Había una chica que te amaba ingenua y puramente desde el fondo de su corazón.
Había una chica que esperaba tu llamada día y noche y, por mucho que le doliera que esa llamada desapareciera durante días, se alegraba cuando por fin te decidías a llamar.
Olvidó al instante el dolor que le desgarraba las tripas cuando tu nombre apareció en su pantalla.
Había una chica que se tomaba la tarea de quererte como un trabajo a tiempo completo y se esforzaba mucho por elevar la carrera de "tu novia" al siguiente nivel.
Para ella, quererte era la esencia de la vida. Eras su primer pensamiento al despertarse y su último deseo antes de dormirse.
Estabas en todos sus planes, tenías un lugar en cada día que vivía y eras su elección, siempre.
Disfrutaría viendo tus fotos y volvería a leer tus mensajes.
Cuando no estabas, no podía dormir, no podía comer y no podía pensar con claridad.
Es como si hubieras encontrado la forma de meterte en cada célula de su cuerpo y no pudiera funcionar sin ti.
Y la odiabas por ello, pero así es como necesitabas que fuera, así es como querías que fuera, ¿no?
Ella no era así por su cuenta. No te vio y de repente se volvió incapaz de vivir sin ti.
Ella no fue la primera en elegir, fuiste tú quien hizo que se enamorara de ti.
Fuiste tú quien despertó su amor. La acostumbraste a tus llamadas, a tus mensajes, a tus zalamerías, a tu amor, a estar cerca de ella y a hacerla sentir especial. Hiciste que se enamorara perdidamente de ti.
Y entonces retrocediste.
Véase también: Mis despedidas son para siempre
¿Por qué?
No deberías haberla enamorado sabiendo que no tenías intención de atraparla. No deberías haberla hecho sentir cosas que eras demasiado débil para corresponder.
Porque ella nunca olvidará el dolor que le causaste. Ella nunca será la misma después. Si no eres lo suficientemente hombre para amarla, ¿por qué desperdiciaste su tiempo?
Siempre me he preguntado por qué me hiciste lo que me hiciste. Sabes muy bien que esa chica soy yo o al menos era yo.
Creo que es más conveniente referirse a la persona que hiciste de mí como si fuera otra persona, como si fuera otra chica, como si fuera... ella y no me porque ya no me siento como esa chica.
No siento que sea yo, pero sé muy bien que fui yo. No puedo dejar de preguntarme qué me hiciste que me hizo desearte más de lo que quería vivir.
¿Alguna vez has tenido cosas de las que no puedes dejar de arrepentirte en tu vida? Juro por Dios que no sé si odiarte o darte las gracias por hacerme lo que me hiciste.
Eras una lección, en realidad eras el lección, pero no puedo evitar preguntarme si podría haber pasado sin ella en la vida.
Sólo sé que me odiaría a mí misma si alguna vez decidiera dejarte entrar de nuevo. Me cortaría las venas antes de darte otra oportunidad. Necesito pensar que te he lavado de mi cuerpo, de mi mente y de mi corazón.
Necesito saber que aunque encontraste la manera de arrastrarte dentro de cada célula de mi cuerpo, finalmente, todas y cada una de las células que tengo se han regenerado y ahora, no hay una sola célula en mi cuerpo tocada o besada por ti.
Si no ha ocurrido ya, ocurrirá pronto. Y serás borrado de mi cuerpo y mi sistema para siempre. Y se siente tan bien saber esto.
Una de las cosas que me hace avanzar es esta inmensa fuerza que tengo y el deseo de demostrarte que soy tan condenadamente bueno, que soy adorable y que hay alguien ahí fuera que me acercará y me hará darme cuenta de que valgo la pena, que soy capaz de amar y de dejarme llevar de nuevo.
Véase también: Jódete por hacerle creer que ella es la antipática
Gracias a ti, elegiré mejor la próxima vez.
Te prometo que tendré a alguien mejor que tú, igual que te juro que nunca tendrás a alguien tan bueno como yo.