A la chica que tiene que ignorar lo que quiere y recordar lo que se merece

¿Alguna vez te has sentido dividido entre tu corazón y tu razón? ¿Entre tus deseos y tus necesidades?

¿Entre querer algo que está mal para ti y saber lo que está bien pero no tener el valor de ir a por ello?

Bueno, sé que a mí me ha pasado. Durante mucho tiempo, tomé la mayoría de las decisiones de mi vida basándome exclusivamente en lo que quería.

Me consideraba una chica espontánea que siempre se dejaba llevar por el momento.

Una chica que sabía dejarse llevar y que sabía disfrutar del presente.

And to be honest, I was proud of myself for being like that. Proud of the fact that I’d managed to remain the same girl who didn’t have the need to calculate her moves.

Orgullosa de ser una chica que siguió a su corazón, la llevara donde la llevara.

Sobre todo en el caso del amor. Desde que tengo memoria, el único criterio para estar con un chico eran mis emociones.

Cuando amaba a un hombre lo suficiente, estaba más que dispuesta a perdonarle cualquier cosa.

Estaba dispuesta a olvidar sus defectos e incluso la forma en que me trataba, con tal de tener la certeza de que era él a quien quería a mi lado.

Sin embargo, tras años de vivir así y tras más de un desengaño amoroso, Me di cuenta de que escuchar a mi corazón me producía más dolor del que estaba dispuesta a admitir.

Me trajo más decepciones y traumas emocionales de los que podría contar y a menudo me hizo aceptar mucho menos de lo que merecía.

Me di cuenta de que había llegado el momento de madurar y de empezar a tener en cuenta también lo que me decía mi razón.

And that is exactly what I’m advising you to do.

Don’t get me wrong—I’m not telling you to disregard the wishes of your heart completely.

I’m not telling you to start acting cold or heartless, without ever including your emotions in your decisions.

Let’s face it—it would be easier to always do what you WANT to do, without having to think about the consequences, if the things and the people we want are always the things and the people who are good for us. However, life isn’t like that, is it?

So, now it’s time to be a big girl who knows when it’s time to put her wishes aside.

A big girl who knows that choosing what’s best for her is going after what she deserves.

Esto ocurre especialmente con el amor romántico.

No matter how crazy you might be for a guy, you can’t go after him if you know very well that he isn’t right for you.

No matter how much love you still have for your ex, you can’t volver a él, knowing that he’ll keep on breaking your heart and being aware that you guys have no future together.

Despite your emotions and wants, you can’t make the mistake of your life, knowing that following your desires would be the worst choice of your life.

You can’t be with someone who doesn’t respect you, despite all the butterflies you might feel by his side.

You can’t stay next to your abuser, despite wanting him to change and hoping that he will.

Así que, por favor, por una vez, olvídate de lo que quieres y recuerda lo que te mereces.

Remember that you deserve more than a man’s half-assed love, more than someone not seeing your worth, more than being played with… You deserve to be happy.

You’re the only one who can make yourself happy. The only one who has the power in her own hands to make her life worth living.

You’re the one who has to make a decision right now: will you continue being an immature girl who doesn’t have the strength to fight with her heart, knowing it’s the right thing to do?

¿O por fin madurarás, te convertirás en un chica dura and start doing what’s best for you?

I won’t lie to you—distancing yourself from what you want and going after what you deserve is anything but easy.

Se necesita mucha fuerza de voluntad y fuerza interior para dejar de conformarse con menos, pero es algo que hay que hacer tarde o temprano.