Nunca más.
Cada vez que elegía callar en lugar de hablar.
Cada vez que sentía que se le llenaban los ojos de lágrimas porque se encontraba en una situación difícil.
Cada vez que se sentía completamente invisible entre la multitud.
Todas las veces fue acusada injustamente, pero no hizo nada al respecto.
Cada vez que alguien la derribaba a hacer sitio para subir.
Cada vez que sacrificaba su felicidad y bienestar por alguien que, al final, ni siquiera se preocupaba por ella.
Cada vez que se disculpaba por algo que no había hecho.
Cada vez que alguien la dejaba colgada sin ni siquiera mandarle un mensaje no vendría.
Cada vez creía las mentiras mientras decía la verdad.
Cada vez se entregaba por completo y no recibía nada a cambio.
Cada vez se iba a la cama preocupada y triste porque nadie se comprometía con ella.
Cada vez que seguía las reglas, perdía.
Cada vez las probabilidades estaban en su contra.
Cada vez que él le señalaba uno de sus defectos, ella se pasaba horas mirándose al espejo para ver las cosas que más odiaba de sí misma.
Cada vez que hacía alguna de estas cosas, se arrastraba hacia el gran agujero de inseguridad donde se sentía segura.
No quería que su vida transcurriera siendo segura pero aburrida.
No quería ser la chica de la que nadie se acordaba, la débil y pobre que siempre tenía la boca cerrada. Así que juró: "¡Nunca más!".
Cada situación en la que se encontraba terminaba con ella llorando que no era lo suficientemente buena. Bueno, se hartó de ahogarse en sus propias lágrimas amargas.
Se cansó de compadecerse de sí misma. Y por todas esas veces que alguien la lastimó o alguien la hizo callar, se juró a sí misma: "¡Nunca más!".
Encuentra su fuerza en la promesa que se hizo a sí misma.
No ha cambiado mucho. Sigue siendo un poco insegura.
Sigue teniendo miedo, pero lo oculta a los demás. Eso es exactamente lo que la hace fuerte.
Afrontar tus mayores miedos cada día, levantarte y seguir adelante como si nada en el mundo te preocupara, es la mayor batalla que puedes ganar.
Es lo más fuerte que alguien puede conseguir.
Está sola porque ha aprendido la lección.
Ha decidido que no necesita que nadie perturbe la paz y el equilibrio que ha creado en su vida.
No se arriesgará, y menos por alguien que no va en serio con ella. Por amor verdadero, está dispuesta a arriesgarse.
Hizo una promesa a su yo más joven, "nunca más", y no piensa romperla.
No quiere dejar que nadie la aprisione en su red de mentiras. No quiere que la manipulen y no lo va a permitir.
Esa niña asustada se prometió a sí misma que ya no tendría miedo ni sería débil.
No sientas pena por ella. No está triste ni decepcionada.
Es feliz más allá de lo comprensible porque ha encontrado el camino que debe seguir.
Ha encontrado la manera de convertirse en una mujer guapa, fuerte e inteligente, una mujer que no acepta tonterías de nadie.
La niña humillada, burlada y avergonzada se ha convertido en una mujer consciente de que nunca volverá a conformarse.