanto desamor en eso?
Si ahora te preguntas por qué me fui cuando lo hice, déjame decirte que me cansé de ti... hablando de los culos de las mujeres que encontraste.
Me harté de que me hablaras de las mujeres a las que mandabas mensajes y me dijeras que no significaba nada porque no querías nada serio con ellas.
Mi corazón se rompía día a día, cada vez un poco más, cada vez me dolía más.
El dolor en el pecho me recordaba cada día lo equivocado que estaba todo lo que teníamos y que tenía que encontrar la manera de quedarme hasta que estuvieras lista para una relación de verdad.
Por suerte, yo no soy como tú. No soy alguien que invente excusas poco convincentes e intente convencerte de que todo lo que hice tenía una razón que tú no podías entender.
Creo que entiendes por qué Tuve que alejarme de ti.
Me veías romperme en pedazos y hacerme pedazos cada día y aun así no hiciste nada para hacérmelo ni un poquito más fácil.
Cuando por fin me di cuenta de lo que valía, cuando por fin llegué al punto en el que decidí que lo que yo merecía era mucho más de lo que tú me estabas dando, me elegí a mí misma.
La razón por la que tardé tanto fueron tus promesas vacías que seguí creyendo porque quería que me abrazaras y me dijeras que nunca te ibas a ir.
La manipulación que soporté fue mucho peor de lo que podrías imaginar y no quiero que le hagas eso a ninguna otra chica jamás.
Sólo espero que hayas tenido el tiempo que necesitabas y que la próxima mujer de tu vida no quede destrozada como me pasó a mí.
Te deseo todo lo mejor, mientras estés lejos, muy lejos de mí.
Y si te lo estabas preguntando (pero supongo que no) estoy bien. A veces me acuerdo de ti pero creo que con esta carta conseguiré el cierre que tan desesperadamente necesito.
¿Y tú? Espero que entiendas que nunca volveré a ti. Veo esos mensajes, veo esas llamadas, pero elijo ignorarlas.
Intento evitar todos los lugares en los que sé que estarás, simplemente porque no quiero volver a esa parte de mi vida nunca más.
La próxima vez que estés solo, borracho y cachondo, recuerda que me perdiste para siempre. Para que tal vez un día dejes de llamar y mandar mensajes, diciendo que me quieres de vuelta.
Nunca te tuve, así que no tengo a dónde volver.