Odio en lo que nos hemos convertido. Odio que ahora sólo seamos otra historia de "hombre rompe con chica". Nunca esperé que nos pasara esto, pero aquí estamos. Nuestra relación no era tan mala, ¿sabes?
Teníamos nuestros altibajos, como todo el mundo, pero lo que me encantaba de ellos era que, después de los bajones, nuestros subidones siempre eran increíbles. Pero al final, todo lo que nos quedaba eran bajones. Nada de subidas.
Me encantaba cómo me hacías sentir. Me sentí segura, querida y admirada. Te tuve para amarme, así que nunca lo hice por mí mismo. Te tuve para protegerme, para cuidarme, así que nunca lo hice por mí mismo.
Y cuando te fuiste, fue como empezar mi vida de nuevo. Para ser honesto, te odiaba en ese momento. Odiaba el hecho de que pudieras dejarme, pero ahora, cuando miro atrás, hasta yo me dejaría.
Tuve que reconstruirme desde el principio. Durante tanto tiempo pensé en "nosotros" que tuve que aprender a pensar en "mí".
Tuve que aprender a darme prioridad a mí misma, a conocer quién soy de verdad, sin ti, sin mi familia y sin mis amigos. Tenía que estar sola, para poder abrazar la soledad.
Y déjame decirte...estar solo es increíble. Rockeando esa vida de soltero como si no fuera a vivir otro día. Incluso hice puenting. Una locura, ¿verdad? Me encanta la nueva versión intrépida de mí misma.
Me encanta esta nueva yo fuerte e independiente. La nueva yo que dejó su antiguo trabajo y ahora es escritora, algo que yo creía que era el sueño más loco. La nueva yo que ahora intenta hacer algo diferente cada día.
No todo es sol y arco iris, pero no tiene por qué serlo. Algunos días lo nuevo es simplemente tomar una ruta diferente para volver a casa y ver algo que podría hacer mañana.
Algunos días no me apetece salir de casa y enfrentarme al mundo, así que algo nuevo es encontrar un programa de televisión que nunca había visto. Lo que he aprendido es que no pasa nada por tener días malos, siempre que no dejes que te derriben.
Ahora, Me gusta cómo me siento. Me gusta que tu ruptura haya sido lo mejor que me ha pasado. Ahora me siento segura de mí misma, algo que nunca tuve contigo.
Siempre intentaba ser esa chica perfecta que imaginabas, sólo para perder quién era. No te culpo por hacerlo. Nunca me presionaste para que lo hiciera, pero era tan insegura que sentía que si no cambiaba, me dejarías.
Te convertí en mi única prioridad, cosa que juré no hacer nunca. Poco a poco me convertiste en algo que nunca quise ser. Así que tuve que convertirme en alguien a quien admirar, amar y sobre todo, respetar. E hice un buen trabajo.