La fase de luna de miel es una de las primeras etapas de una relación en la que comienza toda la DIVERSIÓN. Esta es mi definición personal del periodo de luna de miel, y apuesto a que tú también estás de acuerdo conmigo.
Es cuando no te cansas del otro por mucho tiempo que paséis juntos. Tu cerebro absorbe como una esponja todo lo que oyes de tu nueva pareja.
Estás deseando abrazarlos, besarlos y compartir con ellos las alegrías y las penas del mundo.
No os dais cuenta de los defectos del otro aunque os den una bofetada en la cara. A tus ojos, no podrían ser más perfectos para ti (y viceversa).
Sí, la fase de luna de miel es FANTÁSTICA, pero no puedes estar de luna de miel para siempre. ¿O sí?
Aquí tienes todo lo que necesitas saber sobre las alegrías de la fase de luna de miel, su duración y cómo (SI) puedes hacer que dure. También repasaremos las señales que te indican que estás en esta fase y lo que ocurre después de ella (esto último me hace mucha ilusión).
¡A ver!
¿Qué es la fase de luna de miel?
La fase de luna de miel es una etapa por la que pasan todas las parejas al iniciar una nueva relación.
Básicamente, es la etapa en la que no os cansáis el uno del otro y todo parece idílico. Creo firmemente que esta frase es la esencia del significado de la fase de luna de miel.
Si le interesa el origen de este término, a principios del siglo XVI, "la fase de luna de miel" se aplicaba exclusivamente a los comienzos de los matrimonios. Representaba la idea de que el primer mes tras el matrimonio era el más dulce.
Pues bien, lo mismo puede aplicarse a las relaciones de hoy en día. En esta fase, estás convencido de que te ha tocado el premio gordo novio o el jackpot novia.
No te preocupes por mantenerlos interesados en ti para siempre porque estás convencido de que este sentimiento de euforia mutua DURARÁ para siempre, lo que nos lleva a la siguiente pregunta:
¿Cuánto dura la fase de luna de miel?
¿Cuándo termina la fase de luna de miel? Esta fase suele durar unos 2,5 años. Así que no, no dura para siempre, PERO en cierto modo, sí. Puede durar para siempre, pero con una intensidad cambiada.
En otras palabras, no estaréis locos el uno por el otro de la misma manera que lo estabais en las fases iniciales de la relación, es decir, los primeros meses.
Pero aún puedes mantener la fase de luna de miel creando aventuras y condimentando las cosas en tu relación más adelante. Se trata de encontrar la alegría en los momentos ordinarios y en las pequeñas cosas.
¿Cómo saber si estás en la fase de luna de miel?
La fase de luna de miel consiste en disfrutar de la novedad que supone una nueva relación. No hay relaciones difíciles estados de ánimo (todavía), y todo parece perfecto.
La expectación de esperar a que te contesten es realmente intensa, y las ganas de pasar todo el tiempo del mundo con ellos son más fuertes que nunca.
Hay muchas otras señales que indican que estás en esta fase de la relación, y así es como lo sabrás con seguridad:
6 señales de que estás en la fase de luna de miel de una relación
La atracción es INTENSA
La atracción y el afecto que sentís el uno por el otro son de otro mundo. Su presencia es como una droga para ti y te aporta una inmensa felicidad.
Un simple toque de su mano puede encender los fuegos más intensos dentro de ti. El sonido de su voz es la melodía más dulce que no puedes dejar de escuchar.
Todo lo que vives con ellos es como si fuera la primera vez, porque ahora te encuentras en un estado mental completamente distinto: estás en la fase de luna de miel, en la que todo parece diez veces más intenso.
El tiempo que pasáis juntos nunca es suficiente
En las primeras etapas del amor romántico, uno se vuelve insaciable por el otro sin importar el tiempo que pasen juntos.
Cosas brillantes y espontáneas para hacer con tu pareja y noches de cita creativas son probablemente los términos más buscados en Google en sus dispositivos.
Por todo ello, puedes dar las gracias al cóctel de hormonas (oxitocina, serotonina, dopamina y endorfinas) que desencadenan este estado de enamoramiento. Esta euforia mental te hace sentir que puedes hacer cualquier cosa que te propongas en el mundo.
El aumento de los niveles del factor de crecimiento nervioso, que hace que tu conexión sea más fuerte, también es el "responsable" de que te sientas eufórico con tu nuevo amor.
Aumento de la energía
No recuerdas la última vez que te sentiste con tanta energía en todos los aspectos de tu vida, y especialmente cuando estás con ellos. Puedes hablar toda la noche con tu pareja sin cansarte en absoluto.
No, no te has convertido en un superhombre, pero experimentas las descargas de adrenalina que están relacionadas con los cambios químicos del cerebro cuando nos enamoramos.
Así que ni siquiera tienes que intentar mantén viva tu relación porque todo sucede de forma natural. Tenéis energía suficiente para hacer juntos lo que queráis sin cansaros nunca (el uno del otro).
No podéis dejar de sonreír el uno al otro aunque vuestra vida dependiera de ello
Realmente no sé a qué se debe tanta sonrisa a estas alturas, pero me he dado cuenta TOTALMENTE de que yo también lo hago. Cada vez que veo al chico con el que salgo en este momento, no puedo evitar sonreír como una niña de cuatro años a la que le acaban de dar un helado.
Cuando nos miramos a los ojos, sonrío con el corazón, el alma y los ojos. No podemos dejar de sonreír cuando estamos juntos, aunque nada nos haga gracia.
Si sientes lo mismo, entonces sabes que estás en esta etapa. Ves el mundo desde otra perspectiva y, con cada salida, tus niveles de optimismo crecen exponencialmente. Y sí, no quieres que esto acabe nunca.
Las sesiones de besuqueo son frecuentes
Las sesiones de besos son frecuentes, calientes y sencillamente inevitables. Cuando os veis, lo único que queréis es tocarlos, abrazarlos, abrazarlos y besarlos.
Cuando estás con ellos, te sientes como un osito de peluche que exige un montón de abrazos. A mí y al chico con el que salgo nos pasa lo mismo. Básicamente, nos pasamos todo el tiempo estando cerca el uno del otro.
Es imposible sentarme a su lado (y viceversa) sin sentir el intenso deseo de tocarle con las manos o los labios. Si estás experimentando esto en este momento, entonces sabes que es la mejor sensación del mundo.
El único objetivo son ELLOS
Cuando estás con ellos, simplemente no te das cuenta de nada a tu alrededor excepto de ELLOS.
Podría haber un apocalipsis zombi delante de vosotros y ni siquiera os daríais cuenta porque estáis demasiado ocupados cerrando los ojos y conectando de la forma más apasionada.
El único foco de atención son ellos, y no hay forma de negarlo. Hacer tus tareas o centrarte en tu trabajo se ha convertido en misión imposible.
Siempre que te pasa algo, es la primera persona a la que tienes que contárselo. Quieres vivirlo todo con ellos, incluido lo bueno y lo malo (espera, ¿estamos hablando de casarse)?
Seguramente tú también lo has pensado, porque en esta etapa quieres pasar el resto de tu vida con ellos. Sin embargo, una vez que termina la etapa de luna de miel, esto podría cambiar.
¿Cuándo termina la fase de luna de miel?
La fase de luna de miel termina cuando te conviertes oficialmente en pareja. Esta etapa se conoce como la etapa de la Iluminación. La conexión es cada vez más profunda y fuerte, las hormonas se calman y llega la realidad.
Las parejas actúan con más naturalidad y están totalmente relajadas entre sí.
Los puntos débiles, las diferencias y los defectos se hacen visibles y a veces resultan irritantes. Es importante pasar lentamente por esta etapa para que puedas permitirte una adaptación completa.
¿Qué pasa después de la luna de miel?
Algunas personas creen que los socios cambian tras la fase de luna de mielpero esto no es necesariamente cierto. Lo cierto es que las personas no cambian realmente después de esa fase, sino que lo que cambia es el entorno.
Ya no vives las cosas tan intensamente como antes y la realidad se impone. Después de la fase de luna de miel, empiezas a ver a tu pareja con más claridad.
Ya no te ciega tu necesidad subconsciente de idealizarlos, sino que empiezas a ver las cosas como son. Empiezas a fijarte en sus defectos y a pensar en cómo su estilo de vida encaja con el tuyo.
No te preocupes, el final de la fase de luna de miel no es necesariamente algo malo. Es sólo una fase de transición en la que se asienta la vida real con esa persona. A continuación te explicamos cómo saber que has salido de esta fase:
6 señales de que ha salido de la fase de luna de miel
Sus rarezas y otras pequeñas cosas empiezan a molestarte
De repente te das cuenta de que tienen muchas rarezas, que al principio no te importaban. Ahora ves las cosas de otra manera.
Esas pequeñas cosas que antes te parecían bonitas ahora te molestan. Sus peculiaridades se han convertido en algo que querrías cambiar de él, aunque os sigáis gustando mucho.
El regaño está totalmente permitido
Antes, ni siquiera os atrevíais a regañaros o a contradeciros porque no queríais interrumpir la sensación de euforia. Pues bien, ahora estáis en la fase en la que reñir sobre la expectativas incumplidas está totalmente permitido.
Cuando algo no les parece bien, cuando se olvidan de hacer algo, y cosas similares, tú se lo dices, y viceversa.
No estamos hablando del tipo tóxico de regaño, sino del que la gente utiliza a diario cuando se sienten demasiado cómodos el uno con el otro.
Tener buen aspecto 24 horas al día, 7 días a la semana ya no es una prioridad
Una vez que el fase de luna de miel la tendencia a estar siempre impecable se desvanece en el aire. Ya no te preocupan las partes del cuerpo sin afeitar o la barba (si eres hombre) porque tener un aspecto impecable las 24 horas del día ya no es algo que te preocupe.
Os habéis visto en todo tipo de ediciones (incluidas las limitadas, que son mis favoritas) y nada puede sorprenderos. Veros con los conjuntos más informales se ha convertido en una rutina, y disfrutáis en secreto de la belleza de esta etapa.
Ya no pasáis todo el tiempo libre juntos
Erais inseparables y ahora vuestra vida social está equilibrada. Ya no pasas todo tu tiempo libre con tu pareja, sino que también lo pasas con tus amigos, tu familia y haciendo otras cosas.
Por supuesto, os seguís echando de menos cuando no estáis juntos, pero este sentimiento ya no es tan intenso como al principio.
Sois (demasiado) cómodos el uno con el otro
Tirarse pedos, eructar y hacer otras cosas "asquerosas" ya no es algo de lo que te avergüences. Lo haces habitualmente sin necesidad de disculparte por ello.
A decir verdad, conozco a algunas personas que dicen que nunca se han tirado un pedo delante de su pareja, aunque lleven años juntos.
Empiezo a pensar que se saltaron la fase posterior a la luna de miel o bien esta es su forma de prolongar la fase de luna de miel a la fuerza.
Entrar en la zona cómoda es algo natural, y todo lo que tienes que hacer es dejar que tu relación se desarrolle a su propio ritmo (incluidos los pedos y todas esas cosas cómodas que los acompañan).
La falta de afecto arruina las relaciones...los pedos no.
Confías en tu situación sentimental
Una de las mejores cosas del final de la fase de luna de miel es el hecho de que ahora, oficialmente, estás seguro de tu estado sentimental.
Sabes que no estás en una casi relación o cualquier otro barco que provoque sentimientos de ansiedad. Vosotros dos sois una pareja legítima que ha "sobrevivido" a la etapa de luna de miel y que ha conectado aún más el uno con el otro.
¿Cómo hacer que la luna de miel dure toda la relación?
Te seré sincero. La fase de luna de miel puede durar toda tu relación sentimental, pero no con la misma intensidad del principio.
Toda relación requiere trabajo. Cuando se tiene una relación duradera, es fácil caer en la rutina en un momento dado y dejar que se apague la ardiente pasión. Es entonces cuando una relación inmadura (peleas constantes, celos) empieza a pasar factura.
Lo que tienes que hacer es revivir el amor que os unió en primer lugar.
Preste atención al lenguaje amoroso de su pareja y esté atento a nuevas actividades y cosas que le hagan especial.
La única forma de que la fase de luna de miel dure toda la relación es estar dispuesto a hacer feliz al otro y mantener una relación emocionante.
Sólo ver películas está descartado. Piensa en nuevas formas de conectar entre vosotros y llevar vuestra relación al siguiente nivel.
Sed niños de corazón, haced algo espontáneo, molestaos, pero también abrazaos tan fuerte como si fuera la primera vez que os abrazáis.
Disfrute de cada etapa de su relación
Al igual que la fase de luna de miel, cada fase es especial y ayuda a que tu relación evolucione. Si quieres crecer, el cambio es necesario (junto con seguir consejos sobre relaciones).
Eso significa que quedarse para siempre en las fases iniciales de la luna de miel no es una buena idea. Pero siempre puedes mantener algunos elementos de esta etapa a lo largo de toda la relación.
Mientras los dos estéis contentos, sabrás que lo estás haciendo bien.