Sigo creyendo que eres mi alma gemela. Sigo creyendo que tú y yo tenemos asuntos pendientes. Sigo creyendo que hay más en nuestra historia.
El amor verdadero tiene la costumbre de volver. Nuestro amor no es perfecto, pero es verdadero.
Cuando te conocí, sentí algo. Sentí algo que nunca había sentido antes. Lo que sentía cuando estaba a tu lado era increíble.
Tú eres mi persona.
Nada puede compararse a la forma en que me miras. Me ves. Me entiendes. Me conoces.
Amabas todas mis pequeñas rarezas. Conocías mis defectos y me querías más por ellos. Cada parte de mí era un libro abierto para ti. Leíste mi mente y entraste en mi alma.
Parecía imposible que algo pudiera interponerse entre nosotros. Pero la vida tiene una forma de desequilibrarnos.
Te equivocas de camino y acabas en un lugar totalmente inesperado.
La forma en que dejamos las cosas no fue genial, pero tienes que saber que sigo pensando en ti. Cada pequeña cosa me recuerda a ti.
Sé que suena a cliché, pero veo tu cara allá donde voy.
Viviendo sin ti, la vida se siente mal. Parece que nada de lo que hago es suficiente. Nada me hace sentir completa.
Eso es porque tú eres el único que puede hacerlo: complétame.
Me rompe el corazón pensar que no hay forma de que estemos juntos. Hay un aura de tu presencia dondequiera que voy y nunca he empezado a sentirme separada de ti.
A los ojos del resto del mundo te he superado. He olvidado y he empezado a vivir mi vida sin ti.
Pero sepan esto: Eso nunca, nunca será verdad. Nunca llegará el día en que me olvide de ti, de nosotros.
A veces me vuelve loco. Investigo historias de gente que ha roto pero que al final han acabado juntos. Secretamente espero que esa sea nuestra historia.
Espero que, algún día, tengamos las agallas y la energía necesarias para resolver todos nuestros problemas.
No quiero que empecemos de nuevo, quiero continuar donde lo dejamos. Quiero que aceptemos lo ocurrido y reconozcamos que habrá más momentos difíciles en el futuro.
Quiero que esto nos dé fuerzas para afrontar nuestros problemas cuando volvamos a estar juntos, si es que ese día llega.
Si por casualidad, por suerte o por elección nunca volvemos a estar juntos, siempre estaré agradecida por haberte conocido y amado. Nadie podrá arrebatármelo jamás.
Nada puede borrar el sentimiento de pura felicidad y dicha que sentí cuando me di cuenta de que eras la indicada para mí, y de que te tenía para mí, aunque sólo fuera por un tiempo.
Si el destino no nos ha elegido para ser felices para siempre, me acordaré de ti todos los días.
Rezaré por ti y te atesoraré dentro de mí, como una gema especial cuyo valor no puede adivinarse con sólo mirarla: no brilla lo más fuerte, pero contiene en su interior la fuerza y la belleza más preciosas.
Serás mi amuleto de la suerte y mi atrapasueños. Siento que estamos tan entrelazados que es imposible romper, pase lo que pase en nuestras vidas.
Seguiré viviendo mi vida escondiendo todo lo que eres en lo más profundo de mi alma.
Pero si el universo decide que no debemos separarnos, me aseguraré de que esta vez hagamos las cosas mucho mejor. Sólo importará una cosa: nuestro amor.
Me aseguraré de que ninguno de los dos tenga miedo de amar al otro.
No sabemos qué pasará, pero una cosa es segura: Tenemos que hacer que merezca la pena.
Cada pelea, todo el dolor que nos hemos causado, tiene que haber sido por algo.
Si no volvemos a estar juntos, usa todo lo que has aprendido para hacerte una vida mejor.
Si no hay posibilidad de que NOSOTROS seamos felices, quizá tú puedas ser feliz, y quizá yo también pueda ser feliz en algún nivel.
Quiero cogerte de la mano a los 80 y decirte: "Lo hemos conseguido". Pero en caso de que no encontremos el camino de vuelta el uno al otro, que sepas esto: Hasta mi último día, te amaré.