Nunca describirías a tu pareja como ser difícil de amar¿lo harías?
Aun así, eso es lo que crees que es verdad sobre ti mismo y lo que crees que los demás piensan de ti.
Cada vez que pasa algo malo, lo primero que haces es culparte a ti mismo.
Tu mente se vuelve negativa y te sientes fracasado.
Creer en esas cosas es gran parte del problema.
Tener baja autoestima es señal de que desconfías de tu valía. Significa que no ves nada valioso en ti y eso no es cierto.
Pero primero, veamos qué te llevó a creer en esa mentira en primer lugar y cómo podemos cambiarlo.
Eres una persona sensible. Ser una persona sensible te hace súper consciente de cosas que otras personas ni siquiera notan.
También significa que puedes agobiarte más fácilmente y que te cuesta poner límites y decir que no.
Entiendes todo en profundidad y a veces sientes que no haces todo lo que puedes.
Puedes ser duro contigo mismo por cosas que no puedes controlar. Piensas demasiado.
Las personas que piensan demasiado viven en su mente y pasan una cantidad de tiempo insana reviviendo sus supuestos errores y deseando poder cambiar algo que ya ha sucedido.
Y eso es exactamente lo que les impide dar una oportunidad al amor propio.
Te cuesta aceptar las imperfecciones.
Luchar por la perfección significa tener que demostrar constantemente tu valía. Y eso es agotador.
A menudo se mezcla con el miedo a la desaprobación.
No necesitas aprobación para ser quien eres. Debes ser amado tal y como eres.
Para dejar de deprimirte, tienes que cambiar tus creencias negativas sobre ti mismo.
Para cambiar esta imagen distorsionada de ti mismo, necesitas saber cómo es una relación sana.
Para recuperar la confianza en ti mismo con la ayuda de tu futura pareja, esto es a lo que debes prestar atención y cómo debe sentirse una relación:
La persona adecuada gestionará los conflictos con madurez.
No habrá comentarios mezquinos ni silencios incómodos, llamadas perdidas o agresividad.
Habrá muchos dime cómo te sientes y por qué y yo te diré lo mismo.
No habrá culpabilización.
No hay nada peor que manipular a una persona que ha sido herida antes, especialmente si utilizas culpa para controlarlos. Las relaciones felices se basan en la confianza y la honestidad.
Sentirás que todo tiene solución.
Con la persona adecuada que entienda sus necesidades, siempre se sentirá a gusto.
Con la persona adecuada, te sentirás como en casa.
Como si por fin pudieras bajar la guardia y relajarte en paz sabiendo que alguien se preocupa por tus intereses a pesar de tus defectos.
No verán tus defectos como una razón para dudar de ti, sino como una oportunidad para comprenderte mejor.
Los defectos sólo nos recuerdan dónde necesitamos más amor.
No usarán tus defectos en tu contra.
Aprenderás que el amor verdadero no puede ser duro. No existe tal cosa como ser difícil de amar.
Se supone que el amor es ligero. Lleno de alegría, comprensión y cariño.
Debería animarte, no hundirte y hacerte cuestionar todo lo que haces.
No debes ver a tu pareja como alguien a quien obedecer, alguien de quien no eres digno o alguien que te hace compararte con los demás para medir tu valía.
Debe ser alguien que camine a tu lado cogiéndote de la mano y se asegure de demostrarte su amor de todas las formas posibles.
Cuando dejes de creer que eres difícil de amar, de repente empezarás a notar el amor que te han demostrado, no sólo tu pareja, sino tus seres queridos.
Nunca debemos dar el amor por sentado. En los días malos, cuando no te sientas querido, recuérdalo.
Recuerda a todas las personas que te han querido toda la vida y todas las cosas que han hecho por ti.
Recuerda que, independientemente de tu pasado, tu valor, tus miedos, tu confianza, tu edad, tu aspecto o tus logros, siempre eres digno de amor.